Un hombre, preocupado porque la empleada de limpieza no hiciera bien su trabajo, colocó cámaras en todos los cuartos de su casa. Así, pudo comprobar que la mujer le robaba sus camisas favoritas y perdía el tiempo.
Además, supo que estaba perdidamente enamorada de él, pues besaba todos los recados que le dejaba sobre la mesa.
En el video se muestra que la chica se quita la ropa en cuanto llega, se acuesta un rato, hace ejercicios, lee algo y posteriormente recoge y lava la ropa.
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