Rosario - La condena recayó en Roberto Martín Ojeda, quien en abril de 2014 asesinó a tiros Osvaldo Miranda en Biedma y Cafferata.
La causa judicial por la muerte del gendarme retirado Osvaldo Miranda, un hombre de 65 años asesinado de un disparo en el pecho en abril de 2014 al repeler un intento de robo en la casa de electrodomésticos donde trabajaba como custodio, en barrio Alvear, llegó a su fin con la condena en un juicio abreviado a 18 años de cárcel efectiva para el autor material del homicidio. Se trata de un jardinero de 38 años que a las pocas horas del hecho fue detenido en un hospital donde pidió auxilio por una herida de arma de fuego en la ingle. Para llegar a la condena se tuvieron en cuenta filmaciones donde se observa la secuencia del ataque, que se inicia cuando el ahora condenado llega en una moto con un cómplice, que nunca pudo ser atrapado.
El lunes 21 de abril de 2014 transcurría con normalidad en la esquina de Cafferata y Biedma. Eran las 16.30 cuando el dueño de Casa Marcelo abría el negocio para recomenzar la rutina de la tarde. Sobre la vereda estaba parado Miranda, dándole tranquilidad a los empleados que sacaban los artículos para ser exhibidos en la vereda.
A los pocos minutos aparecieron dos personas en una moto tipo enduro por calle Biedma y el vigilante advirtió sus intenciones. "Se pararon en la esquina y el custodio se dio cuenta que querían robar. Los tipos dispararon cinco veces y él también tiro. Pero una bala le dio en el pecho y murió. Una mujer también fue herida", describió en ese momento un testigo.
Miranda falleció casi en el acto por una bala que le ingresó en el pecho, del lado del corazón, y se convirtió en la víctima 104 de los 254 muertos en homicidios dolosos que hubo en el año 2014.
Detenido y pruebas. Sobre la medianoche de ese día, Roberto Martín Ojeda fue detenido en el hospital Roque Sáenz Peña con una herida en la ingle, y se convirtió en el principal sospechoso del crimen. El fiscal de la Unidad de Homicidios, Pablo Pinto, confirmó que se investigaba el vínculo entre esa persona y lo ocurrido.
Con el relato de testigos, una filmación del negocio donde se observa la secuencia, el secuestro de un casco y prendas de vestir, el 23 de abril de 2014 Pinto acusó a Ojeda del delito de homicidio criminis causa en concurso real con tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego y lesiones graves en concurso real.
Como las evidencias no eran del todo convincentes, en una nueva audiencia celebrada a la semana Ojeda logró transitar la prisión preventiva bajo la modalidad domiciliaria. No obstante, en septiembre volvió a prisión con una prueba contundente: el cotejo de la sangre colectada en la vereda con el perfil genético del imputado dio resultado positivo.
La hipótesis. Según la hipótesis del fiscal, el imputado se presentó a las 17.20 del 21 de abril en el local comercial "Casa Marcelo", de Biedma 3498, a bordo de una moto oscura de 110 centímetros cúbicos que estacionó por Biedma. Y con un cómplice EM_DASHaún prófugoEM_DASH que llegó también en una moto negra "realizó varios disparos con un arma de fuego calibre 38 contra Miranda".
Pero ese supuesto intento de robo fue frustrado por la intervención del vigilador, quien comenzó un intercambio de disparos. Como resultado, Miranda recibió tres impactos de bala: uno en el hombro izquierdo, otro en la mano izquierda y el último en el tórax, del lado del corazón y mortal.
A dos años del hecho las pruebas y evidencias colectadas durante la investigación lograron robustecer esa idea del caso que planteó en primera instancia el fiscal. En ese sentido describió las actas de procedimiento policial, pericias del gabinete criminalístico de las filmaciones donde se observa al imputado participar del hecho.
Además, el casco blanco que utilizó ese día y fue entregado por su ex concubina, el secuestro de la vestimenta que tenía al momento de su detención y coincide con la utilizada durante la agresión, las dos balas calibre 38 extraídas del cuerpo de la víctima durante la autopsia y otro de la mujer herida con una fractura expuesta de tobillo derecho.
Para reforzar la acusación el fiscal recordó la historia clínica del acusado sobre su atención en los hospitales Roque Sáenz Peña, donde requirió asistencia por la herida de bala que sufrió en la ingle. Y una muestra de sangre obtenida de la vereda de negocio que coincide con el ADN del imputado, que dejó ese rastro al ser baleado.
Acuerdo. En base a las pruebas en contra del acusado, la Fiscalía, la defensora oficial Melania Carrara y el abogado querellante Marcos Cella en representación de la familia de la víctima, llegaron a un acuerdo respecto a la imputación contra Ojeda, la calificación penal, el monto de condena y la modalidad de cumplimiento.
Las partes solicitaron la apertura de trámite de procedimiento de juicio abreviado donde se acordó una pena de 18 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real, quitando la figura "criminis causa" (matar para), en este caso robar.
Aunque Ojeda había sido acusado por una figura más grave, el fiscal argumento la modificación en "la complejidad de probar la intención de robo en un juicio oral, y por lo tanto la conexión subjetiva que se requiere para acusarlo de homicidio criminis causa".
Según el funcionario, la modalidad y ejecución de la pena "resultan proporcionales a la gravedad del hecho y la culpabilidad del autor, quien prestó su consentimiento al acuerdo, que en un hipotético juicio oral podría haber sido condenado a prisión perpetua de mantenerse la imputación original".
La declaración de admisibilidad del juicio abreviado se realizó el jueves en una audiencia celebrada en los Tribunales provinciales, donde el acusado sorprendió al dar una versión distinta a la que se tenía del caso (ver aparte) y que el juez José Luis Suárez ordenó investigar.
El magistrado, en un Tribunal integrado con sus colegas Juan Carlos Leiva y Alejandro Negroni, homologaron el acuerdo y dictaron la sentencia definitiva del caso: la condena contra Ojeda a 18 años de prisión efectiva cuyo vencimiento operará en septiembre de 2032.
Cuando el jueves se realizó la audiencia para homologar la condena en un juicio abreviado, el acusado Roberto Martín Ojeda hizo uso de su derecho a declarar y sorprendió a todas las partes con su versión del caso. Compungido hasta las lágrimas, pidió perdón por lo ocurrido y dijo que fue a "Casa Marcelo" en busca de un gendarme que custodiaba un búnker de venta de drogas que estaba al lado de su casa, para vengarse porque sus hijos no podían salir a jugar a la calle por esa situación. Y que luego del homicidio de Osvaldo Miranda le mataron un hijo en represalia. Aunque para algunos allegados al caso la versión resulta inverosímil, el juez José Luis Suárez ordenó que se abra una investigación para determinar si hay elementos objetivos para sostener esa motivación del crimen de Miranda.
E24
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