El legislador Carlos Reutemann (Santa Fe Federal) y Omar Perotti (FpV) se mostrarán a favor de la propuesta del gobierno. En cambio María de los Angeles Sacnún (FpV) se pronunciará en contra.
La Capital |
El proyecto de ley con media sanción de Diputados que habilita una toma de deuda externa por 12.500 millones de dólares para pagarles a los fondos buitre ya tiene dictamen en el Senado y se convertiría en ley el próximo miércoles 30 de marzo. Para constituir la mayoría —que se presume será amplia— el oficialismo consiguió fracturar el bloque mayoritario del FpV. Distintas fuentes estiman 2/3 a favor, 1/3 en contra.
El PRO cuenta con un bloque pequeño, aunque en esta oportunidad sumará el apoyo clave de una nueva configuración política que nace en la Argentina: los peronistas que, aun habiendo participado orgánicamente en la campaña presidencial del FpV, luego de la derrota se pasaron del lado de los ganadores.
El PRO constituirá una mayoría cómoda, además, con apoyo de su socio principal, la UCR, el massismo, bloques de partidos provinciales, monobloques y fragmentos del autodenominado progresismo, y peronistas que dejaron de tributar en el FpV.
Sin sorpresa. En el caso de Santa Fe, no tendrá sorpresa el voto de Carlos Reutemann a favor de la propuesta del gobierno _fue electo en la lista del actual oficialismo_, y tampoco tendrá sorpresa el voto negativo al proyecto oficial de parte de la senadora opositora María de los Angeles Sacnun (FpV). La novedad quedará expresada en el voto positivo de Omar Perotti, electo hace cinco meses por los votos del FpV santafesino, pero que en su primera decisión importante en el Senado lo hará junto a Reutemann y al partido de Mauricio Macri.
El bloque del FpV (42 miembros), con su fractura, expresará el nuevo momento de la política nacional: el macrismo consigue alinear a parte de la oposición, y de ese modo suple su débil posición relativa en el Congreso y avanza con leyes.
Durante el verano, antes de que los operadores del presidente consiguieran tejer alianzas, y cooptar opositores, la Casa Rosada evitó el Congreso, no llamó a extraordinarias y avanzó con los DNU.
En una entrevista con La Capital, la senadora Sacnun explicó que su rechazo a la propuesta del oficialismo se basa en aspectos "económicos, jurídicos y políticos. Si aprobamos el pago a los buitres reiniciamos un ciclo de endeudamiento que no irá destinado a infraestructura ni a desarrollo y vamos en contra de las propias palabras del Papa Francisco alertando sobre el capital financiero internacional; ya sucedió con los mismos actores en otra etapa de la Argentina y volverá a pasar".
De todos modos, aclaró que "el endeudamiento no es malo en sí mismo; el gobierno anterior tomó 27 mil millones de dólares de financiamiento externo (tasas bajas a largo plazo) de organismos multilaterales (BID, Corporación Andina de Fomento, entre otros) para construir 1965 escuelas, centrales nucleares y el Arsat, entre otras cosas".
El argumento principal que expresa Cambiamos para apurar la votación de la ley radica en la posibilidad de obtener financiamiento "a baja tasa y a la largo plazo". Sin embargo, Sacnun recuerda que el gobierno de Cristina obtuvo "convenios con Rusia y China por 29 mil millones para represas en el sur, para la Central Belgrano 2 ( Santa Fe) y otras obras. Son créditos virtuosos al 6 por ciento a 15 años".
Respecto de los fundamentos políticos del voto en el Senado, en coincidencia con la prédica neoliberal de los 90, Cambiemos y sus aliados ponen el acento en facilitar con el voto un presunto regreso "de la Argentina al mundo".
Sin embargo, desde el FpV, la senadora oriunda de la ciudad de Firmat refutó: "Nos piden que deroguemos dos leyes internas (pago soberano y cerrojo) para cobrar la sentencia del juez Griesa, o sea que no son ejecutables; sería además ceder soberanía, generar un precedente negativo en el orden internacional y abandonar un camino serio y comprometido que cuestionaba al capital financiero internacional, que pone en riesgo los derechos humanos, sociales y económicos de pueblos completos", abundó Sacnun.
Una metáfora utilizada como argumento para votar a favor de parte del oficialismo remite al reloj del taxi, que avanza implacable, cuando el pasajero está sentado en el asiento trasero. A la Argentina le estaría sucediendo lo mismo con la sentencia firme del juez Griesa.
De igual modo se expresó el senador Perotti para explicar por qué votará la propuesta oficialista. El rafaelino fue invitado por La Capital a expresar sus argumentos, dio conformidad, pero declinó contestar reiterados llamados.
Respecto de la metáfora del reloj del taxi, Sacnun advirtió que con la aprobación de la ley "les pagaremos a muchos bonistas que ni siquiera tienen sentencia firme; les estaríamos pagando honorarios, intereses, costas, cuando ni siquiera el juicio está perdido".
Una de las claves que inclinó la balanza en la votación del Senado que se expresará muy probablemente el próximo miércoles fue la posición mayoritaria de los gobernadores que dieron el sí a la nueva ley. Especialmente los peronistas, que son mayoría, aprueban la movida macrista con la ilusión de que sus provincias pueden sanearse a través de los préstamos externos.
Se sabe, la posición de los jefes distritales, orienta la posición de los senadores, sean o no del mismo palo político.
En la posición de los senadores que se escindirán programáticamente del FpV el próximo miércoles, y votarán junto al gobierno, pesa mucho la palabra de los gobernadores. "Una cosa es responder a la visión de una determinada mirada política y otra distinta es cuando tenés que gobernar", suele apuntar el senador por Santa Fe Perotti, quien, justamente, se alineará con el gobernador de la provincia, Miguel Lisfchitz, en este caso de otro partido, pero que también fue al Senado a expresar su acuerdo a la ley de pago a los holdouts.
Respecto de ese punto, la santafesina Sacnun explicó a La Capital que si bien "la opinión de los gobernadores debe ser sopesada, escuchada, como la de otros actores, los senadores nacionales no somos empleados de los gobernadores y constituimos un poder independiente".
Sacnun completó su reflexión preguntándose sobre el modelo económico que está en marcha en la Argentina, "con 110 mil despedidos, destrucción progresiva del mercado interno, caída del salario real de los trabajadores, me pregunto qué viabilidad tendrán las provincias con este proyecto y si van a poder pagar la deuda que quieren contraer".
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