Gustavo Pérez Castelli recibió cuatro balazos y quisieron cortarle una oreja. Era el padre de Justina, la novia del empresario que resultó ultimado -junto a ella- en 2013.
Rosario 12 |
Gustavo Pérez Castelli tenía 55 años y anteanoche fue ejecutado de cuatro disparos en el cráneo. Era el padre de Justina, la novia del empresario de la noche y sindicado narco Luis Medina, ambos asesinados el 29 de diciembre de 2013, en Ayolas y Circunvalación. El año pasado, el hombre compró el carrito de comidas rápidas ubicado en Mendoza y Circunvalación, donde anteanoche lo asesinaron por la espalda, mientras tomaba un café sentado a la izquierda del "Panamericano". Su empleada llegó a escuchar los disparos y cuando se asomó desde adentro del trailer vio a dos hombres; uno le intentaba cortar una oreja a la víctima. Luego huyeron hacia el sur. Las heridas mortales tienen orificio de salida en la boca y la sien. El fiscal Florentino Malaponte analizó que el crimen tiene tinte mafioso y que el profundo corte en la oreja izquierda tiene que ver con "un mensaje". Al mismo tiempo, se indicó que el móvil estaría relacionado con la comercialización de drogas, aunque se esperan medidas para dar precisiones al respecto. En la zona hay cámaras de seguridad y los investigadores quieren ver qué captaron de lo sucedido. "La víctima no tuvo posibilidad de escape", dijo el fiscal.
El suegro de Medina trabajaba en el carrito que estaba abierto las 24 horas, desde 2015. Hacía un par de semanas, el hombre había cambiado su horario y ya no se iba a la una de la madrugada como antes. Sin embargo, la muerte lo encontró antes de la medianoche en el lugar. Las cámaras de la estación de servicio cercana lo tomaron saliendo de allí con un café a las 22.48. El fiscal llegó al lugar alrededor de las dos de la madrugada, tras el llamado que la misma empleada de la víctima hizo al 911. Según se indicó, se trata de un sector oscuro. En el lugar trascendió que otro hijo de la víctima fue encausado y estaría detenido por una causa de narcotráfico.
Si bien tras el hecho trascendió que los autores eran dos personas encapuchadas, que circulaban en una moto, el fiscal no confirmó ese dato, ya que hay diferentes relatos.
"Nosotros no tenemos indicios de que en el carrito se vendiera droga, pero lo estamos investigando. El hecho ocurrió entre las 23.40 y las 12. Lo primero que advertimos es el mensaje que se traduce en el corte que presenta la oreja izquierda del fallecido. Eso no es común y entiendo que es el primer caso dentro del nuevo sistema penal que presenta estas características. Hay un mensaje; pero no sostenemos que allí se hayan vendido drogas. Se están haciendo constataciones", relató el fiscal.
En cuanto a las cámaras de la zona, el funcionario judicial dijo que "hasta ahora hay imágenes de la estación de servicio de la esquina que toman el momento en el que la víctima compra el café y sale; pero todavía no contamos con las demás imágenes. Entre los testimonios surgieron datos que aún no están claros, pero que coinciden en que una o dos personas van hacia el sur, en paralelo a la colectora, escapando a pie. No tenemos precisiones de vestimenta, ni si estas personas estaban encapuchadas. Lo que indica la autopsia es que los disparos se dieron desde atrás y la persona no tuvo posibilidad de escaparse; más allá de si reconoció o no a los victimarios. Fueron movimientos rápidos. Todavía no podemos sacar ninguna conclusión", señaló. Además, indicó que las balas son de calibre 9 milímetros, y que se están peritando.
Sobre el dato de un hijo del fallecido detenido por una causa federal, Malaponte aclaró: "Nos indicaron eso, pero aún no lo tenemos certificado. Es lo que nos informó la policía en el lugar".
El hecho se dio en la misma semana que hubo balaceras con bandas de la zona norte involucradas en la venta de drogas, donde incluso surgió el nombre del fallecido Luis Medina.
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