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domingo, 17 de enero de 2016

"Es una ciudad fierrera"

El gobernador junto a la intendenta Fein estuvieron en el podio de premiación y destacaron que la ciudad fue ayer "observada por millones" por la competencia internacional. Patronelli, ganador en quads dijo que se quiere bajar "es muy peligroso", aseguró.
Rosario 12 | 
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, acompañado por la intendenta de Rosario, Mónica Fein, participó ayer de la ceremonia de premiación y coronación de los competidores de la 38ª edición del Rally Dakar 2016 que atravesó, a lo largo de casi 15 días, distintas provincias argentinas y Bolivia. "En los últimos años, el Dakar siempre pasó por Rosario y en esta oportunidad vuelve a terminar aquí, de manera exitosa. Es una competencia que tiene una gran repercusión internacional y desde ese punto de vista, para una provincia como la nuestra, es realmente muy importante", señaló Lifschitz que en alguna oportunidad no se había manifestado tan fanático de esta competencia que fue prohíbida en Europa y que tiene numerosos enemigos en el mundo entero. Las autoridades le entregaron la distinción al ganador de la competencia en la categoría quads, Marcos Patronelli, quien se alzó por tercera vez con el triunfo.
El gobernador indicó también que Santa Fe "es una provincia muy fierrera, con gran tradición vinculada al automovilismo, por lo que este tipo de eventos concita una gran concurrencia y una gran convocatoria".
El mandatario provincial estuvo acompañado también por el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farias; la diputada provincial Clara García; el secretario de Turismo de la Nación, Alejandro Lastra, y su par de Santa Fe, Martín Bulos, entre otras autoridades y representanes de la organización.
Desde las 14, los vehículos ingresaron por la autopista Rosario-Córdoba y atravesaron la ciudad por avenida Pellegrini hasta el río, tomando luego Belgrano hasta subir al podio instalado junto al Monumento Nacional a la Bandera.
Los competidores coronados superaron las 14 etapas de un cambiante circuito de 8500 kilómetros y posaron con sus trofeos ante las cámaras de todo el mundo.
Por su parte, la intendenta Mónica Fein manifestó que Santa Fe es "una provincia que está muy unida a la actividad del automovilismo", al igual que Rosario, a la que definió como "la ciudad Dakar por excelencia".
"Hoy nos están viendo millones de personas en todo el mundo que ubican a nuestra ciudad, saben dónde está Rosario, saben de la calidad de organización que tiene y seguramente vendrán muchos a visitarnos, así que no sólo nos enorgullece participar, sino sabemos que con esto difundimos y posicionamos a la ciudad en todo el mundo", aseguró la titular del Palacio de los Leones.
Por su parte, el excorredor y director de la prueba, el español Marc Coma, realizó un "balance muy positivo" del Rally Dakar "Ha sido una vez más un Dakar durísimo, extremo, deportivamente ha sido buenísimo y ya tenemos ganas de pensar en el siguiente", dijo.
"Rosario tiene perfil Dakar, se ha identificado con la competencia, la gente disfruta y los pilotos absorben toda esa energía positiva", manifestó Coma, al tiempo que adelantó la posibilidad de que la ciudad vuelva a ser protagonista en el Dakar 2017.
Por su parte, Patronelli, se mostró muy reflexivo sobre el futuro del equipo y los riesgos de la competencia. "Tengo ganas de bajarme del cuatri, es peligroso", sorprendió. Alejandro se mostró feliz "después de la odisea" porque tras un mal arranque "no perdimos la paciencia, le dimos para adelante tranqui y asi salió". Explicó su emoción: "Uno lucha contra un montón de cosas y por eso se te caen unas pequeñas lágrimas que uno las tiene guardadas hace muchísimo". Patronelli confesó su deseo de bajarse "del cuatri, es peligroso, ustedes no tienen ni idea" y señaló que "uno nunca piensa en lo peor" pero "la silla de rueda espera".

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