Los precios en los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri no dan respiro. El ìndice de inflación de San Luis, uno de los dos recomendado por el Indec para el seguimiento de precios, registró un alza alza del 6,5 en diciembre. Fuerte suba de la carne.
La inflación de diciembre fue del 6,5 por ciento. Así lo midió el relevamiento de precios minoristas de la provincia de San Luis, uno de los indicadores autorizados por el propio Indec-Todesca para evaluar la evolución del proceso inflacionario mientras continúa el estado de emergencia estadística. La cifra de San Luis fue casi el doble de la informada por la Ciudad de Buenos Aires (3,9 por ciento), el otro indicador habilitado oficialmente como referencia.Diferencia notable cuando los anteriores registros no mostraban discrepancias. No es un factor político menor señalar que la Ciudad es gobernada por la fuerza polìtica PRO que ahora tambièn gobierna la Nación. La brecha entre ambos indicadores apareció en diciembre, abriendo la sospecha sobre còmo se construyó el índice de CABA.
Los alimentos de consumo masivo, los cuales representan una porción notable dentro de los gastos de los sectores postergados de la población, fueron los que computaron las mayores subas, en donde se destacó el alza del 22,2 por ciento en la carne vacuna. El alquiler para la vivienda, la indumentaria, la salud y el transporte fueron otros rubros con fuertes aumentos. El ingreso de jubilados y trabajadores continúa sin actualizaciones para hacer frente a las subas de los últimos dos meses, mientras que el equipo económico insiste en convencer a los sindicatos para que acepten ajustes salariales en torno del 20 por ciento.
La aceleración del proceso inflacionario a partir del anuncio anticipado de devaluación por parte de Mauricio Macri fue notable. El uso de estimaciones privadas de precios o de los institutos estadísticos provinciales es la única herramienta para tratar de cuantificar el impacto de estas subas sobre el poder adquisitivo de la población, puesto que las nuevas autoridades del Indec decidieron un “apagón estadístico”, por el cual no se conocerán datos de inflación al menos hasta septiembre. El titular de la entidad, Jorge Todesca, ex titular de una consultora que difundía mensualmente sus estimaciones de precios para alimentar el entonces llamado “índice Congreso”, explicó que el organismo no estará en condiciones de elaborar indicadores por lo menos hasta la segunda mitad del año.
Entre noviembre y diciembre, los precios al consumidor acumularon un aumento del 9,5 por ciento, según cifras del centro estadístico de San Luis. Entre enero y octubre, antes de los anuncios de la liberación de los controles al dólar, el incremento de precios acumulado había sido del 18,5 por ciento. La política del nuevo gobierno, que en su enunciado se presentó como “sinceramiento”, casi triplicó la tasa de variación de los precios.
En el detalle del relevamiento de precios del instituto de estadística de San Luis se precisó que los alimentos fueron el rubro con mayores subas, al computar un alza del 10,4 por ciento. En este punto, el pan, los cereales y las pastas anotaron un incremento del 7,7 por ciento, el aceite 2,4; las frutas 6,2; el azúcar 4,4 y las bebidas no alcohólicas, 5,8 por ciento. El renglón que más subió dentro del rubro alimentos fue la carne vacuna, con una remarcación del 22,2 por ciento.
Otro de los rubros con alzas importantes fue indumentaria (2,7 por ciento), en donde se destacó la suba del 6,8 por ciento en ropa interior y 2,1 en calzados. La vivienda y los servicios básicos registraron alzas del 3,4 por ciento, mientras que los gastos para salud (atención médica) crecieron 7,6 por ciento y el transporte lo hizo el 5,9 por ciento. En contraste con estos fuertes aumentos, los bienes y servicios que computaron las menores variaciones fueron Educación (0,5 por ciento) y Esparcimiento (1,9).
¿Por qué el relevamiento de diciembre de San Luis fue tanto más elevado respecto de la cifra difundida por la Ciudad de Buenos Aires? Cuando se analiza en detalle ambos informes, la principal diferencia aparece en el rubro alimentos. Mientras que en el caso de San Luis subieron 10,5 por ciento, para el centro de estadística porteño el alza fue solamente del 4,9 por ciento, es decir, menos de la mitad. La carne vacuna fue unos de los productos donde se observaron mayores discrepancias. El instituto puntano calculó un incremento del 22,2 por ciento, mientras que en la Ciudad se informaron remarcaciones del 14,2 por ciento para ese producto. Los productos panificados, el aceite, las frutas y las bebidas sin alcohol fueron otros productos para los cuales la estimación de San Luis fue bastante superior a la porteña. En cambio, lácteos, huevos y azúcar fueron los artículos en dónde la Ciudad de Buenos Aires arrojó mayores subas.
El indicador puntano y el de Ciudad de Buenos Aires, a diferencia de lo que ocurrió en diciembre, habían registrado variaciones muy similares a lo largo de 2015. La diferencia entre uno y otro osciló entre dos y siete décimas de punto desde enero hasta octubre. pero en noviembre ya casi alcanzó a un punto (San Luis 2,9 y CABA 2,0) y en diciembre se abrió a 2,6 puntos de brecha (San Luis 6,5 y CABA 3,9), encendiendo luces de alerta sobre el señalamiento del titular del Indec de tomar como índices de referencia mientras dure el “apagón estadístico”.
El Banco Central aseguró que mientras que el Indec siga en emergencia estadística utilizará el indicador de precios porteño para monitorear el proceso inflacionario. En este caso, dejando de lado otro indicador que sugeriría una subestimación de la inflación por parte de la medición de la Ciudad. Otra de las tensiones aparece en instrumentos financieros que ajustan su rendimiento en base a la inflación (bonos con CER). Las autoridades del Indec habían aprobado el uso tanto del indicador puntano como porteño para la actualización, ya que, según lo destacó la directora técnica de la entidad, Graciela Bevacqua, no había grandes variaciones entre ambos indicadores.
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