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sábado, 23 de enero de 2016

Rosario: Asesinan a balazos a un joven con olor a venganza por otra muerte

Fue identificado como Brian Sergio Esquivel, de 20 años, sobrino de una de las reclusas que se peleó el pasado domingo en la Unidad Penitenciaria 5 de Rosario, con Elizabeth Cantero.
En los yuyos. A Esquivel le asestaron tres disparos en la cabeza y por la espalda.
Pasadas las 2 de la mañana de ayer tres balazos sacudieron a los vecinos de calle Cisnero y Teniente Agnetta, en el barrio 23 de Febrero de la ciudad de Rosario. Pero nadie salió a la puerta porque, según aseguran, los disparos nocturnos son la normalidad del lugar. Poco después, cuando despuntaba el alba, a unos 50 metros del cruce de calles referido y en medio de un yuyal, apareció el cuerpo de un pibe con tres disparos en la cabeza. Lo identificaron como Brian Sergio Esquivel, de 20 años, sobrino de una de las reclusas de la cárcel de mujeres que se peleó el pasado domingo en la Unidad Penitenciaria 5 de Rosario con Elizabeth Cantero, quien era media hermana del líder de Los Monos, Máximo Ariel "Guille" Cantero, y murió el lunes al filo de la medianoche tras la golpiza que recibió.

Fue el segundo ataque que padeció la familia de una de las presas acusadas por el ataque a Cantero en la cárcel desde que la joven murió en el Policlínico Eva Perón. El martes a la noche el frente de una casa de Lejarza al 4400, propiedad de una familiar de la detenida, recibió al menos diez balazos calibre 9 milímetros disparados desde una moto. Al respecto, la fiscal Gabriela Bassagaisteguy ordenó la custodia de la vivienda.

Una venganza. Ayer, en la zona de Lejarza al 4400 los vecinos atribuyeron el ataque contra la casa a una supuesta promesa de venganza emitida desde el corazón de la banda de Los Monos. "Después de la balacera se fueron porque todos tienen mucho miedo con lo que pasó. Ya se sabe que los Cantero juraron venganza contra las tres internas que pelearon con la piba en la cárcel", explicó una vecina.

Según un audio difundido por el portal Periodicotodos.com, algunas reclusas contaron que "ninguna" de ellas golpeó a Cantero durante el incidente del domingo pasado a las 19. De acuerdo a las mujeres, Cantero dejó su "lugar de resguardo" para buscar la cena en la celaduría. Entonces cruzó el patio de planta baja frente a las demás reclusas y al regresar se negó a "engomarse" (ser encerrada en su celda). "No sabemos por qué pasó por el patio, porque no debía tener contacto con la población penitenciaria", explicó una interna.

En ese momento, dijeron, Cantero fue rodeada por personal del SP y una interna con su beba pidió a las empleadas "que no asustaran a Elizabeth porque se ponía peor". Entonces Cantero tomó del cuello a la beba de la presa y las otras reclusas se la sacaron. "Nadie (de las presas) la tocó, solo agarramos a la beba y se la dimos a las empleadas. Luego nos enteramos que Cantero estaba en el hospital", explicó una presa.

Entre los yuyos. "Ese es un lugar perfecto para matar a alguien. Mirá los yuyales, parece un montecito. Pasadas las 2 de la mañana se escucharon tres disparos y después el ruido de varias motos. Nadie asomó las narices porque acá es normal que se escuchen tiros y los perros se pongan histéricos", explicó ayer una vecina que reside a pocos metros del lugar donde apareció el cuerpo de Brian Esquivel.

El muchacho estaba tirado boca abajo. Lo habían ejecutado con tres balazos en la cabeza y por la espalda. Llevaba bermudas, una remera rosa, ojotas y una gorra. En la escena quedaron vainas servidas calibre 3.80. Esquivel no llevaba documentos y fue identificado dactiloscópicamente pasado el mediodía. El muchacho vivía en Lejarza al 5000, la misma dirección que suministró su tía en la Unidad Penitenciaria 5.

A esa altura, el 4100, Teniente Agnetta es un callejón de tierra rodeado de eucaliptos y yuyales que por las noches se transforma en impenetrable. "No sabe lo que es esta cuadra de noche. Una boca de lobo. Este es un barrio tranquilo que se pone feo de noche porque en esta zona debe haber entre cuatro o cinco punto de ventas de droga. Uno de ellos es muy conocido porque está relacionado con un mural a «Jaime» (Jorge Jesús González, de 28 años, asesinado el martes 6 de agosto de 2013 en inmediaciones de Sanguinetti y Larrea). Parte de la familia de ese muchacho maneja uno de los quioscos", explicó un vecino de la cuadra, quien pidió la reserva de su identidad. En la esquina de Espinillo y Espinosa un prolijo mural lo recuerda con la camiseta de Newell's y a caballo: "Jaime, nunca te fuiste".

Mientras el cuerpo de Esquivel yacía sobre el yuyal, los vecinos se acercaban todo lo que se podía para darse una macabra panzada de muerte. "Nadie lo conoce. No es de por acá. Varios chicos que trabajan en el territorio lo observaron, pero no lo identifican como vecino de la zona", explicó otra doña de la cuadra.

Fuente: La Capital

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