Unos 200 manifestantes recorrieron la calle San Luis, desde la Plaza Pringles en Rosario. Había unos cuantos hombres con faldas, y pancartas de lo más diversas. Hubo también pañuelos verdes de la campaña por el derecho al aborto.
Rosario 12 |
La plaza Pringles comenzó a poblarse de hombres con polleras después de las 18. No fueron multitud, pero se hicieron ver: había también algunos con atuendo tradicional y varias mujeres. La convocatoria "Uno más por ni una menos" atravesó ayer el centro con su original propuesta para repudiar la violencia de género y llegó hasta el Monumento a la Bandera, donde hubo música de gaitas, tocada por una banda de escoceses, claro, con faldas. "Gracias por venir, ahora es el momento de sacarnos las polleras y tratar bien a las mujeres", expresó Ezequiel Cavallero, uno de los impulsores de la movilización que se multiplicó en todo el país. Ezequiel marchó con una pollera de seda y un cartel que decía "Me gustás viva". Primó la diversidad de expresiones. Integrantes de la colectiva Mala Junta llevaron una pancarta que decía "Ni machos ni fachos ni macristas". Uno de ellos llevaba una remera violeta con la inscripción "Hombre bonito es el que cuestiona sus privilegios".
Desde Mujeres de Negro fueron con distintos mensajes. "Disculpen las molestias. No están asesinando", decía uno de ellos. "No estás sola, pedí ayuda", decía el afiche escrito con fibrón que sostenía una señora mientras marchaba apoyada en un bastón. La marcha fue convocada, en un principio, por dos amigos bajo la premisa "ponete la pollera si sos hombre", con la idea de invitar a los varones a ponerse en el lugar de la otra.
En el otro extremo de la plaza, sobre Presidente Roca y Córdoba, había una mesa de Cambiemos. Ni lerdo ni perezoso, un grupo de Mala Junta se fue hasta allá. Los militantes macristas los escucharon, y aseguraron que compartían las consignas, pero Luciano Fabbri les recordó los votos negativos del PRO en leyes como matrimonio igualitario, violencia de género y fertilización asistida, entre otros. El debate no pasó a mayores.
Unas 200 personas caminaron desde la Pringles hasta el Monumento. Entre ellos, el exconcejal del MAS, Luis Cuello, que iba vestido con una pollera verde, y sacó fotos. Una pancarta llevada por otro "pollerudo" rechazaba "el modo de relación patriarcal" y decía: "Quiero una compañera, no una subordinada". La marcha fue colorida y pacífica.
El momento más álgido fue en San Luis y Buenos Aires, donde una mujer que conducía un auto negro comenzó a gritar, descontenta por el efímero corte de calle. "¿A vos quién te pega?", increpó a una de las manifestante. Varias personas se acercaron a contarle sobre la convocatoria pero no hubo caso, la señora seguía a los gritos. "Pegan los violentos, no la sociedad machista", gritaba la señora, apurada para poner en marcha su auto.
Cada persona concurrió con su estilo y motivación "En un mundo lleno de gusanos machistas, hay que tener coraje para ser mariposa", llevaba un cartel otra de las Mujeres de Negro. Muchos manifestantes llevaban, además de la falda, un pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Al llegar al Monumento, después del baile escocés y antes del cierre de Ezequiel Cavallero, hubo un manifiesto de un grupo de jóvenes anarquistas que marcharon con sus caras tapadas. "El estado, nunca inocente, siempre patriarcal, sigue reivindicando débiles y víctimas para los machos: líneas telefónicas, denuncias, justicia, más policía, leyes, derechos. Mecanismos por los que se regula y se perpetua el rol de la mujer, amparándola con leyes conformistas que reafirman su rol de víctima indefensa, porque alguien tiene que seguir incubando y criando princesitas y machitos, no?", fue la espontánea lectura de uno de los grupos que participó de la marcha.
Una chica joven marchó con sus dos hijos pequeños, una nena y un nene. El varón, de dos años, llevaba una remera de superman y una pollera. "Sufrí violencia de género", contó la mamá antes de irse.
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