A 24 horas de la última sesión de prórroga de los ediles, el Frente Progresista tenían 10 votos para aprobar un incremento a 5 pesos. Necesitan sumar dos voluntades más o al menos dos abstenciones para forzar el desempate de Zamarini.
Rosario 12 |
El portero del Palacio Vasallo mira el reloj para apagar las luces y bajar la persiana, y el aumento del boleto de colectivos que espera el Ejecutivo municipal no termina de madurar, a 24 horas de la última sesión de prórroga que se darán los ediles. Hasta la tarde de ayer, el Frente Progresista contaba 10 votos probables, y no le alcanzaba para la mayoría simple que deberá reunir para sacar adelante la nueva tarifa. El boleto a 5,68 pesos como pretende el último estudio de costos es una quimera, y hasta el recorte de pretensiones a 5 pesos ayer se hacía cuesta arriba para los operadores del oficialismo. Igual, el titular de la comisión de Servicios Públicos, Carlos Comi, confiaba ayer en "encontrar una salida equilibrada entre lo que necesita el sistema y lo que puede pagar el usuario". Así definía el intento de llevar la tarifa a 5 pesos.
Una fuente de la Municipalidad analizó: "Se viene el año electoral, nadie en la oposición quiere asumir el costo político del aumento; veamos qué dicen cuando la UTA pare el sistema por falta de pago del aguinaldo". La intendenta Mónica Fein advirtió que "con una tarifa a $4,30 profundizaremos el desfinanciamiento del sistema y tendrá consecuencias inmediatas".
Le contestó Roberto Sukerman, del Frente para la Victoria, renuente a votar cualquier aumento: "No se trata de un desfasaje de costos. Lo que ocurre es que hay una mala administración del sistema, y es preciso que el Estado provincial también haga su aporte, porque es el único que no pone nada", dijo. El edil sostuvo que su bloque presentó otras alternativas de financiamiento - como incrementar alícuotas del Drei y el fondo compensador- y que por lo tanto se niega a "aumentar el boleto cuando el servicio es deficiente: el transporte es tan importante para la gente como la inseguridad, y cada vez más personas se bajan del colectivo", dijo.
El peronista Osvaldo Miatello, del bloque Compromiso con Rosario, ayer estaba fuera de los sondeos del oficialismo. Es que él se aviene a votar el aumento si se baja a 5 pesos, y si se considera la reformulación del estudio de costos. Miatello propone que el costo del boleto se divida por todos los usuarios del sistema y no sólo por quienes pagan. Para ello, sugiere que los $60 millones anuales que no ingresan por los pasajeros franquiciados sean costeados por el presupuesto social del municipio; y que se blanquee en el estudio de costos los subsidios directos que el Ejecutivo envía a La Mixta y a la Semtur.
Además de Miatello, el oficialismo contaría también con el apoyo de Carlos Cossia, del bloque Peronismo Solidario. Y sus ocho votos propios, claro. Ayer, tal como le sucedía la semana pasada cuando aún no habían conseguido el OK para aprobar el presupuesto con aumento de la TGI, le seguían faltando al Frente Progresista dos votos, o al menos dos abstenciones que viabilizaran el desempate favorable del presidente del cuerpo, Miguel Zamarini. No lo conseguían con dos miembros --inorgánicos, pero miembros al fin-- de la coalición como lo son María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, mucho menos con otros de la oposición. Pero --como dijo un conocedor del Vasallo-- 24 horas en el Concejo "es una eternidad y todo puede pasar".
"Veremos mañana (por hoy), en la última actualización incluímos la tarjeta laboral, el boleto universitario, y no funcionó adecuadamente. Hasta ahora no hay avances", dijo Chale.
Comi rechazó el rumor de que se negociaba una tarifa de $4.90. "Por debajo de $5 no sería una solución. Hay que esperar el acuerdo", compuso.
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