Capitanich y Ramos dialogaron con industriales. Unos pasos atrás, escuchaba Omar Perotti.
Foto: Flavio Raina
Ivana Fux
En pleno proceso electoral, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich hizo pie esta mañana en la provincia e inauguró múltiples obras en la ciudad de Recreo (ver aparte). Fue el segundo ministro nacional que llegó en menos de una semana a Santa Fe; lo propio había hecho el miércoles Florencio Randazzo.
Cerca del mediodía, Capitanich llegó flanqueado por el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, declarado precandidato a gobernador por el Frente para la Victoria. Pero también estaba Omar Perotti, otro de los aspirantes a la Casa Gris. El ex intendente rafaelino llegó en su auto junto al diputado Roberto Mirabella, sin saco ni corbata. Y hubo casi un problema de cartel cuando en uno de los cortes de cintas, Capitanich y Ramos quedaron posando para la foto y Perotti, del otro lado, con el resto del público. La situación fue similar cuando autoridades de la Unión Industrial de Santa Fe se acercaron a dialogar con el ministro. Los protagonistas de la conversación fueron Capitanich y Ramos, y Perotti siguió el diálogo pero prácticamente como un espectador más.
Antes de ingresar al nuevo edificio de la Casa de la Historia y consultado por El Litoral, Capitanich se refirió a la situación del peronismo santafesino.
—En este acto hay dos precandidatos a gobernador. ¿Qué expectativas tienen desde el peronismo de cara a las próximas elecciones?
—Yo creo que en Santa Fe tenemos cuadros políticos muy bien formados y referentes territoriales muy sólidos. Tenemos legisladores, ministros a nivel nacional; tenemos a Alejandro (Ramos) como secretario de Transporte... Tenemos muchos hombres y mujeres de muy buena calidad para representar el pueblo santafesino. Lo que pretendemos es generar las condiciones para que en las primarias aparezca el liderazgo para competir en las próximas elecciones. No tengo dudas que Santa Fe tendrá dentro de nuestro espacio candidatos que reflejen el proyecto nacional y provincial.
—¿Confían en que María Eugenia Bielsa será también una opción?
—Son múltiples las opciones; María Eugenia puede ser, Omar (Perotti) puede ser, Alejandro puede ser. Creo que tenemos que generar las condiciones para que todos los candidatos puedan expresarse y en virtud de ello tener una fuerza electoral y política competitiva.
—Randazzo dijo esta semana que “estaría bueno” tener a Bonfatti en su fórmula. ¿Ud. qué opina?
—Yo respeto lo que puedan esgrimir los precandidatos que tiene el Frente para la Victoria. Nosotros todavía tenemos un periplo a partir del cual hasta junio se tienen que presentar las listas de los precandidatos del espacio. Por lo tanto, cada uno de los que pretenden ser, naturalmente, estará pensando en cómo articular esa participación. Yo soy muy respetuoso de la opinión de todos y no hago juicios de valor.
—Algunos sectores hablaron de un guiño con la Nación para definir el cronograma electoral en Santa Fe. ¿Es así?
—Nosotros respetamos la autonomía de todas las provincias.
—¿Qué opina sobre el documento de la Iglesia que habla de corrupción y falta de ejemplaridad en el país?
—El documento habla de los problemas morales y de la ejemplaridad; es un concepto general. Inmediatamente se intenta asociar eso a la gestión de funcionarios públicos, pero también es necesario entender con claridad la ejemplaridad. La deben tener también los empresarios, porque si hacen una remarcación indebida, irracional de precios para expropiarse de los excedentes y perjudicar a consumidores y trabajadores, en realidad están cometiendo no sólo un acto ilícito, sino perjudicando con su comportamiento moral al resto de la sociedad. Lo mismo ocurre con quien fuga capitales; las cuatro mil cuentas en Suiza son realmente un problema moral esencial en la sociedad. Lo mismo pasa con quienes evaden impuestos o especulan financieramente. Entonces, el problema central de la ejemplaridad tiene que ver con todos: un trabajador, un político, un empresario, cualquier miembro de la Iglesia. Todos los hombres por nuestra condición de tal somos esencialmente pecadores. Y obviamente lo que tenemos que hacer es generar mejores condiciones para que los valores morales puedan tener un viso de claridad. Podemos cometer errores, pero también tenemos que tener la capacidad de redención para superar los problemas y construir una sociedad mejor.
—¿Cómo se condice esto con las denuncias contra Amado Boudou? -se le preguntó.
—Esta cuestión ya fue planteada. Que exista una denuncia o acusación no significa que exista culpabilidad. Hay un principio de presunción de inocencia y no tenemos que juzgar la conducta de nadie. El Poder Judicial y el sistema institucional deben resolver eso conforme los elementos que tengan. Creemos que es una cuestión remanida y no puede ser el tema excluyente de la agenda pública argentina... Muchas veces se habla de eso para ocultar otros avances, como rutas, empleo, obras...
Aníbal y las “pelotas perdidas”
Capitanich volvió a negar hoy problemas de cartel con Aníbal Fernández, flamante secretario general de la Presidencia.
“Siempre digo que las cuestiones de interpretación de las designaciones uno debe tomarlas como parte del folclore político. Yo he sido elegido por la voluntad del pueblo de Chaco y fui convocado (luego) por la presidente para asumir el rol de jefe de ministros. Y desempeño mis funciones bajo el liderazgo de la presidente con mucho esfuerzo, dedicación y compromiso. Con Aníbal -aseguró- nos conocemos hace muchos años; somos amigos personales y tenemos una excelente relación. Formamos parte de un mismo equipo, un equipo que lidera la presidente, que asigna a cada uno responsabilidades y el cumplimiento de objetivos y metas. Y eso es lo que vamos a hacer.
—Fernández dijo que era “un wing izquierdo habilidoso”. ¿Ud. sería el capitán del equipo?
—(Risas) Lo que tenemos que hacer todos como miembros del equipo de la presidente es hacer lo mejor posible con dedicación y esfuerzo, y con mucho sacrificio porque hay que recuperar varias pelotas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario