Año con año, desde mediados de octubre, casas y comercios se engalanan con una llamativa y siniestra decoración elaborada con elementos tales como gatos negros, calabazas esculpidas, palos de escoba, esqueletos, fantasmas, monstruos, murciélagos, etc. La gente se prepara para celebrar HALLOWEEN, el 31 de octubre.
Ese día, millones de niños en el mundo entero, recorrerán emocionados los vecindarios hasta altas horas de la noche disfrazados de brujas, fantasmas, monstruos y diablos para recolectar dulces y golosinas de los vecinos. Los más atrevidos verán películas de horror especialmente alquiladas para la ocasión en tiendas de video, jugarán a la tabla ouija, irán a los cementerios, intentarán establecer contacto con espíritus a través de una sesión o ritual espiritista y quizá mutilen o asesinen algún animal.
Pero HALLOWEEN, es al mismo tiempo, una fiesta de sangre, horror y ocultismo. Es la época del año en que, según Organismos Judiciales, más peligro corren niños y mascotas de ser secuestrados y mutilados para posteriormente ser sacrificados en ritos satánicos; y en la que más se cometen crímenes de culto, esto es, asesinatos relacionados con ritos satánicos. Es la fiesta más importante para brujos, miembros de grupos ocultistas y adoradores de Satanás.
La historia de esta celebración se remonta a la época de los druidas, que eran sacerdotes paganos que creían que cada 31 de octubre; fantasmas, espíritus, hadas, brujas y duendes salían a hacer daño a la gente. Afirmaban que Samhain, dios pagano de los muertos, convocaba a los malos espíritus de aquellos que habían muerto dura
Los druidas iban por los pueblos y por el campo en la víspera del 31 de octubre RECOGIENDO OFRENDAS PARA SATANÁS. Llevaban disfraces y máscaras puestas, además de faroles, bolsas para la ofrenda y bastones de punta afilada.
Durante esta actividad se creía que por la noche los espíritus de los muertos quedaban libres y buscaban lugares donde habían vivido para vigilar los campos, por eso las personas encendían fogatas para alejar a los demonios.
La Biblia es clara y tajante: " Que nadie ... practique la adivinación, ni pretenda predecir el futuro, ni se dedique a la hechicería ni a los encantamientos, ni consulte a los adivinos y a los que invocan a los espíritus, no consulte a los muertos, porque al Señor le repugnan los que hacen estas cosas " ( Deuteronomio 18, 10-14 ).
Durante esta noche : no permitan que sus niños salgan a la calle, lean en familia el Salmo 91, pidan protección a Jesucristo mediante su Sangre Preciosa y la cobertura de los ángeles.
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