El hecho ocurrió este jueves al mediodía, en pleno centro de Granadero Baigorria y la víctima, Edgardo Giménez, tenía 34 años. Un ladrón resultó herido de tres balazos.
La Capital |
Un comerciante de 34 años murió a la tarde de ayer luego de haber sido baleado en un intento de robo a su negocio en horas del mediodía. Edgardo Giménez, de 34 años, resistió a tiros un asalto mientras atendía su local "El Palacio de la Porcelana", en Granadero Baigorria. Como consecuencia del tiroteo resultó herido de tres balazos uno de los cuatro delincuentes que lo asaltó. Asimismo, producto de la feroz balacera —se levantaron más de 30 vainas servidas— también murió un perro de la víctima.
El homicidio conmocionó a los vecinos del centro baigorriense, donde la familia de la víctima posee desde hace más de 30 años ese negocio en la esquina de San Lorenzo y Alvear. El local está conectado por un patio interno con la casa de la familia, que vive por Alvear, y por los primeros datos que trascendieron hacia allí corrió el comerciante mientras se tiroteaba con los delincuentes.
Auto negro. Vecinos del negocio comentaban ayer que, cerca de las 11.30, Giménez estaba en la puerta de su negocio de San Lorenzo 1224 cuando en la puerta se detuvo un auto negro que podría ser un Toyota Célica o un BMW del cual bajaron cuatro hombres jóvenes armados con pistolas 9 milímetros. Los hampones golpearon al comerciante y lo obligaron a entrar al local.
Pero en circunstancias que ayer los investigadores intentaban establecer ayer, en un momento Giménez comenzó a disparar a los asaltantes con un revólver calibre 32. Así se produjo un intenso tiroteo luego del cual tres de los ladrones huyeron en el mismo auto en que habían llegado y, según se consignó, en principio no habrían podido concretar el robo.
En tanto, dos hombres quedaron gravemente heridos: el comerciante quedó tendido en el patio de la casa con un disparo en el abdomen y uno de los Alejandro A., de 28 años y oriundo de la zona sur de Rosario, quedó tendido en el local con tres balazos: uno en el hemitórax, otro en el brazo y el tercero en el cuello.
Según señaló un vocero policial, en la escena se secuestró una pistola Bersa calibre 9 milímetros que sería de uno de los hampones. Además se levantaron unas 30 vainas servidas.
Corridas. Oscar, un vecino que conoce a la familia desde hace treinta años, fue testigo involuntario de casi todo el hecho. "Cuando escuché los tiros y vi que el auto se iba me acerqué corriendo. Graciela, la madre de este chico, también llegó a las corridas y cuando vio todo se desmayó. Edgardo estaba tirado en el patio de la casa con un tiro en el estómago", dijo.
"Habrán sido como diez o doce tiros", contó el vecino y agregó: "Inmediatamente mi hija le avisó por señas a una chata de Gendarmería que venía por calle San Lorenzo. Al llegar los gendarmes se metieron al negocio y se encontraron con este muchacho (por el ladrón herido), morochito y de barba rala, que los insultaba desde el piso. Estaba baleado, no se podía mover".
Otra víctima involuntaria fue el perro pitbull que Giménez tenía como custodia de la tienda en la que, según contó una vecina, comercializaba "alhajas de oro, ropa de marca, regalos caros. Es una tienda tradicional y una de las más caras y mejor puestas de Baigorria".
"Edgar", como le decían a Giménez, era casado y tenía dos hijas pequeñas. "Era hombre fornido que practicó rugby mucho tiempo y creo que también practicaba artes marciales", acotó un vecino que vive en las cercanías de la familia Giménez"
Balacera. Los pesquisas suponen que en algún momento Giménez se liberó de sus captores y que, de alguna manera, pudo alcanzar un arma que llevaba encima o tenía escondida en el negocio. Así corrió hacia el patio y comenzó la balacera.
"Adentro había balas por todos lados y tiradas a un costado había dos pistolas 9 milímetros y un revólver calibre 32, puede ser que este último sea de Edgar. El iba a cazar y tenía escopetas y armas, pero era un tipo magnífico, muy buen muchacho", dijo Oscar.
Una vez que varios vecinos se acercaron al negocio levantaron al comerciante y lo llevaron en un auto hasta el Hospital Eva Perón, donde ingresó directamente al quirófano. Luego fue derivado a terapia intensiva y finalmente falleció alrededor de las 18.
Anoche, apenas se conoció la noticia de la muerte de Giménez, vecinos organizaron una manifestación espontánea en la que reclamaban por más seguridad en la zona y denunciaron "violaciones y mucha droga en Baigorria". En el marco de esa marcha, algunos convocaron a una movilización para hoy por la mañana en la plaza de la localidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario