El dirigente del PS quiere un acuerdo con la UCR para evitar las internas, aunque confía en sus posibilidades. El senador negó que dentro del partido de la rosa roja las candidaturas se resuelvan a dedo.
Diario UNO |
El senador provincial del socialismo, Miguel Lifschitz, intensificó en las últimas semanas su campaña para llegar a la Casa de Gobierno el año que viene. En ese contexto, dijo que el candidato del oficialismo en 2015 tendrá más chances que los otros contrincantes porque la actual gestión provincial está bien conceptuada, quiere llevar a un radical como compañero de fórmula y hoy ve más difícil enfrentar al PRO que al dividido justicialismo.
Lifschitz contó que las recorridas que realiza por todo el territorio son un caudal político muy importante en su estrategia, ya que de ese contacto personalizado en cada lugar surgen “proyectos y prioridades” sobre las cuales avanzar si llega al Sillón del Brigadier López. “Creo que un gobierno de cuatro años es un gobierno muy breve, en realidad el último año ya es electoral con lo cual la gestión real es de tres”, indicó.
En función de esos plazos, advirtió: “Si un gobernador no tiene muy en claro lo que quiere hacer y no lo tiene muy pensado, lamentablemente se pierde bastante tiempo hasta poder concretar las cosas. Mi aspiración, como ingeniero, y si los votos me acompañan, es llegar con un proyecto muy claro, con un equipo muy bien conformado y con prioridades bien establecidas para poder realizarlas en un período breve de gestión”, sentenció.
Al respecto, reconoció que su candidatura a la Casa Gris forma parte de una táctica que comenzó hace cuatro años, cuando optó ser postulante a la senaduría del departamento Rosario en lugar de competir por una diputación nacional. “Me pareció más importante quedarme en la provincia para consolidar nuestro trabajo en el territorio santafesino, y creo que los números me dieron la razón”, dijo.
“También –continuó– este tiempo en el Senado de la provincia me dio la posibilidad de tener un contacto directo con los referentes políticos del territorio: los senadores, los intendentes, los presidentes de comunas; y de conocer en profundidad la realidad de cada departamento. Me parece que esto, para pensar el gobierno de Santa Fe, es fundamental”.
“Uno tiene que aprender a manejar los tiempos en la política y saber cuándo es el momento adecuado, y también aprovechar los tiempos para poder seguir sembrando. Yo siempre digo que la política es una actividad de ahorro y capitalizaciones, como una caja de ahorro, donde se pone peso tras peso hasta que llega el momento de construir con ese capital algún proyecto específico. En política es igual, uno acumula experiencia, conocimientos, consensos, apoyos y en algún momento eso sirve”, manifestó el senador.
—¿El socialismo provincial tendrá congreso partidario para definir candidaturas?
—Nosotros, desde que está vigente la ley de primarias abiertas, no hemos establecido candidaturas. Hoy los partidos no tienen posibilidad de cerrar sus listas porque la ley provincial habilita a cualquier afiliado a poder competir dentro de las primarias.
“Probablemente no haya congreso, y yo creo que hoy por hoy existe una opinión ampliamente mayoritaria que va en un sentido, que es el que han planteado Binner y Bonfatti, mencionando mi nombre. De todas formas, no excluyo la posibilidad de que algún dirigente o algún afiliado de mi partido y de otros partidos puedan tener expectativas”, acotó.
—¿Lo dice por Rubén Giustiniani, por ejemplo?
—Sí, puede ser.
—¿Hace mucho que no habla con él?
—Hace bastante. Bueno, él está un poco más en los temas nacionales, supongo que tendrá más contacto con (el jefe del bloque del PS en Diputados, Juan Carlos) Zabalza, con Binner; y yo estoy más abocado a la gestión provincial. Ha manifestado su intención de competir, pero no aclaró en qué categoría, tiene todas las posibilidades de hacerlo.
—Giustiniani denunció que en el partido (socialista) se eligen los candidatos a dedo.
—Habiendo internas abiertas no hay posibilidad de ningún dedo. Va a ser el dedo de los ciudadanos el que, finalmente, va a elegir a los candidatos de cada uno de los partidos y de los frentes. Puede haber un candidato, dos, tres o cuatro, los que finalmente compitan.
La relación con los socios
—¿Cuál es la relación que usted tiene con el radicalismo?
—Las relaciones son buenas. La verdad es que venimos manteniendo buen diálogo, tanto institucional como informal, de manera permanente. Lógicamente, eso no excluye que cada partido tenga expectativas, aspiraciones, en el ámbito de la provincia y en los ámbitos territoriales. Muy probablemente haya algún nivel de disputa.
Según anunció, su objetivo “es tratar de reducir ese nivel de disputa al mínimo posible”. “Si pudiéramos acordar una fórmula común de gobernador y vice sería, a mi juicio, muy pero muy positivo e importante. Si no ocurre así, no pasa nada, porque en 2011 no lo pudimos lograr, pero tengo expectativas de que en esta oportunidad podamos avanzar”, expresó Miguel Lifschitz.
Al senador socialista también le interesa lograr acuerdos para los candidatos a senadores, ya que hay chances de ganar algunos departamentos que hoy están en manos del PJ. “Evidentemente necesitamos concentrar el esfuerzo de todos los partidos en un solo candidato. Lo mismo ocurre en las intendencias más importantes, y vamos a procurar lograr esos acuerdos porque todavía tenemos tiempo. Igual, todo dependerá de la voluntad de los distintos partidos y de los números (encuestas), y de cómo estén de aquí a fin de año o principios de 2015”, remarcó el dirigente del Frente Progresista, Cívico y Social.
—¿Su idea es tener un candidato a vicegobernador radical?
—Desde luego. Evidentemente, en un esquema de armonización de los dos partidos, la fórmula tendría que estar integrada por un socialista y un radical, y si uno fuera de Rosario el otro tendría que ser de la ciudad de Santa Fe. Parece que esa es la mejor receta para equilibrar, aunque es de uso y costumbre.
—¿Quién cree que será la mayor competencia para el FPCyS en los comicios de 2015, el PRO o el justicialismo?
—Yo creo que el Frente Progresista tiene un electorado bastante consolidado y después puede crecer un poco o algo menos de acuerdo al escenario de los otros partidos. Creo que el PRO también logró un espacio que hasta ahora lo sostiene, con un electorado que originalmente es del peronismo, pero que lo logró captar. Me parece que ellos tienen un voto más vinculado al reutemismo, en años anteriores.
“La gran incógnita es qué va a hacer el peronismo. Si realmente va a poner a algunos candidatos competitivos y va a lograr equilibrar la balanza, o si se va a mantener en un nivel de alta dispersión como aparece hoy, con lo cual va a diluir sus chances. Es prematuro hacer un diagnóstico hasta que no esté un poco más claro cuál va a ser el tablero”, completó el senador.
—¿Le gustaría enfrentar a alguien en particular?
—No, creo que cada partido hace su estrategia, defiende a sus candidatos. Nosotros creemos que el Frente Progresista si trabaja bien y hace un buen armado tiene altísimas posibilidades de retener el gobierno y darle continuidad al proyecto del frente, porque además la gestión de Bonfatti está muy bien conceptuada, tiene alta imagen positiva en todos los departamentos, por lo cual el candidato del oficialismo va a tener un respaldo fuerte de la ciudadanía.
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