El cese de actividades del personal arrancó anteanoche, conservó la atención mínima y continuaría hasta las 6 de hoy. La protesta era para reclamar por mayor seguridad en el nosocomio.
La Capital |
La tensión y la expectativa dominaban ayer a los directivos y al personal médico, paramédico y administrativo del hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez en el que, desde la noche anterior y hasta las seis de la mañana de hoy, se desarrollaba un paro total de actividades pero con atención de emergencias y con guardias mínimas. La protesta era para reclamar por mayor seguridad en el nosocomio a partir de los hechos de violencia registrados el lunes a raíz de la muerte de un bebé de 9 meses, presuntamente en un caso de mala praxis: familiares y allegados del niño causaron graves destrozos en las instalaciones y profirieron amenazas y agresiones contra el personal.
El nerviosismo se extendió también por distintos motivos a otros sectores de la ciudad, a raíz de una segunda movilización concretada alrededor de las 17 en la céntrica Plaza a la Madre, también para pedir seguridad y el castigo a los culpables de la muerte de un joven asesinado para robarle la moto.
La primera marcha y concentración ante el hospital, organizada por vecinos autoconvocados, y los mismos familiares del bebé fallecido había sido pautada inicialmente para las 15, pero fue postergándose a distintos horarios de la tarde hasta llegar a las 19 sin haberse concretado. Entre los empleados del llamado "hospitalito" de la calle Balcarce y Avellaneda existía el muy franco temor a que se repitieran los actos de violencia anterior y no faltaban quienes hacían referencia a un posible uso político de la situación por parte de algunos agrupamientos.
El Gámen mostraba ayer al público una abundante cartelería informando a los usuarios sobre la medida de fuerza, adoptada por unanimidad por los sindicatos Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y Sindicato de Médicos de la República Argentina (AMRA).
Elsa, enfermera y delegada de ATE, indicó a LaCapital que "la unidad sindical en este tema es absoluta. El paro estaba previsto inicialmente hasta las 15 de hoy (por ayer), pero la inquietud de los compañeros ante las versiones sobre cómo podían desarrollarse las cosas nos hicieron extenderlo hasta las seis de la mañana".
La delegada, visiblemente preocupada por la situación vivida indicó: "Nosotros comprendemos lo que pasó en el caso del bebé y el inmenso dolor de los familiares, pero no podemos aceptar las agresiones generalizadas. Somos trabajadores y no lo merecemos. Es muy penoso ver que las personas que te agreden son las mismas a las que uno atiende con toda dedicación".
Por su parte Fabián Andrada, un joven tío del bebé fallecido, renovaba sus acusaciones contra el personal del Gamen, mientras unos pocos vecinos autoconvocados se sumaron a sus duras críticas, ratificando reclamos por atención deficiente y malos tratos. "El bebé fue llevado por un cuadro leve de sarnilla, pero no tenía dolores y a la hora me avisan que había entrado en convulsión. Si este hospital no está a la altura de los problemas y sigue pasando esto, que cierre", concluyó Andrada.
Seguridad. Durante la mañana, la visita al hospital del ministro de Salud de la provincia, Mario Drisún, había dejado un saldo positivo. El reclamo del personal fue oído y desde el mismo mediodía dos agentes de policía y un patrullero pasaron a reforzar el sistema de seguridad del Gamen en forma permanente. No obstante una ola de rumores sobre posibles incidentes circuló durante toda la tarde por las redes sociales, lo que llevó a que la presencia policial se viera más reforzada aún, con una importante cantidad de efectivos circulando en sus móviles en una zona también vigilada por el personal de Gendarmería Nacional.
Las paredes del vecindario muestran todavía las pintadas con leyendas contra el personal del hospital efectuadas el día de los incidentes y los trabajadores del mismo exhibían los vidrios rotos y los daños en el interior de las instalaciones.
Silvina Ojeda, psicóloga y directora del hospital, expresó su preocupación por "los juicios anticipados que se hacen sobre el personal afectado al caso", en referencia a las acusaciones a la enfermera que atendó al pequeño fallecido, quien presentaba un caso de escabiosis (sarnilla) y que falleció en el Vilela de Rosario.
"Los trabajadores de este hospital ya nos sentimos condenados por este caso cuando no hay todavía una autopsia hecha". Con respecto a la enfermera acusada, señaló Ojeda que "la sociedad ya la condenó sin ningún argumento legal de por medio".
Justicia por Nacho. La guardia periodística montada ayer ante el centro de salud debió trasladarse a las 17 hasta la Plaza de la Madre, donde se concentraron los familiares de Ignacio Acosta, el joven de 23 años asesinado para robarle la moto en la esquina de Fornier y San Juan. Una columna integrada por familiares y amigos de Nacho entonaron duras consignas reclamando seguridad en medio del estallido de bombas de estruendo y con pancartas, interrumpiendo la circulación en la esquina de San Martín y Perón sin que, hasta el cierre de esta edición, se concretara una marcha unificada hacia el hospital como se rumoreaba.
De regreso en el hospital Ganem, el personal de guardia seguía atendiendo casos como el de un pequeño que fue atropellado por un auto. Recibió allí los primeros auxilios por un traumatismo de cráneo y luego tambien fue derivado a Rosario. Mientras tanto el personal policial de la custodia consideraba improbable pudieran producirse más incidentes.
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