En total, suman 860 los objetivos de Hamas atacados. El primer ministro Netanyahu descartó un alto el fuego. El norte israelí también fue atacado desde el Líbano.
Infobae |
La aviación israelí proseguía su ofensiva aérea este viernes, cuarto día de su pulso con el movimiento palestino Hamas, sin lograr poner fin a los lanzamientos de cohetes desde Gaza, pese al llamamiento de la comunidad internacional, inquieta, a un alto el fuego rápido.
Dos nuevos bombardeos aéreos dejaron seis muertos, incluyendo una mujer, la mañana del viernes en la franja de Gaza, indicaron fuentes médicas.
A su vez, un cohete lanzado desde el sur de Líbano alcanzó la mañana del viernes el norte de Israel sin provocar víctimas ni daños materiales, indicó a la agencia de noticias AFP una vocera militar.
Según responsable militares citados por la radio, estos lanzamientos no parecen obra de la milicia chiita Hezbola, que controla el sur de Líbano y no tiene "ningún interés en lanzarse a un enfrentamiento con Israel".
"Se trata sin duda de una pequeña organización palestina que desea expresar su solidaridad con Hamas, atacado por el Ejército israelí en la franja de Gaza", añadió la radio.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a un alto el fuego inmediato
A su vez, un cohete lanzado desde la franja de Gaza alcanzó este viernes una gasolinera en el sur de Israel provocando una gran explosión que hirió a tres personas, indicaron fuentes médicas y militares.
"Una ola de cohetes llegó a Ashdod y uno de ellos alcanzó una gasolinera causando daños considerables", dijo el ejército en un comunicado.
"Tres personas resultaron heridas, una de gravedad", dijo a la radio Eli Bin, un vocero de los servicios de emergencia, y explicó que se produjo un gran incendio en la gasolineraubicada en la ciudad portuaria de Ashdod, que está a 28 kilómetros de la franja de Gaza.
En plena escalada de la violencia, que el jueves dejó más de 30 palestinos muertos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon llamó a un alto el fuego inmediato en la apertura de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad.
La noche del miércoles al jueves, un misil mató a nueve palestinos que seguían la semifinal del Mundial entre Argentina y Holanda en un café cerca de Jan Yunes, según los servicios de emergencias.
Desde el inicio de la ofensiva el martes de madrugada han muerto más de 90 palestinos –las últimas cifras hablan de 94- y más de 500 han resultado heridos.
"Es más urgente que nunca intentar encontrar un terreno de consenso para lograr un retorno a la calma y a un acuerdo de cese el fuego", declaró Ban. El jefe de la ONU reiteró además "su llamado a ambas partes a mostrar la máxima moderación".
"Si continúa el fuego, no descartamos una incursión terrestre", dijo Shimon Peres
El presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó un llamamiento similar en una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que exhortó a poner fin a la confrontación y expresó su preocupación por las víctimas civiles.
El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó el jueves a Netanyahu su temor ante una escalada del enfrentamiento entre Israel y Hamas, y propuso su mediación para la instauración de un alto el fuego.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, alertó por su parte de que la región enfrentaba un "momento peligroso", tras conversar con Netanyahu y con el presidente palestino, Mahmud Abas.
El presidente francés, François Hollande, llamó por su parte a ambas partes a la "moderación" y expresó su inquietud por teléfono al presidente palestino Mahmud Abas.
En un comunicado, la UNICEF advirtió contra "los sufrimientos devastadores" infligidos a losniños de ambas partes.
Desoyendo los llamamientos internacionales, Netanyahu ha descartado un alto el fuego y se ha comprometido a endurecer la campaña contra Hamas.
El movimiento palestino ha replicado con una lluvia de cohetes contra el centro de Israel, más de 150 proyectiles, que en las últimas 48 horas han caído en los alrededores de Jerusalén y Tel Aviv e incluso llegado hasta Hadera, a 116 km al norte sin causar víctimas, aunque sí decenas de casos de personas traumatizadas.
Los médicos israelíes indicaron que una mujer murió el jueves, al día siguiente de caerse cuando corría para ponerse a cubierto.
Las sirenas resonaron, por segunda vez en dos días en Jerusalén, a 80 km de Gaza, y se oyeron una serie de explosiones en la ciudad cuando el sistema antimisiles Escudo de Acerointerceptó dos cohetes procedentes de Gaza, indicó el ejército.
Otros dos cayeron en campo abierto en la Cisjordania ocupada. Uno cayó cerca del asentamiento de Maaleh Adumim y el otro cerca de Ofer, una cárcel militar israelí al este de Ramala, sin causar daños ni heridos, según testigos y fuentes de seguridad.
Los militantes del brazo armado de Hamas, las Brigadas de Ezedin al Qasam, reivindicaron los ataque al anunciar que lanzaron "cuatro M75 cohetes contra Jerusalén".
Calles vacías
Para atender a los heridos de Gaza, Egipto abrió el paso fronterizo de Rafah, y puso en alerta a los hospitales de la zona, según la agencia oficial egipcia Mena.
La violencia ha vaciado las calles de Gaza y Tel Aviv, donde la población, temerosa, se pregunta dónde caerá el siguiente cohete o misil.
Israel ha confirmado por boca de varios dirigentes que está poniendo a punto una intervención terrestre. Desde hace unos días decenas de tanques están concentrados junto a la frontera de Gaza.
"Si continúa el fuego [de cohetes], no descartamos una incursión terrestre", dijo el presidente de Israel, Shimon Peres, al canal CNN el miércoles, advirtiendo que eso podría suceder "muy pronto".
El gobierno israelí ha autorizado la movilización de 40.000 reservistas por si decide lanzar la operación terrestre.
Desde el inicio de la operación, la mayor ofensiva militar israelí desde noviembre de 2012, el ejército ha atacado más de 860 "instalaciones terroristas", 110 de ellas el jueves.
En el mismo periodo, los militantes de Gaza lanzaron 490 cohetes, de los cuales más de 370 alcanzaron Israel y 87 fueron interceptados, anunció el ejército. De estos, 150 alcanzaron Israel el jueves y 24 fueron interceptados.
Los analistas apuntan que con estos disparos de cohetes Hamas y sus apoyos tienen el objetivo de arrastrar a Israel a una operación terrestre, para infligirle un elevado número de pérdidas.
La entrada de tropas israelíes en la franja las expondría a que Hamas las ataque con armas antitanque, como por ejemplo los misiles Kornet empleados por el movimiento libanés Hezbolá en la guerra de 2006.
Hamas también tendría la posibilidad de capturar a soldados israelíes de cara a un futuro intercambio de prisioneros.
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