A través de una invitación que le hizo llegar Cristiano Rattazzzi, presidente de Fiat Argentina, “Lole” giró con un Punto Abarth de la categoría monomarca que completa el espectáculo del Súper TC 2000.
Daniel Monticelli
Trae imnumerables recuerdos verlo nuevamente en una pista de carreras de autos a Carlos Alberto Reutemann. Es que después del quíntuple Juan Manuel Fangio, el santafesino fue (y es), un ícono dentro del automovilismo deportivo mundial. Durante sus diez años de permanencia nada menos que en la Fórmula 1, corrió en los mejores equipos de la época (entre 1972 y 1982), como Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Precisamente en la escudería de Frank Williams —de quien aún hoy es su amigo—, “Lole” se coronó subcampeón el 17 de octubre de 1981 en La Vegas, en aquel recordado Gran Premio, donde el brasileño Nelson Piquet se alzó con la corona de campeón a bordo de un Brabham.
Reutemann, además de sus grandes performances en el Turismo y el TC en Argentina, como asimismo en la Fórmula 2 Internacional, brilló en el Rally Mundial, cuando fue invitado a correr en nuestro país, entre otras hazañas. Posteriormente se dedicó a la política donde fue Gobernador de nuestra provincia en dos períodos y actualmente es Senador Nacional.
Pero ayer retornó a su gran pasión, los autos de competición. Mediante una invitación que le hizo llegar Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, entusiasta de la disciplina y también piloto, “Lole” accedió gentilmente y probó en el autódromo “Oscar y Juan Gálvez” porteño, un Fiat Punto Abarth de la categoría monomarca, donde el objetivo central es acompañar a Rattazzi en “los 200 kilómetros de Buenos Aires”, a disputarse el próximo 20 de julio.
Casi 40 vueltas
Ayer, junto a Rattazzi y el piloto/instructor de la Fiat Abarth Competizione, Gustavo Ariel Der Ohanessian —quien el domingo 20 se retira como “driver” del automovilismo—, giró en el circuito n° 8 del autódromo capitalino. Allí, dio unas 40 vueltas y su mejor registro fue de 1 minuto 33 segundos 9/10.
Como fue siempre su ritmo de trabajo en una pista, “Lole” poco a poco fue tomándole el pulso al auto y mejorando sus tiempos. “Es una alegría enorme. Nunca giré en un auto con tracción delantera y me resultó muy domable y confiable”, aportó Reutemann entusiasmado y muy feliz.
Su equipamiento para el test, incluyó las botas con las que competía defendiendo los colores de Ferrari. “Nunca desarmé el bolso” afirmó. Y a pesar de los años en los que se mantuvo fuera de las pistas, quedó claro que su talento se mantiene intacto.
Trae imnumerables recuerdos verlo nuevamente en una pista de carreras de autos a Carlos Alberto Reutemann. Es que después del quíntuple Juan Manuel Fangio, el santafesino fue (y es), un ícono dentro del automovilismo deportivo mundial. Durante sus diez años de permanencia nada menos que en la Fórmula 1, corrió en los mejores equipos de la época (entre 1972 y 1982), como Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Precisamente en la escudería de Frank Williams —de quien aún hoy es su amigo—, “Lole” se coronó subcampeón el 17 de octubre de 1981 en La Vegas, en aquel recordado Gran Premio, donde el brasileño Nelson Piquet se alzó con la corona de campeón a bordo de un Brabham.
Reutemann, además de sus grandes performances en el Turismo y el TC en Argentina, como asimismo en la Fórmula 2 Internacional, brilló en el Rally Mundial, cuando fue invitado a correr en nuestro país, entre otras hazañas. Posteriormente se dedicó a la política donde fue Gobernador de nuestra provincia en dos períodos y actualmente es Senador Nacional.
Pero ayer retornó a su gran pasión, los autos de competición. Mediante una invitación que le hizo llegar Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, entusiasta de la disciplina y también piloto, “Lole” accedió gentilmente y probó en el autódromo “Oscar y Juan Gálvez” porteño, un Fiat Punto Abarth de la categoría monomarca, donde el objetivo central es acompañar a Rattazzi en “los 200 kilómetros de Buenos Aires”, a disputarse el próximo 20 de julio.
Casi 40 vueltas
Ayer, junto a Rattazzi y el piloto/instructor de la Fiat Abarth Competizione, Gustavo Ariel Der Ohanessian —quien el domingo 20 se retira como “driver” del automovilismo—, giró en el circuito n° 8 del autódromo capitalino. Allí, dio unas 40 vueltas y su mejor registro fue de 1 minuto 33 segundos 9/10.
Como fue siempre su ritmo de trabajo en una pista, “Lole” poco a poco fue tomándole el pulso al auto y mejorando sus tiempos. “Es una alegría enorme. Nunca giré en un auto con tracción delantera y me resultó muy domable y confiable”, aportó Reutemann entusiasmado y muy feliz.
Su equipamiento para el test, incluyó las botas con las que competía defendiendo los colores de Ferrari. “Nunca desarmé el bolso” afirmó. Y a pesar de los años en los que se mantuvo fuera de las pistas, quedó claro que su talento se mantiene intacto.
EL LITORAL.
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