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domingo, 23 de febrero de 2014

Constructoras denuncian “extorsión” de Litoral Gas para habilitarles el servicio CRECE EL MALESTAR DE LAS EMPRESAS DE LA CIUDAD DE SANTA FE

La prestataria les exige hacer obras complementarias para reforzar la infraestructura general de la red de distribución. Hay edificios terminados que no pueden ser entregados a los compradores porque no tienen el gas habilitado. El testimonio de dos empresas locales y de clientes perjudicados.

El Litoral.

Las empresas que construyen edificios en la ciudad están siendo “rehenes” de la proveedora del servicio de gas, Litoral Gas. Quedaron en el medio del insistente reclamo de la firma para aumentar sus tarifas, que están congeladas desde 1999, y la consecuente falta de inversión en la infraestructura de la red de distribución de la ciudad.

Desde el año pasado, cuando quieren construir un edificio, Litoral Gas les exige que ejecuten y financien obras complementarias para reforzar la red, muchas veces en lugares distantes del área geográfica de la torre que levantan. El Litoral ya daba cuenta de esta situación en septiembre de 2013 bajo el título “Constructoras locales llevaron su preocupación a Litoral Gas”.

Las empresas quedan así entre la espada y la pared: o hacen los trabajos que les piden o, directamente, se dedican a otra cosa porque no pueden entregar departamentos sin un servicio esencial. Ante esa disyuntiva, terminan aceptando las exigencias.

“Es una locura pero somos rehenes de esto, no nos queda otra. Nos sentimos realmente extorsionados pero es la única forma que hay para seguir construyendo”, confesó Dalmiro Saux, de Saux Wernly Construcciones.

En junio del año pasado, su empresa terminó el edificio que está en 25 de Mayo 2764. Y para que le habiliten el servicio de gas -lo que ocurrió cuatro meses después- tuvo que hacer tres obras complementarias de extensión de redes: un cruce por debajo de bulevar Pellegrini, desde Perón hasta Cándido Pujato, de unos 200 metros; otra en el gasoducto Moreno, desde bulevar Zavalla hasta San José, de una extensión de 500 metros; y otra más pequeña, para alimentar el nuevo edificio, de 50 metros desde Irigoyen Freyre hasta 25 de Mayo. Mientras tanto, algunos propietarios se instalaron con garrafas en los departamentos.

Además, la prestataria ya le encargó más obras adicionales, también de extensión de redes, para proveer gas a dos torres que tiene que entregar en agosto: una en Urquiza al 3000 y otra en La Rioja y Urquiza. “No sabemos cuánto cuestan porque todavía no nos dijeron qué obras nos van a dar”, dijo Saux. Los tiempos de la prestataria no son los mismos que los de las firmas constructoras, con lo cual no pueden estimar los costos totales antes de arrancar las torres ni terminar las obras complementarias al mismo tiempo que sus edificios.

Terminado y sin habitar

En diciembre del año pasado, de acuerdo al plazo previsto, Benuzzi Construcciones terminó la torre de General López 2882 que, de paso, es la única en la ciudad que cuenta con un sistema de retardadores pluviales. Pero, aunque entregó los departamentos a sus compradores, permanece deshabitada. El motivo: Litoral Gas no suministra el vital servicio.

“Antes de empezar la obra, pedimos y obtuvimos la factibilidad de Litoral Gas, un trámite obligatorio para que la Municipalidad otorgue el permiso de obra”, comenzó relatando Publio Benuzzi.

Terminada la obra, solicitaron el suministro de gas, que llega hasta la vereda, y les respondieron que no es posible dárselos porque “como Enargas no le permite actualizar sus tarifas y no reciben subsidios, a partir de ahora, todo edificio de más de 10 departamentos tiene que hacer una obra complementaria donde ellos nos digan”.

—¿Qué les respondió?

—Me bajé los pantalones y les dije: “La hago, acepto, aunque no corresponda”. No podía meterme en Tribunales, con sus tiempos, y todos mis compradores queriendo entrar.

Y se encontró con la sorpresa de que le exigían que la obra sea ejecutada por una sola empresa: Winkelmann. “Nos contactamos con ellos y nos dijeron que todavía no tenían los planos de Litoral Gas, no sabían qué tipo de obra querían, con qué tipo de caños. Después de dos o tres meses, nos pasaron un presupuesto: $ 1.450.000”.

—¿Para hacer qué?

—Eso es lo que le preguntamos nosotros. No te explican, teníamos que poner esa plata. Y ¿qué llegamos a decir? Listo, lo hacemos. Basta. Porque mi decisión ya estaba tomada: en esta ciudad no pongo un mango más. Pero no puedo, por este conflicto, tener a los que compraron sin poder entrar. 

Y qué nos dice Litoral Gas entonces: que suspendieron a Winkelmann. Y ahí descubrí que ellos quieren conflicto, ellos quieren tenernos de rehenes a todas las empresas constructoras para que hagamos lo que estamos haciendo ahora: lío, para que de esta manera Enargas le permita aumentar la tarifa cuando llegue el punto en que la ciudad se quede sin gas. Lo van a llevar a eso.

Ante este inconveniente, la firma Benuzzi pidió una audiencia con los jefes máximos de la empresa, en la delegación de Rosario. “Fue peor: cuando les dijimos que íbamos a tener que judicializar esto nos contestaron ‘háganlo, nos están haciendo un favor. Ahora ojo, vamos a ver qué juez, por darle gas a ustedes, deja sin servicio a toda la ciudad de Santa Fe. Porque en junio, cuando haga frío, le adelanto, no hay gas en Santa Fe”, contó Benuzzi, todavía asombrado por las respuestas que recibió de las máximas autoridades de la concesionaria.

Y de repente cayó en la cuenta: así las cosas, “las constructoras podemos convertirnos en vendedores de mala fe. Porque al principio no sabíamos todo esto, pero ahora ya lo sabemos. ¿Podemos seguir vendiendo departamentos en estas condiciones?”, se preguntó.

Fideicomiso, la opción

Ante este panorama, los representantes de empresas constructoras locales como las dos mencionadas, CAM, Pilay y otras mantuvieron un par de reuniones en la intendencia santafesina. Allí, junto a José Corral, analizaron la posibilidad de crear un fideicomiso para afrontar una obra de .000.000 (estimado a hoy) que permita dotar a la ciudad de varias miles de nuevas conexiones domiciliarias: 4.800, según las estimaciones de Litoral Gas, y 10.000, según las empresas. (Ver: El municipio redacta...)

En achicar esa diferencia y en la redacción de un convenio que firmen las constructoras dispuestas a integrar el fideicomiso, Litoral Gas y el municipio -que participaría de la inversión- está hoy la puja de la negociación.

Nadie arriesga cuánto tiempo más puede llevar su conformación y puesta en marcha. Menos en el actual contexto de incertidumbre general. Pero, por la presión que ejerce Litoral Gas para que otros hagan lo que no hizo, hasta el momento parece ser el único camino posible para que la ciudad no pierda inversiones inmobiliarias, y su consecuente derrame sobre la actividad económica y el empleo; y los empresarios de la construcción puedan continuar con su negocio.

Compradores damnificados

* Carlos Egaña compró un departamento en la torre de General López 2882 que construyó Benuzzi. Al mismo tiempo vendió su casa, donde ya tiene casi todo embalado. Pero no puede mudarse porque Litoral Gas no ha habilitado el servicio.

“La empresa nos entregó la posesión en diciembre pero sin ese servicio vital no podemos mudarnos. Esto nos complica porque tampoco puedo entregar mi casa y yo también entro en la cadena de los que no podemos cumplir los compromisos asumidos. Y nosotros, como adquirientes, estamos siendo cautivos de esta disputa. Creo que debe intervenir el Estado municipal y provincial, para buscar una solución en conjunto con las desarrolladoras, porque está en riesgo una actividad económica de la ciudad que genera otras fuentes de trabajo”, dijo a El Litoral.

* Carlos Chichizola todavía no finalizó la operación. Tiene hecha una reserva sobre el segundo piso de la misma torre para instalar un laboratorio de análisis bioquímicos de alta complejidad, para lo cual el gas es esencial. Pero “esta situación ha frenado nuestro desarrollo; no puedo decidir cómo seguir en tanto no me aseguren la provisión. Esto sale fuera de toda lógica, me tiene sorprendido y no puedo cerrar el negocio en estas condiciones porque son inversiones muy grandes”, contó.

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