Más allá de algunos matices y ciertos enojos por una cuestión de “cartel”, hay un pleno consenso dentro del radicalismo santafesino para apoyar la reforma de la Constitución. Lograr el consenso de todas las fuerza políticas es el desafío para que la Legislatura habilite la iniciativa oficial.
La Capital |
Más allá de algunos matices y ciertos enojos por una cuestión de “cartel”, hay un pleno consenso dentro del radicalismo santafesino para apoyar la reforma de la Constitución provincial que promueve el gobernador Antonio Bonfatti.
Cuando el titular de la UCR santafesina, Eduardo Galaretto, convoque al resto del partido para discutir el tema y llevar una posición común a la reunión con Bonfatti, los dirigentes del radicalismo plantearan su vocación “reformista” y avalarán los puntos que el gobernador se propone modificar de la Carta Magna.
Persiste, de todos modos, un malestar de los radicales por la forma en que Bonfatti instaló el tema en la agenda pública.
Por lo que pudo saber LaCapital, la idea de reformar la Constitución sobrevoló el último tramo de una conversación, asado mediante, en una reunión de la mesa bilateral entre socialistas y radicales. Fue dos semanas antes de las elecciones primarias de agosto.
En la mesa estaban Santiago Mascheroni, Felipe Michlig, Darío Boscarol y Julián Galdeano, por la UCR. Eduardo Di Pollina, Miguel Lifschitz, Rubén Galassi y Joaquín Blanco asumieron la voz socialista. Esa vez, el tema de la reforma insumió muy poco tiempo en el largo debate sobre otros asuntos. Sin embargo, días después, Bonfatti blanqueó la cuestión a los medios y los radicales se enteraron por esa vía de las verdaderas intenciones del mandatario socialistas. Hubiesen preferido tener primero los detalles de los puntos a reformar y avanzar en un plan conjunto para preparar el escenario político que abra la discusión al resto de los partidos.
Sobre este punto en particular, el diputado radical Maximiliano Pullaro difiere sobre la modalidad de discusión interpartidaria que encarará Bonfatti. “Soy de la idea de que se debe arribar a un consenso lo más amplio posible. Para eso, no sólo hay que llamar a los partidos con representación parlamentaria, sino a todas las fuerzas políticas de la provincia”, opinó el legislador del departamento General López, y puso como ejemplo el caso de la democracia progresista, que no cuenta con ningún representante en la Legislatura, pero es un partido que tiene incidencia territorial en varios puntos de la provincia.
Pullaro confió que en la UCR hay vocación y acuerdo para trabajar en pos de modificar la Carta Magna. “El radicalismo siempre tuvo una posición reformista y seguramente vamos a acompañar la idea del gobernador”, adelantó.
El diputado dijo además que en el ámbito de la Legislatura, a excepción del PRO, hay consenso para discutir y viabilizar los puntos a reformar: reelección del gobernador, una sola reelección para los legisladores, extender el mandato de los presidentes comunales, darles rango constitucional al Consejo de la Magistratura y a la autonomía municipal, además de incorporar los denominados derechos de tercera generación, que atañen a la problemática ambiental y a los derechos del consumidor, entre otros.
“El legislador no puede pasar toda su vida política dentro de la Legislatura, por lo que me parece acertado acotar este mandato a dos períodos consecutivo”, subrayó Pullaro.
Un senador que va por su cuarto mandato consecutivo es Felipe Michlig, representando al departamento San Cristóbal. “En mi caso parece una contradicción, pero estoy totalmente de acuerdo con limitar la reelección indefinida de los legisladores”, dijo Michlig cuando LaCapital lo consultó específicamente sobre este punto que Bonfatti propuso modificar.
“Para un legislador, tener ocho años de mandato es un plazo razonable para llevar adelante su proyecto. Me parece perfecto, está bien. Además, va a permitir que la dirigencia se renueve, y esto es saludable para el sistema democrático”, agregó Michlig.
Michlig, al igual que Pullaro, cree que primero se debe arribar a un acuerdo firme y amplio dentro de los socios políticos del Frente Progresista. Esa posición uniforme y monolítica, dicen, le permitirá luego negociar con mayor fuerza con el PJ, el partido que tiene la llave para abrir la discusión de la reforma, ya que cuenta con mayoría en ambas Cámaras.
Ambos declararon que sus opiniones eran a título personal, ya que todavía, de manera orgánica, la UCR no convocó para discutir el tema entre pares. Se espera que en esta semana exista un llamado de Galaretto en ese sentido y los radicales comiencen a analizar la posición que le llevarán a Bonfatti cuando se inicie la ronda de consultas.
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