Con la participación de más de 300 alumnos y docentes, se realizó en Santa Fe el acto de cierre del proyecto “La Escuela se Mueve”, destinado a aumentar el conocimiento sobre los beneficios que tiene para la salud (biológica, psicológica, social) la actividad física.
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El mismo tuvo lugar en el Instituto Superior de Educación Física (Isef) N° 27 “César Vázquez”, de la capital provincial, y del mismo participaron la directora de Promoción y Prevención de la Salud, Andrea Uboldi; la responsable del Programa Provincial de Prevención de Enfermedades No Transmisibles, Gabriela Sosa; el director provincial de Educación Privada, Germán Falo; el deportólogo y colaborador en el proyecto, Julio Rico; los integrantes del área de Adolescencia provincial, Alberto Simeoni y Diego Piedrabuena; y el director del Isef, Germán Incarbone, entre otros.
Uboldi explicó que uno de los objetivos que se trazaron fue "visibilizar al profesor de Educación Física como un promotor de la salud en el ámbito escolar, y fomentar condiciones y hábitos que favorezcan los distintos aspectos de una salud integral en relación a las condiciones de su contexto".
En ese sentido, indicó que "la obesidad se ha convertido en uno de los mayores retos de la salud mundial en el siglo XXI. Su aumento entre los niños y adolescentes es particularmente alarmante, dado las complicaciones asociadas, metabólicas y cardiovasculares".
Al respecto, la funcionaria reseñó que en la actualidad “son varios los problemas que afectan la salud: obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, tabaquismo, alcoholismo, adicciones, ansiedad, depresión, falta de adaptación al medio ambiente, etc. A todos estos problemas, generalmente nosotros mismos los provocamos, por falta de ejercicio, una mala alimentación, o falta de atención integral hacia nuestro cuerpo, mente y espíritu, y esto afecta directamente nuestra calidad de vida", puntualizó.
En ese marco, valoró el rol de la escuela al explicar que se trata de “una institución clave para la realización de programas de promoción de hábitos saludables, teniendo en cuenta que los comportamientos que se instauran en la infancia y en la adolescencia tienen una gran probabilidad de mantenerse en la edad adulta”.
De igual modo, el involucramiento de más jóvenes en actividades de promoción de la salud “puede reducir notablemente el riesgo de enfermedades prevenibles y otras consecuencias negativas para el desarrollo personal de los jóvenes y consiguientemente incrementar el estado de salud de la población”, concluyó.-
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