La Policía Bonaerense encontró restos humanos en una zona descampada detrás de un cementerio de González Catán, y se espera la confirmación de un perito forense para saber si se trata o no del cuerpo de Aída Amoroso (81) -la dueña de la casa donde había sido citada Araceli Ramos (19) antes de ser asesinada-, cuyo paradero continúa siendo un misterio.
Tras la aparición del cuerpo sin vida de Araceli, la investigación se concentra en la búsqueda de Amoroso, quien falta de su domicilio desde el mes de agosto, aunque los vecinos lo advirtieron recién al conocerse la desaparición de la joven, cuando las primeras pistas apuntaron al domicilio de la calle Puán al 3700, en la localidad bonaerense de Caseros.
En las últimas horas, según trascendió, un remisero declaró en la fiscalía de San Martín haber llevado hace casi un mes al único acusado por la muerte de Ramos, el ex prefecto Walter Vinader (38), hasta la zona del cementerio Jardín de Los Ceibos de González Catán -kilómetro 31,5 Ruta 3-, partido de La Matanza. El sospechoso le habría dicho al chofer que debía trabajar allí en la instalación de una antena.
A raíz de esta nueva pista, la Policía montó un operativo de rastrillaje en los alrededores del cementerio, donde fue dispuesta una máquina retroexcavadora y perros entrenados, con el objetivo de hallar algún rastro de Aída.
El único detenido por el caso es el ex comando de la Prefectura Walter Vinader, quien fue denunciado por un remisero -no el mismo que declaró ayer- que se presentó ante la justicia ante la que declaró que lo trasladó desde su casa en el barrio porteño de Mataderos hasta el descampado de Villa Madero para -supuestamente- arrojar un bolso con antenas, según la declaración del chofer. Allí fue encontrado ayer el cuerpo de Araceli Ramos.
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