El Santo Padre recibió el presente de manos del alcalde de la Ciudad. En portugués impartió la bendición a las insignias de los próximos juegos.
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El papa Francisco partió a las 9:20 de la residencia Sumaré rumbo al Palacio de la Ciudad donde recibió las llaves simbólicas de Río de Janeiro. Al llegar, fue recibido por el alcalde y otros funcionarios locales. Tras recibir el presente, y ante unos 300 invitados, el Santo Padre bendijo la bandera olímpica.
El Papa, como siempre, relajado y amable, saludó e impartió la bendición a todos los asistentes presentes en el Palacio de la Ciudad y a sus familias.
En su tercer día de visita a Brasil, el Pontífice tiene una cargada agenda, que incluye la visita a la peligrosa favela Varginha.
“Cuando venga a mi casa, besaré los pies del Papa Francisco”, dijo emocionada Amara Marinha, de 82 años, una de las vecinas cuyo humilde hogar fue elegido para la visita papal, en este barrio muy golpeado por la criminalidad, al punto que algunos lo llamaban“franja de Gaza”. Por lo menos así era, hasta enero de este año, cuando las autoridades lo incluyeron en su programa de pacificación.
En minutos el pontífice visitará la pequeña favela de Varginha, uno de los muchos barrios pobres de Río, azotados por la marginalidad social, la violencia y el narcotráfico.
Esta no es una realidad nueva para el Papa quien, como arzobispo de Buenos Aires dedicó mucho de su tiempo y energía a recorrer las periferias de la capital argentina: el entonces cardenal Jorge Bergoglio enviaba siempre a los mejores sacerdotes a los vecindarios más pobres y con ellos organizó una pastoral villera que se destacó y se destaca aún por su lucha para sacar a los jóvenes de la droga.
Antes de viajar a Lampedusa, la isla italiana que alberga a miles de inmigrantes norafricanos que huyen de la violencia y la miseria, el Papa había exhortado a los católicos a ir a “las periferias geográficas y existenciales del mundo”.
Y si una realidad simboliza esas periferias es sin dudas la que representan las favelas o villas miserias que jalonan todas las grandes ciudades latinoamericanas evidenciando que, pese al crecimiento económico de estos años, la justicia social es todavía una deuda.
Con su visita, el Papa busca vencer esa “globalización de la indiferencia” que insensibiliza a la sociedad y a sus líderes ante el sufrimiento ajeno, como lo admitió la propia presidente del Brasil, Dilma Rousseff.
Con alrededor de 2.000 habitantes, Varginha es una de las favelas más pequeñas de Río. Está rodeada por dos cursos de aguas servidas y por una carretera muy transitada.El Papa visitará la capilla, cuyo altar bendecirá, y luego recorrerá un kilómetro a piehasta un campito de fútbol donde hablará a la comunidad. También visitará algunas casas.
Agenda del Papa para este jueves 25 de julio
07:30 (10:30 GMT) Santa Misa en privado en la Residencia de Sumaré, Río de Janeiro
09:45 (12:45 GMT) Entrega de las llaves de la ciudad al Santo Padre y Bendición de las banderas olímpicas en el Palacio de la Ciudad, Río de Janeiro
11:00 (14:00 GMT) Visita a la comunidad de Varginha (Manguinhos), Río de Janeiro.Discurso del Santo Padre
18:00 (21:00 GMT) Fiesta de acogida de los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana, Río de Janeiro. Saludo y discurso del Santo Padre
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