Sucedió esta madrugada cuando los empleados municipales descubrieron que en ese lugar se ofrecían servicios sexuales. Hubo golpes, insultos y hasta una persecución hasta un bar de Pellegrini y Corrientes.
La Capital |
Un violento incidente se produjo esta madrugada en el centro de la ciudad cuando inspectores municipales procedían a la clausura del conocido cabaret "El palacio Berlusconi". La resolución de los empleados municipales, que habían constatado que allí se brindaban servicios sexuales, derivó en una catarata de insultos y agresiones físicas por parte de los empleados del local, clientes y hasta de mujeres que ejercían la prostitución en el lugar. Pero lo más insólito es que los ataques no quedaron circunscriptos al negocio sino que los agresores persiguieron a los inspectores hasta un bar de Pellegrini y Corrientes donde allí también causaron daños en el mobiliario y un verdadero escándalo.
Así lo contó hoy Gregorio Ramírez, titular de la Dirección de Inspecciones de la Municipalidad de Rosario. "Hace tres horas medias, junto con dos inspectoras, salimos a hacer una recorrida de rutina como se hace a la hora de controlar boliches como cabarets y whiskerías. Llegamos al tradicional Palacio Berlusconi, ubicado Sarmiento al 1200. Al constituirnos en el lugar, de manera personal vi a dos personas teniendo relaciones sexuales. Hay una ley nacional que lo prohíbe, la ley de profilaxis, por lo cual se dispuso la clausura del local", relató el funcionario.
Según Ramírez, frente a la notificación de la clausura se produjo la violenta reacción de empleados y clientes. "Ante esto recibimos una agresión inesperada. Agresión física, verbal, nos han tirado con vasos, nos han sacado a empujones del lugar, tuvimos que convocar a la Guardia Urbana Municipal que nos tuvo que custodiar. Las dos inspectoras mujeres estaban muy nerviosas. Fuimos a un bar de Pellegrini y Corrientes, a Marbella, a tomar algo para poder tranquilizarla. Nos persiguieron. Entraron al bar y rompieron mesas, vasos y demás. Fue un nivel de locura y de violencia impensada frente a algo enlo que actuamos siguiendo una política que la intendenta viene planteando en relación al correcto funcionamiento de los cabaret. En ninguno de esos locales puede haber personas teniendo relaciones sexuales. En en este caso, el director lo vio y se le impuso la falta".
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