La postal que ofrece Barquisimeto es propia de un lugar que combina dos mundos opuestos. De contrastes. No se necesita de demasiado tiempo para darse cuenta de que su espíritu tradicionalista se fusiona con esa fisonomía de la globalización que se impone a ritmo de machete. En medio de lo atrapante que asoma esta ciudad aparece el fútbol con su halo movilizador de sentimientos. Con ese símbolo de pertenencia que se refuerza gracias a partidos como el que deberá afrontar hoy Newell's frente a Deportivo Lara por la Libertadores.
/La Capital |
En un encuentro de Copa nunca hay espacio para lo superfluo o insustancial. Siempre entrega misterios y descubrimientos a cada paso.
Por donde se lo mire, el partido no tiene nada de sencillo para Newell\'s. Porque pondrá en juego su estatura de equipo en más de un sentido. El calibre estará puesto en lo emocional, futbolístico y colectivo. También hará de fiel termómetro para medir la personalidad y el carácter competitivo rojinegro para conocer sus ambiciones coperas en la primera salida al exterior.
Si bien el porrazo del domingo ante Lanús debe encuadrarse en otra historia porque Martino optó por una formación remendada, igual no debe menoscabarse los daños colaterales que pudo haber dejado ese acto fallido en el Coloso. Deportivo Lara no asoma como un rival para convocar a los tremendismos de ocasión, igual los 90 minutos reclamarán una mentalidad granítica y un firme convencimiento para imponer un estilo.
Esta vez no habrá margen para estados dubitativos. Ni tampoco para darse el lujo de mostrarse condescendiente ante vacilaciones o errores de planificación. Además, el triunfo del martes de Olimpia ante la Universidad de Chile abrió las puertas de un escenario para los mejores augurios futuros de Newell\'s. Una victoria en Venezuela lo ubicará como líder con seis puntos y, de no ocurrir nada extraño, transitará por un camino calmo hacia la clasificación.
Por más que se advierta que Newell\'s se encuentra en un plano superior en varios rubros, tampoco debería confiarse en exceso de esa supuesta inferioridad venezolana. Más que nada porque los encuentros por la Libertadores, más de visitante, suelen entregar sorpresas. Ese favoritismo que rodea en la previa a Newell\'s puede ocultar esas dificultades agazapadas.
Pero así como estos choques imponen sus propios códigos, también se sabe que un buen estreno copero afuera de casa influye en la predisposición, ayuda a espantar los nervios y además infunde señales de respeto en los futuros rivales.
De Deportivo Lara no se espera ese ánimo conservador que animó históricamente a los equipos venezolanos. Por aquí hablan de una formación que no tiene en sus genes emboscarse contra su arco. De la misma manera cuentan que es un equipo más preparado para aprovechar los descuidos ajenos que para forzarlos por su búsqueda. Para contrarrestar eso, Newell\'s propondrá lo conocido. Intentará bordar juego con más soporte téc nico que velocidad cuando la pelota pase por los pies de Pablo Pérez o Figueroa.
Y esa propuesta integradora, que tan buenos réditos le dio desde que está Martino, tendrá en Maxi y Scocco a los dos anzuelos ideales para pescar la victoria. Se supone que con la vuelta de Heinze (ayer entrenó aparte y si no llega va López, ver página 4) la estantería defensiva encontrará equilibrio, y el resto del planteo correrá por cuenta de la lucidez creativa que tenga Newell\'s para esperar el momento de imponer sus individualidades.
Hace rato que el fútbol se acostumbró a desacreditar los rótulos categóricos. No siempre ser el mejor te asegura el éxito. Igual, Newell\'s está en condiciones de esquivarle a cualquier trampa que pueda tenderle el partido. Tiene un equipo que nunca baja la mirada y que dio muestras de estar dispuesto a lanzarse hacia ese sueño copero que tantas veces le fue esquivo.
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