Sin la presencia de los diputados del Frente y del Pro, la Cámara de Diputados de la provincia votó la primera interpelación a un ministro de Seguridad en más de veinte años. La resolución salió por unanimidad: 27 a 0.
La Cámara de Diputados aprobó anoche la interpelación del ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, para el miércoles 21, a las 10.30, después de un intento fallido de los legisladores del Frente Progresista y el Pro de dejar sin quórum la sesión para sumarse a los cacerolazos del 8 N. Tras un cuarto intermedio de más de una hora, el interbloque del PJ logró reunir a todos sus diputados: Oscar Urruty estaba cerca de Rosario, a 125 kilómetros de Santa Fe, cuando pegó la vuelta por la autopista, hasta la Legislatura. Su colega Darío Vega, lo mismo, regresó desde las cercanías de San Justo, por la ruta 11. Y Alejandra Obeid, interrumpió una licencia por embarazo. Los tres, para dar quórum y votar la primera interpelación a un ministro de Seguridad, en más de veinte años. La resolución salió entonces por unanimidad: 27 a 0, porque el presidente de la Cámara, Luis Rubeo, no tuvo necesidad de levantar la mano. "Hicimos lo que había que hacer", dijo Urruty, cuando el bloque mayoritario festejó el resultado con aplausos y abrazos.
La jornada pintaba tranquila hasta la tardecita, cuando los siete diputados de Unión Pro Federal se fueron a cacerolear a la plaza de Mayo, frente a la Casa Gris. "Ya habían avisado", los justificó su colega del ARI, Ariel Bermúdez. Una retirada que encabezaron los ex reutemistas Norberto Nicotra y Alejandra Vucasovich; a quienes siguieron los cuatro macristas: Federico Angelini, Germán Mastrocola, Demetrio Alvarez y Raúl Fernández, el operador de confianza del cómico y jefe del Pro, Miguel Torres del Sel. La fila cerró con Miram Cinalli, esposa del ex compañero de fórmula del Midachi, Osvaldo Salomón, que desde la sanción de la reforma tributaria armó su propio bloque.
Eran las 19.30. Algunos diputados del Frente Progresista ya también habían comenzado a levantar sus cosas y a marchar, juntos con los del Pro. Otros esperaron un poco más, pero también se fueron. El PJ se quedaba entonces con sólo 24 legisladores y sin número para sesionar. El presidente de la Cámara, reaccionó rápido: "Diputado Lago, pida un cuarto intermedio", le reclamó a su colega. Lago estaba en pleno discurso para fundamentar otro proyecto de ley. Cuando levantó la mirada, Rubeo ya había anunciado: "Pasamos a un cuarto intermedio".
Ya no quedaban ningún socialista ni radicales. Urruty y Vega estaban de viaje, uno hacia Rosario y el otro hacia Las Toscas, en el norte santafesino. Así que la espera se prolongó más de una hora, aunque matizada por el balconeo del oficialismo. El diputado de la UCR, Edgardo Martino volvió al recinto para buscar una birome en su banca y lo chicanearon con un aplauso. Su colega del ARI, Ariel Bermúdez, se mezcló en un cruce de bromas con los peronistas. Y otro radical, Maximiliano Pullaro ingresó al recinto con un papelito en la mano, pero dio media vuelta y se fue.
A las ocho y media de la noche, comenzaron a dibujarse las sonrisas. Apareció Alejandra Obeid, flamante mamá: apenas pisó la alfombra roja del recinto, sus compañeros de bloque la recibieron con una ovación. No venía desde el nacimiento de Juanita, el 20 setiembre. Más abrazos. "Vine por mi cuenta. Nadie me llamó. Me enteré que faltaba quórum y me dije: \'Alejandra Obeid tiene que estar ahí\'". Y así fue.
Rubeo ya se había paseado por los pasillos de la Legislatura. Y ante cada periodista que se cruzaba repetía: "No tenemos quórum porque los diputados del Frente Progresista y del Pro se fueron al 8N". Al rato, volvió al recinto y anunció a otros colegas: "Faltan dos, Vega y Urruty, pero que ya están viniendo", dijo. La espera se matizaba batir palmas y hasta el susurro de la marcha peronista. El clima ya había cambiado.
A las 20.20, ingresó el Darío Vega. Otro aplauso. Estaba cerca de San Justo, en viaje a Las Toscas, cuando lo hicieron volver a la Legislatura. Y unos minutos después apareció Urruty. Eran 27 diputados del PJ, más Rubeo.
El presidente de la Cámara dio por finalizado el cuarto intermedio, anunció que había quórum legal y se votó el proyecto para interpelar a Lamberto, por 27 a 0. El último ministro de Gobierno que pasó por una interpelación en el recinto fue Alberto Didier, en el gobierno de Víctor Reviglio, en 1991. Hace 21 años.
"Había un consenso político. Habíamos firmado el despacho para que Lamberto viniera a dar explicaciones a la Legislatura por la crisis institucional que vive la provincia. Pero esta situación emergente de que la sesión se quedó sin quórum porque los socialistas, los radicales y los del Pro decidieron sumarse al 8N, nos obligó a utilizar la mayoría que tenemos en la Cámara. Logramos reunir a todos los diputados del PJ en sus bancas y hicimos lo que correspondía", dijo Urruty.
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