El empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel aseguró que el sector “aún no invierte lo que debería”. En una entrevista con Infobae.com en el Coloquio de IDEA, aseguró que se debería dar un paso atrás con las medidas en torno al cepo cambiario.
Las declaraciones fuertes o polémicas todavía no dieron el presente en el 48º Coloquio de IDEA, el encuentro anual que reúne a políticos, economistas y empresarios en la ciudad de Mar del Plata. Esta tendencia también marcó las palabras de Gustavo Grobocopatel, empresario agropecuario y el rey de la soja.
En un panel donde planteó una nueva etapa de la “bioeconomía”, el presidente de Los Groboaseguró que la Argentina está al frente de un nuevo desafío: “la revolución industrial verde”.
El empresario destacó que no sólo se cuenta con la materia prima para esa revolución, sino “también con los científicos y biólogos que están esperando el llamado para liberarse de las ataduras de los laboratorios y del Estado”. Un Estado que aún no se encuentra preparado porque “está concentrado debatiendo temasantiguos con métodos antiguos”.
Si bien fue enfático y expresó su admiración por el discurso de apertura del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue medido y cauto al referirse a la actualidad de Argentina.
En diálogo con Infobae.com aseguró que el país debe exportar pero también importar –en referencia a las barreras proteccionistas–, dijo ser optimista con que el Gobierno vuelva atrás en sus medidas sobre el cepo cambiario y expresó que la inversión del agro aún es insuficiente. “La gente invierte a corto plazo, o no invierte, para protegerse de un posible shock”.
-El ex presidente de Brasil, Lula da Silva, llamó a crear compañías binacionales entre Argentina y el país vecino. ¿El sector agropecuario está trabajando en este sentido?
Coincido totalmente con lo que dijo Lula; de hecho, Los Grobo es binacional, tiene socios argentinos y brasileños. La única forma de hacer este tipo de asociaciones es alinear los intereses de todos y poder lograr desarrollo en distintas regiones, más allá de las fronteras de los países. Hay dificultades por temas culturales, de agendas, por vocación. A nosotros no nos gusta compartir el poder, nos gusta tener el poder, y eso es un barrera importante.
-¿El agro hoy está invirtiendo lo que debería?
No, la inversión es más baja de lo que debería ser. El sector público, el privado, tienen un gran desafío en ese sentido.
-¿Y por qué se sostiene en el tiempo la escasa inversión?
Hay un cortoplacismo muy grande que deviene en una estructura de pensamiento de protegerse de los posibles shocks. La gente piensa que en algún momento puede haber un shock (de la economía), entonces se protege haciendo inversiones de corto plazo, o directamente sin invertir.
-¿Cómo se encuentra hoy la rentabilidad del sector, con precios estables o a la baja y costos que suben?
La rentabilidad del sector es muy difícil, hay gente que está peor y alguna mejor. La suba de precios ha impactado positivamente y la de costos, negativamente. Va a habar sectores que van a estar bien y otros que no.
-¿Cómo afectan las exportaciones las barreras a las importaciones?
Argentina es un país que tiene que exportar más, y para exportar también hay que importar. Hay que tratar de exportar e importar lo que nos conviene. Cuanta más dinámica tengamos de esos flujos, habrá más creación de valor y más progreso.
-Con respecto al cepo cambiario, ¿le preocupa que no sea una medida de corto plazo y lleve tiempo volver hacia atrás con las decisiones tomadas?
Yo espero que se vuelva atrás con todo lo que se está haciendo, que poco a poco se regularice esta situación. Hay que ser optimista.
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