El psiquiatra de la viuda de Soria contó que 'tomaba calmantes y alcohol'

 Luis Di Giácomo atendió a Susana Feydoz horas después de cometerse el crimen del ex gobernador de Río Negro. El especialista señala que la acusada es inimputable pero su futuro depende del resultado de los peritos.

Luis Di Giácomo, psiquiatra de Susana Feydoz, amigo de la familia Soria y del actual ministro de Gobierno provincial, fue quien atendió a la viuda del ex Gobernador asesinado el 1 de enero pasado, apenas unas horas después del crimen.

Desde ese momento, el especialista asegura que la principal acusada es inimputable, avalado por el perito contratado por la defensa pero eso todavía está por verse ya que el perito oficial, la describió como una mujer lúcida, sincera, culta e imputable.

“Los médicos que la tienen a cargo en este momento han ido confirmando la idea que propusimos en el primer momento, que es que Freydoz tenía una enfermedad previa al crimen de Carlos Soria” , aseguró Di Giácomo en diálogo con Radio 10

“Freydoz padece un trastorno esquizoafectivo con delirio celotípico. Es un trastorno mental que provoca pérdida de contacto con la realidad, oscilaciones del estado de ánimo y dificultades en la relación con los demás. A eso, el día del crimen, se sumó una intoxicación aguda con benzodicepinas y alcohol”, sostuvo el psiquiatra en una entrevista que brindó al diario Clarín.

Además, “está demostrado, objetivamente por los análisis que le han hecho los peritos oficiales, que luego del crimen había en la sangre un nivel de alcohlemia importantísimo y la presencia de Alprazolam".

Y agregó: “A la intoxicación del momento se sumó que ella venía mezclando calmantes con alcohol desde hacía más de dos años. Estas pastillas, solas o con alcohol, producen desinhibición. Me refiero a la posibilidad de reaccionar exageradamente frente a algo que usualmente uno no haría”.

El especialista resalta que la viuda del ex gobernador de Rio Negro es una mujer que, hasta el momento del crimen, “había llegado a un punto de crecimiento muy ansiado", ya que su marido se había convertido en gobernador y, como consecuencia, ella, en Primera Dama. " Es importante recordar que Freydoz acababa de cumplir 60 años, una edad en la que muchas mujeres empiezan a sentir que son viejas y no sirven”, señaló.

Con respecto a si la viuda era conciente de lo que estaba haciendo, Di Giácomo sostuvo que “no estar seguro de que comprenda en su total dimensión lo que pasó”.

En ese sentido, el especialista asegura que Freydoz es inimputable ya que, según si interpretación de los hechos y a diferencia del perito oficial, “la conjunción de los factores descritos no le permitieron comprender la criminalidad del acto ni inhibir sus acciones”.