En el primer tiempo Buffarini
coronó una excelente jugada de Ignacio Piatti dentro del área y puso en
ventaja al Ciclón. En el segundo, Stracqualursi marcó el segundo. Colón
jugó los últimos 15 minutos con uno menos por la expulsión de Prediger,
que agredió a un rival. Sobre el final descontó Alcoba.
A Colón se le escapó el invicto en el Inicial porque jugó mal y no
hay que darle tantas vueltas al asunto. Con un nivel individual y
colectivo bajo, a San Lorenzo se le hizo fácil controlarlo y llevarse
el duelo por 2 a 1. A los 26’ de la primera etapa, Julio Buffarini abrió
el marcador y a los 19’ de complemento Denis Straqcualursi empezó a
liquidar el pleito pese al descuento de Gerardo Alcoba (ST 43’). En el
Sabalero se fue expulsado Sebastián Prediger.
La primera idea que se viene a la mente luego del los 45’ iniciales en el Pedro Bidegain, es que el Sabalero jugó uno de sus peores primeros tiempos del campeonato. Nunca había sido superado de la manera que lo hizo el conjunto de Boedo, a tal punto de que en ningún momento logró llevar el torrente del cotejo por los cauces deseados.
Parte de ello fue responsabilidad del dueño de casa. Con una intensa presión sobre los posibles receptores y más aún, sobre hombres como Mugni, Prediger y Moreno -los más aptos para general- no dejó jugar al elenco de Sensini. Colón no tenía, así, la pelota. Y cuando caía en su poder la misma, no era capaz de ser profundo porque el Cuervo cortaba cada intento en su gestación.
Encima no había un jugador como Curuchet que rompa con su velocidad el sólido esquema defensivo del Cuervo, que no sufría. Es cierto, pero generaba poco. Lo único fue un remate de Piatti a los 4’ y otro intento de Mirabaje a los 10’. Pese a ello, el planteo de Caruso Lombardi iba a traer buenos resultados.
Cuando el Sabalero salió de la presión pudo tocar y se animó un poco más a adelantar sus líneas. Le faltaba profundidad. Mientras que San Lorenzo esperaba, marcaba y trataba de tener un ataque, de disponer de un error ajeno, para llegar al gol. Sucedió a los 26’.Piatti, tras la mala salida de Alcoba, giró, toco y buscó la pared. Dentro del área la recibió y dejó en ridículo a Bastía y Pellegrino para luego sacar su remate. Pozo tapó a medias y por atrás llegó Buffarini para romper el cero.
Del lado de Colón, un equipo que resultó extraño por su imprecisión, sus errores defensivos y su falta de chances netas, una de las claras llegó pasada la media hora. Prediger le dio de a fuera, Migliore dio rebote y tuvo que aparecer un defensor para soplársela a Tito, que se relamía.
En la segunda mitad, Colón salió con la obligación de adelantar sus líneas y San Lorenzo con el mismo planteo. Es decir, mucha presión y concentración a la hora de defender. En ese contexto, la visita tenía la pelota pero no lograba ser profundo. Sin sorpresa, los de Boedo podía controlar sin problemas los ataques del Rojinegro.
Y el dueño de casa, pegó cuando pudo. En un arranque por derecha de Buffarini, llegó el segundo. El centro fue mal despejado por Alcoba y le regaló la chance a Stracqualursi de empezar a liquidar el pleito. Para colmo, antes de la media hora de juego, Prediger vio su segunda tarjeta amarilla y se fue expulsado.
Con uno menos y con dos goles de distancia, la ilusión de remontar el partido moría poco a poco. En lo que restó, San Lorenzo controló bie el duelo y sólo se durmió para que Alcoba descuente a falta de pocos minutos para el pitazo final. En una mala noche, ante un equipo con oficio y con una idea clara, a Colón se le hizo cuesta arriba y terminó dejando el invicto en el campeonato. El desgaste y y la irregularidad que mostró anoche el Sabalero pusieron una piedra en su camino y lo hicieron olvidar de la senda por la que iba.
La primera idea que se viene a la mente luego del los 45’ iniciales en el Pedro Bidegain, es que el Sabalero jugó uno de sus peores primeros tiempos del campeonato. Nunca había sido superado de la manera que lo hizo el conjunto de Boedo, a tal punto de que en ningún momento logró llevar el torrente del cotejo por los cauces deseados.
Parte de ello fue responsabilidad del dueño de casa. Con una intensa presión sobre los posibles receptores y más aún, sobre hombres como Mugni, Prediger y Moreno -los más aptos para general- no dejó jugar al elenco de Sensini. Colón no tenía, así, la pelota. Y cuando caía en su poder la misma, no era capaz de ser profundo porque el Cuervo cortaba cada intento en su gestación.
Encima no había un jugador como Curuchet que rompa con su velocidad el sólido esquema defensivo del Cuervo, que no sufría. Es cierto, pero generaba poco. Lo único fue un remate de Piatti a los 4’ y otro intento de Mirabaje a los 10’. Pese a ello, el planteo de Caruso Lombardi iba a traer buenos resultados.
Cuando el Sabalero salió de la presión pudo tocar y se animó un poco más a adelantar sus líneas. Le faltaba profundidad. Mientras que San Lorenzo esperaba, marcaba y trataba de tener un ataque, de disponer de un error ajeno, para llegar al gol. Sucedió a los 26’.Piatti, tras la mala salida de Alcoba, giró, toco y buscó la pared. Dentro del área la recibió y dejó en ridículo a Bastía y Pellegrino para luego sacar su remate. Pozo tapó a medias y por atrás llegó Buffarini para romper el cero.
Del lado de Colón, un equipo que resultó extraño por su imprecisión, sus errores defensivos y su falta de chances netas, una de las claras llegó pasada la media hora. Prediger le dio de a fuera, Migliore dio rebote y tuvo que aparecer un defensor para soplársela a Tito, que se relamía.
En la segunda mitad, Colón salió con la obligación de adelantar sus líneas y San Lorenzo con el mismo planteo. Es decir, mucha presión y concentración a la hora de defender. En ese contexto, la visita tenía la pelota pero no lograba ser profundo. Sin sorpresa, los de Boedo podía controlar sin problemas los ataques del Rojinegro.
Y el dueño de casa, pegó cuando pudo. En un arranque por derecha de Buffarini, llegó el segundo. El centro fue mal despejado por Alcoba y le regaló la chance a Stracqualursi de empezar a liquidar el pleito. Para colmo, antes de la media hora de juego, Prediger vio su segunda tarjeta amarilla y se fue expulsado.
Con uno menos y con dos goles de distancia, la ilusión de remontar el partido moría poco a poco. En lo que restó, San Lorenzo controló bie el duelo y sólo se durmió para que Alcoba descuente a falta de pocos minutos para el pitazo final. En una mala noche, ante un equipo con oficio y con una idea clara, a Colón se le hizo cuesta arriba y terminó dejando el invicto en el campeonato. El desgaste y y la irregularidad que mostró anoche el Sabalero pusieron una piedra en su camino y lo hicieron olvidar de la senda por la que iba.
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