En los últimos cuatro meses hubo
alimentos de consumo masivo cuyo precio aumentó por encima de los
indicadores del Indec y las consultoras, aunque productos como la leche y
pollo se mantuvieron estables.
Se trata de un ejercicio casi obligatorio para cualquier jefe o jefa de familia: comparar mes a mes los gastos en alimentos para entender a qué se destina la plata del siempre ajustado presupuesto hogareño.
Este trabajo básico de contaduría también muestra con precisión cuánto hay de inflación real en nuestros gastos cotidianos y cuánto de "sensación térmica" en torno a la variable económica que más preocupa a los argentinos y de la que se cuenta con pocos elementos objetivos para dilucidar.
Al comparar productos de consumo masivo adquiridos en el último cuatrimestre en el mismo salón de ventas, en este caso una sucursal de la cadena Carrefour, hubo claras divergencias respecto de las mediciones oficiales y también algunas cifras menos desalentadoras, como las de la leche y el pollo, que mostraron estabilidad desde mayo pasado.
Cabe aclarar que una acotada muestra de productos alimenticios no es representativa del amplio espectro de bienes y servicios de una canasta básica total, aunque los alimentos tienen una ponderación importante en la canasta familiar.
Por citar algunos ejemplos, un pote de yogurt de vainilla descremado que en mayo se pagó a $5,55 en septiembre costó 5,99 pesos. La suba acumulada en cuatro meses fue de 7,93% (un promedio de 1,98% mensual).
Un yogurt de vainilla común, de $3,39 en mayo, costó en septiembre 4,25 pesos. En este lapso, el aumento fue de nada menos que de 25,36% (un promedio mensual de 6,34%), aunque para el bolsillo haya sido un incremento de apenas 86 centavos que bien pudo haber pasado desapercibido.
La misma lata de lomito de atún se pagó a $10,99 en mayo y a $11,99 en septiembre. El incremento en el cuatrimestre fue de un peso o de 9,1% (2,28% mensual en promedio).
El sobre de jugo bajas calorías costó $2,89 por unidad en mayo y aumentó a $3,09 en septiembre. La variación de precio en cuatro meses fue de 6,92%, lo que deja un alza promedio de 1,73% mensual.
En tanto, el kilo de queso Danbo subió de $18,49 en mayo a $20,99 en septiembre. El incremento fue de 13,52% en el período (un promedio de +3,38%).
El paquete de minitostadas, que costaba $8,65 en mayo, aumentó a $10,99 en septiembre: un 27,05% más (un 6,76% en el promedio mensual), mientras que el mismo paquete de sopas instantáneas pasó de $7,59 a $8,48 entre mayo y septiembre, es decir, un 11,73% más en ese período, con un incremento promedio de 2,93 por ciento.
Las milanesas de bola de lomo mantuvieron relativa estabilidad de precios, al pasar de $39,87 por kilo en mayo a $40,92 cuatro meses después se pagaron un 9,08% más (un promedio de 2,27% mensual).
Una misma leche descremada por litro que se pagó $4,49 en mayo se consigue ahora a $4,60, con un incremento de 2,45% (0,6% mensual, por debajo de la inflación del INDEC).
El pollo fresco por kilo marca una excepción: en mayo costó $43,93 por kilo contra $39,88 en septiembre, es decir, una baja de 9,22% (se abarató en promedio un 2,3% mensual).
En tanto, la pata de pollo marca Carrefour costó en ambas compras $21,99 el kilo y no registró cambios en el período.
Si se considera la inflación que releva un grupo de consultoras privadas, y que es difundida en el Congreso por legisladores de la oposición, ésta arrojó un promedio mensual de 1,66% (+6,64% en el cuatrimestre). Según estas mediciones privadas, el aumento del costo de vida fue de 1,5% en mayo, 1,63% en junio, 1,76% en julio y 1,91% en agosto.
En el caso de la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos, el incremento promedio fue 0,8% en el cuatrimestre, período en el que los precios treparon 2,4% para el ente oficial (mayo: +0,8%, junio: +0,7%, julio: +0,8 y agosto: 0,9%).
Este trabajo básico de contaduría también muestra con precisión cuánto hay de inflación real en nuestros gastos cotidianos y cuánto de "sensación térmica" en torno a la variable económica que más preocupa a los argentinos y de la que se cuenta con pocos elementos objetivos para dilucidar.
Al comparar productos de consumo masivo adquiridos en el último cuatrimestre en el mismo salón de ventas, en este caso una sucursal de la cadena Carrefour, hubo claras divergencias respecto de las mediciones oficiales y también algunas cifras menos desalentadoras, como las de la leche y el pollo, que mostraron estabilidad desde mayo pasado.
Cabe aclarar que una acotada muestra de productos alimenticios no es representativa del amplio espectro de bienes y servicios de una canasta básica total, aunque los alimentos tienen una ponderación importante en la canasta familiar.
Por citar algunos ejemplos, un pote de yogurt de vainilla descremado que en mayo se pagó a $5,55 en septiembre costó 5,99 pesos. La suba acumulada en cuatro meses fue de 7,93% (un promedio de 1,98% mensual).
Un yogurt de vainilla común, de $3,39 en mayo, costó en septiembre 4,25 pesos. En este lapso, el aumento fue de nada menos que de 25,36% (un promedio mensual de 6,34%), aunque para el bolsillo haya sido un incremento de apenas 86 centavos que bien pudo haber pasado desapercibido.
La misma lata de lomito de atún se pagó a $10,99 en mayo y a $11,99 en septiembre. El incremento en el cuatrimestre fue de un peso o de 9,1% (2,28% mensual en promedio).
El sobre de jugo bajas calorías costó $2,89 por unidad en mayo y aumentó a $3,09 en septiembre. La variación de precio en cuatro meses fue de 6,92%, lo que deja un alza promedio de 1,73% mensual.
En tanto, el kilo de queso Danbo subió de $18,49 en mayo a $20,99 en septiembre. El incremento fue de 13,52% en el período (un promedio de +3,38%).
El paquete de minitostadas, que costaba $8,65 en mayo, aumentó a $10,99 en septiembre: un 27,05% más (un 6,76% en el promedio mensual), mientras que el mismo paquete de sopas instantáneas pasó de $7,59 a $8,48 entre mayo y septiembre, es decir, un 11,73% más en ese período, con un incremento promedio de 2,93 por ciento.
Las milanesas de bola de lomo mantuvieron relativa estabilidad de precios, al pasar de $39,87 por kilo en mayo a $40,92 cuatro meses después se pagaron un 9,08% más (un promedio de 2,27% mensual).
Una misma leche descremada por litro que se pagó $4,49 en mayo se consigue ahora a $4,60, con un incremento de 2,45% (0,6% mensual, por debajo de la inflación del INDEC).
El pollo fresco por kilo marca una excepción: en mayo costó $43,93 por kilo contra $39,88 en septiembre, es decir, una baja de 9,22% (se abarató en promedio un 2,3% mensual).
En tanto, la pata de pollo marca Carrefour costó en ambas compras $21,99 el kilo y no registró cambios en el período.
Si se considera la inflación que releva un grupo de consultoras privadas, y que es difundida en el Congreso por legisladores de la oposición, ésta arrojó un promedio mensual de 1,66% (+6,64% en el cuatrimestre). Según estas mediciones privadas, el aumento del costo de vida fue de 1,5% en mayo, 1,63% en junio, 1,76% en julio y 1,91% en agosto.
En el caso de la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos, el incremento promedio fue 0,8% en el cuatrimestre, período en el que los precios treparon 2,4% para el ente oficial (mayo: +0,8%, junio: +0,7%, julio: +0,8 y agosto: 0,9%).
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