sábado, 22 de octubre de 2011

SANTA FE/La contaminación de los caños de escape es objeto de estudios

Los nuevos autos ya cuentan con catalizadores para eliminar algunas sustancias; sin embargo, el arranque en frío sigue siendo un problema. Investigadores de la UNL estudian un método innovador para eliminarlos utilizando nanopartículas.



Los científicos siguen buscando procedimientos más eficaces para reducir el impacto de las sustancias contaminantes que emiten los automóviles.

Cada mañana, al poner en marcha un auto comienza el proceso de combustión. Actualmente los vehículos cuentan con dispositivos catalizadores- que eliminan algunas de las sustancias más contaminantes, sin embargo sólo actúan a altas temperaturas. Entonces, el desafío para los ingenieros es lograr atrapar los contaminantes hasta que se alcance la temperatura suficiente para que se desintegren.
Una joven investigadora de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) trabajó con especialistas de la Universidad de Valladolid, en España, para desarrollar materiales novedosos capaces de retener las sustancias perjudiciales.
Para poder descomponer los hidrocarburos es necesario propiciar reacciones químicas, ése es el trabajo de los catalizadores. “Nuestro objetivo es sintetizar trampas para los hidrocarburos sobre un material en el que están distribuidas nanopartículas de metales activos, en este caso cobalto y plata”, explicó Soledad Aspromonte, quien llevó adelante la investigación a través de una beca Erasmus Mundus.
Ni gas, ni líquido
El aspecto más innovador del trabajo es el uso de fluidos supercríticos, se trata de sustancias que a una determinada temperatura y presión llegan a su punto crítico y combinan características tanto del estado gaseoso como el líquido. Las características únicas de este fluido híbrido permite sintetizar materiales a partir de dióxido de carbono. “Tiene la ventaja de que no es una sustancia cara, es ambientalmente benigna, es inocua y no contamina”, destacó Aspromonte.
“El proceso implica disolver el dióxido de carbono con un precursor que contiene el metal que se desea incorporar. Se aumenta la presión y la temperatura para descomponerlos y depositar el metal en los poros del material”, explicó.
El procedimiento permite realizar todo en una sola etapa, mientras que utilizando técnicas tradicionales primero se debe depositar el metal y luego calcinar los residuos. “Es un proceso muy sencillo. El uso de presiones altas suena riesgoso pero no hay que tener miedo sino aprender a operar con presiones altas”, acotó la joven ingeniera de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ).
Internacional
Los fluidos supercríticos forman parte de la nueva química verde, es decir, de los esfuerzos por hacer procesos más limpios y amigables con el ambiente. La aplicación más estudiada hasta el momento es la extracción de aceites vegetales. “El grupo de Valladolid se dedica a la extracción y es la primera vez que tenían una experiencia en síntesis sobre este tipo de soportes”, contó.
“El trabajo permitió combinar toda nuestra experiencia en catálisis con su trayectoria en el uso de fluidos supercríticos”, resaltó Aspromonte.
La experiencia internacional de la joven ingeniera permitió enriquecer su trabajo de tesis doctoral en ingeniería química, que es dirigido por Alicia Boix y codirigida por Eduardo Miró, ambos de la FIQ y el Conicet.

No hay comentarios:

Publicar un comentario