Sucedió a las 11.30 en un salón ubicado sobre calle San Luis a metros de calle Eva Perón, colmado por 60 personas dedicadas a la venta y reventa de alhajas enchapadas en plata y oro. La gavilla de delincuentes formada por tres hombres y una mujer, todos armados, neutralizaron a los presentes, les robaron miles y miles de pesos en efectivo, alhajas y teléfonos celulares. El lugar no contaba con custodia policial. Los ladrones planificaron y ejecutaron el golpe que les reportó una importante cantidad de dinero. Hasta el momento no hay detenidos.
Hoy, alrededor de las 11,30 una gavilla de delincuentes compuesta por tres hombres y una mujer, irrumpieron en el interior de un salón ubicado sobre calle San Luis a metros de calle Eva Perón, adonde había reunidas unas 60 personas que trabajan en la venta y reventa de bijouterie enchapadas en plata y oro, y que realizaban rendiciones en dinero en efectivo sobre ventas realizadas, o bien, las compras de nuevos productos. Los ladrones robaron joyas, dinero en efectivo y teléfonos celulares a los concurrentes y luego huyeron. Como fue el golpe Los ladrones, los cuatro armados, les ordenaron a los gritos a todos los concurrentes que se tiren al piso y comenzaron a quitarles el dinero en efectivo, las joyas y los teléfonos celulares. Semejante odisea vivida por las víctimas tuvo como aliado de los delincuentes, las gruesas cortinas que cubren todo el frente vidriado del inmueble, que no permite ver desde el exterior lo que acontece adentro. Una de los asistentes fue golpeado con violencia en la cabeza con la culata de un arma de fuego, y quedó ensangrentado sentado en una silla. Planificado El lugar no tiene custodia policial, las personas que se dedican a esta actividad se mueven con dinero en efectivo y joyas enchapadas, se reunen un determinado día y horario, y es evidente que los delincuentes que asestaron el golpe contaban con esa información, planificaron el asalto y finalmente lo cometieron y huyeron. Los delincuentes eran tres hombres de entre 35 y 40 años, y una mujer de alrededor de 25. La investigación policial Luego del asalto, uno de los asistentes denunció el suceso a la central de comunicaciones 911, y patrulleros del comando radioeléctrico, la comisaría 1º y de la 1º inspectoría, llegaron al lugar y se interiorizaron sobre la ocurrencia del suceso. Los comerciantes ubicados en los aledaños del inmueble adonde se perpetró el asalto, ni siquiera se enteraron del golpe, cuando fueron consultados por los policías, y todos adujeron unánimemente: "con esas cortinas gruesas, para adentro no se ve nada. Como nos ibamos a enterar de alguna anormalidad, si en ese lugar entra y sale gente constantemente. No vimos nada que nos pareciera raro". Otro asalto En este caso fue cometido contra la sucursal de la cadena de panaderías Balear, cuando a las 8,30 la empleada del negocio fue sorprendida por un hombre de más de 40 años, que la apuntó con un arma de fuego y le sustrajo el dinero que halló en el interior de la caja registradora. La misma mujer, señaló que durante la tarde del miércoles como a las seis de la tarde, fue asaltada la empleada de misma cadena, sucursal ubicada en la esquina que forman el bulevar Pellegrini y la avenida Freyre.
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