jueves, 15 de marzo de 2012

Unión tiene listo el proyecto y lo presenta

La dirigencia tatengue presentará la semana que viene, en sociedad, el proyecto de ampliación de su estadio que, como medida prioritaria, contempla la ampliación del sector sur con la construcción de una bandeja que se convertirá en la nueva Techada. El Litoral anunció hace un tiempo el proyecto en su totalidad.

 

Le queda chica su casa a Unión. Los casi 19.000 socios, la campaña deportiva y el crecimiento demográfico hicieron que un estadio que fue reconvertido hace más de 35 años y que, a excepción del codo sudeste de mujeres construido por Malvicino, no tuvo otra alteración, ahora tenga por fin la chance de entregarle mayores comodidades y seguridades a una hinchada que ha crecido.

Unión se estaba debiendo este desafío de cambiar el 15 de Abril. No es un lujo, no es un gasto, no es un berretín. Se trata de una estricta cuestión de necesidad como consecuencia no sólo de que la cancha ya le está quedando chica a su propia gente (por algo no se venden más entradas populares y sólo ingresan los socios), sino porque el gran problema de Unión es la ubicación de la hinchada visitante y los eventuales y potenciales problemas de seguridad que se pueden plantear.

El último clásico ha sido el gran ejemplo, pero no el detonante. Luis Spahn ha sido mesurado y sincero en sus dichos, aun cuando cuatro días después del partido concurrió a la Municipalidad para hablar con el intendente. Reconoció las limitaciones que tiene el estadio. Y que algo se debe hacer.

El problema es económico. Unión no tiene hoy 10 ó 12 millones de dólares para llevar adelante todo el proyecto (que contempla la remodelación de los cuatro sectores). Ni siquiera tiene para empezar y por eso busca el financiamiento a través de tres fuentes: 1) el mismo hincha que quiera adquirir su palco o platea por cinco o diez años; 2) la AFA; 3) el Estado.

La gente puede responder pero no para pagar la totalidad de la obra, aunque se haga en etapas. Se necesita una ayuda que al menos permita iniciarla mientras se espera que el hincha comience a entusiasmarse. El gobierno provincial no le ha dado a Unión esa ayuda que Colón y Rafaela, con justicia, recibieron en los últimos tiempos. Por eso, se golpean sus puertas a la espera de que algo le llegue. No sólo será para el bienestar de sus hinchas, sino también para que un estadio dudoso en cuestiones de seguridad, brinde otro tipo de comodidades y de tranquilidad a quienes concurran.

La primera parte prevé remodelar 273 palcos y 1.436 plateas bajas existentes, pero además se agregarán 1.113 butacas de palcos y 2.480 plateas altas nuevas en la bandeja superior, con lo cual el sector sur tendrá una capacidad aproximada de 5.000 lugares, que comprenden 114 cabinas.

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