La presidenta Cristina Fernández volvió a criticar anoche a
los docentes santafesinos y destacó que su accionar "revela cierto
empecinamiento". La mandataria les reclamó a gremios del sector
"unificar el criterio" a nivel nacional cuando pidan un porcentaje de
aumento.
"Sería bueno que la dirigencia de los
docentes pudiera unificar el criterio, porque no me parece justo ni
sensato", señaló la presidenta y volvió a poner en el centro de la
escena la coyuntura santafesina, donde el gobierno de Antonio Bonfatti
ofreció cuatro mil pesos a los maestros y el sector sigue de paro,
mientras que en otras provincias acordaron cifras inferiores a esa.
La jefa del Estado formuló estas
declaraciones al hablar en la Casa Rosada, donde se firmaron acuerdos
con bancos regionales. Así, por segunda vez en 15 días cayó con dureza
contra el sector docente provincial, ya que ya lo había criticado al
hablar ante la Asamblea Legislativa en la inauguración del período
ordinario de sesiones parlamentarias el 1º de marzo.
"No digo que sea la panacea, pero para
trabajadores que gozan de estabilidad frente al resto, con jornadas
laborales de 4 horas y 3 meses de vacaciones, ¿cómo es posible que sólo
tengamos que hablar de salarios y no de los pibes sin clases?", había
planteado en aquella oportunidad.
Ahora, las críticas de CFK hacia la
docencia santafesina reaparecieron con dureza, justo al término de una
jornada en la que los maestros de esta provincia marcharon por varias
ciudades de Santa Fe para mostrar su descontento con la oferta del
gobierno de Bonfatti, que lleva el básico a $ 4.025.
Cabe recordar que Santa Fe es la única
provincia del país en la que los docentes están llevando adelante
medidas de fuerza. Es más, la conducción de Amsafé remarcó ayer que la
semana próxima comenzarán con paros de 72 horas.
Mientras tanto, ayer mostraron todo su
descontento con movilizaciones en seis ciudades de la provincia y una
marcha masiva en Rosario.
La secretaria general de Amsafé, Sonia
Alesso, afirmó que "el malestar tiene nombre y apellido, y tiene que ver
con un montón de temas que exceden lo salarial y que pretenden reducir a
la intransigencia a la docencia". La gremialista ratificó el paro de 72
horas para la semana próxima.
La reafirmación de la "legalidad" de la
medida de fuerza, el enojo ante la decisión del gobierno provincial de
descontar los días de huelga incluso a los maestros que trabajen, y las
comparaciones de los salarios docentes de 3.500 pesos con los 35 mil de
los diputados nacionales marcaron los cantos y la marcha que se convocó
temprano frente la Municipalidad, y que ya sobre el mediodía llegó a la
plaza San Martín.
A los reclamos salariales se sumaron
las críticas a la reforma curricular en el nivel secundario y los
pedidos por la falta de creación de los cargos comprometidos durante la
paritaria del año pasado, las deficiencias edilicias, la construcción de
viviendas, la situación de los jubilados que están cobrando sus haberes
cada vez con mayor retraso y el cierre de cargos en escuelas.
"Hay puntos como los concursos para
supervisores y la creación de los comités de higiene y seguridad que se
arrastran desde la paritaria de 2009", indicó Alesso desde la capital
provincial.
"Estamos dando una lección a no tener
miedo cuando nos amenazan", señaló el titular de Amsafé Rosario, Daniel
Couselo, al inicio de su discurso, y agregó: "El descuento de los días
de paro para la ministra era una apelación a reconsiderar la propuesta,
pero yo digo que los fantasmas de (Fernando) Bondesio y de (Carlos)
Reutemann están sobrevolando la Casa Gris (en referencia a los
funcionarios que reinstalaron el presentismo docente y redujeron un 13
por ciento los salarios de los empleados públicos a través de la ley de
emergencia económica)".
Couselo también denunció "el aumento de
la planta política cuando se están cerrando cargos en las escuelas" y
"las contrataciones por fuera de concurso y de los escalafones a través
de contratos basuras, pagando horas cátedra a nombre de un instituto
fantasma".
Para el dirigente, la movilización fue
"una lección a no tener miedo cuando hay amenazas y a pelear por
nuestros derechos"; y recalcó que la oferta del gobierno "puede y debe
ser mejorada porque en la provincia hay recursos, porque es una
provincia rica, pero también injusta".
Diálogo. Alesso, en
tanto, también valoró "el alto acatamiento del paro y la masiva
participación de los docentes de toda la provincia", pero recalcó que
"la solución es la vía del diálogo".
Alesso ratificó los paros de 72 horas
semanales que se iniciarán la semana próxima hasta tanto haya una nueva
convocatoria por parte del gobierno provincial que "modifique algunas de
las cuestiones que se están reclamando".
La dirigente admitió que "se trata de
un tema conflictivo", pero insistió con que "debe encontrarse una
solución a través del diálogo".
Hoy Amsafé tendrá una reunión de
delegados seccionales en la capital provincial donde se evaluará la
medida de fuerza de 48 horas que se lleva adelante esta semana, a la
espera de "una nueva convocatoria" por parte del gobierno.
Universitarios
El gremio que nuclea a los docentes de
la Universidad Nacional de Rosario, la Coad, resolvió anoche en una
asamblea en la Facultad de Humanidades realizar un paro de 24 horas el
miércoles próximo en las doce facultades de la UNR y en sus escuelas
dependientes. Los profesores exigen al Ministerio de Educación de la
Nación que convoque urgente a paritaria para discutir los aumentos para
el sector en 2012.
El día en que hubo clases en una sola escuela
(Por María Laura Cicerchia / La Capital). _
El paro docente transcurrió ayer con un altísimo acatamiento en las
escuelas de Rosario. Según referentes locales de la Asociación del
Magisterio de Santa Fe (Amsafé) el nivel de adhesión fue prácticamente
total. Puertas cerradas, escuelas a las que sólo asistió personal de
portería y una masiva participación de los maestros en la marcha de la
mañana fue la nota predominante. Con una aislada excepción: en la
escuela primaria Roque Sáenz Peña, de Sarmiento y Catamarca, la mayoría
de los docentes decidió dar clases porque se opone a una “indefinida
prolongación del conflicto”.
El Ministerio de Educación provincial no llevó registro del nivel de adhesión a la medida de fuerza y dejó esa evaluación en manos de la organización sindical. “Tenemos sólo declaraciones gremiales (sobre una alta participación). Nosotros no hacemos pedidos de informaciones a las escuelas. Pero las escuelas están de puertas abiertas para los docentes que quieran trabajar”, dijo a la prensa la responsable del área, Letizia Mengarelli.
Así, la evaluación de la magnitud de la protesta quedó a consideración de las sedes gremiales. “El acatamiento fue total en la ciudad”, dijo Diego Mattos, secretario de Prensa de Amsafé Rosario, además de aclarar que los reemplazantes “no deben temer consecuencias, porque están protegidos igual que cualquier trabajador por la ley de asociaciones profesionales”. La de ayer fue la quinta jornada de paro desde que se inició el conflicto. Hoy se reiterará la medida.
El gremialista destacó “el nivel de participación en la movilización de unos 7 mil compañeros, no sólo de Rosario sino también de los departamentos Caseros, Belgrano, San Lorenzo e Iriondo. Evidentemente el gobierno quiso intimidar a los docentes pero no es la forma de solucionar el conflicto”, apuntó. Según plantearon algunos maestros en la marcha de ayer, el anuncio oficial de que se descontarán los días de huelga incluso a los que vayan a trabajar provocó una adhesión más firme a la protesta .
“El paro es total. No hay ningún docente, sólo personal de portería”, fue la respuesta más escuchada en un recorrido por escuelas públicas de la ciudad. A excepción de la escuela de Sarmiento 307 donde la mayoría de los docentes, de común acuerdo, resolvió trabajar. El martes avisaron a los padres que continuarían las clases y colocaron en la puerta una lista de “grados que tienen clases normalmente”, entre los que figuraban todos los del nivel inicial a excepción de cuarto grado.
Entre los motivos, algunos docentes plantearon su temor ante una continuación “indefinida” del conflicto. “Se discutió con madurez y cada uno fundamentó su decisión, que fue respetada”, planteó una docente. Los maestros de la escuela 103 justificaron la medida en que “no se llegó a un acuerdo por una diferencia de votos muy fina” en la última votación provincial del gremio, la cual se definió por menos de mil votos (sobre casi 30 mil sufragios) a favor de rechazar la oferta de aumento del 21 por ciento escalonado.
El Ministerio de Educación provincial no llevó registro del nivel de adhesión a la medida de fuerza y dejó esa evaluación en manos de la organización sindical. “Tenemos sólo declaraciones gremiales (sobre una alta participación). Nosotros no hacemos pedidos de informaciones a las escuelas. Pero las escuelas están de puertas abiertas para los docentes que quieran trabajar”, dijo a la prensa la responsable del área, Letizia Mengarelli.
Así, la evaluación de la magnitud de la protesta quedó a consideración de las sedes gremiales. “El acatamiento fue total en la ciudad”, dijo Diego Mattos, secretario de Prensa de Amsafé Rosario, además de aclarar que los reemplazantes “no deben temer consecuencias, porque están protegidos igual que cualquier trabajador por la ley de asociaciones profesionales”. La de ayer fue la quinta jornada de paro desde que se inició el conflicto. Hoy se reiterará la medida.
El gremialista destacó “el nivel de participación en la movilización de unos 7 mil compañeros, no sólo de Rosario sino también de los departamentos Caseros, Belgrano, San Lorenzo e Iriondo. Evidentemente el gobierno quiso intimidar a los docentes pero no es la forma de solucionar el conflicto”, apuntó. Según plantearon algunos maestros en la marcha de ayer, el anuncio oficial de que se descontarán los días de huelga incluso a los que vayan a trabajar provocó una adhesión más firme a la protesta .
“El paro es total. No hay ningún docente, sólo personal de portería”, fue la respuesta más escuchada en un recorrido por escuelas públicas de la ciudad. A excepción de la escuela de Sarmiento 307 donde la mayoría de los docentes, de común acuerdo, resolvió trabajar. El martes avisaron a los padres que continuarían las clases y colocaron en la puerta una lista de “grados que tienen clases normalmente”, entre los que figuraban todos los del nivel inicial a excepción de cuarto grado.
Entre los motivos, algunos docentes plantearon su temor ante una continuación “indefinida” del conflicto. “Se discutió con madurez y cada uno fundamentó su decisión, que fue respetada”, planteó una docente. Los maestros de la escuela 103 justificaron la medida en que “no se llegó a un acuerdo por una diferencia de votos muy fina” en la última votación provincial del gremio, la cual se definió por menos de mil votos (sobre casi 30 mil sufragios) a favor de rechazar la oferta de aumento del 21 por ciento escalonado.
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