Las ventas de los super avanzaron durante agosto 21,2% en términos interanuales, y en los grandes centros de compra 12.6%, informó el Indec, variaciones que estuvieron por debajo de los niveles de inflación registrados por las agencias estatales.
/Télam |
Estas subas se mostraron por debajo de la registrada por la Oficina de Estadísticas del Gobierno Porteño, que durante agosto estimó un aumento interanual de los precios del 43,5%, mientras que para su par de San Luis la inflación minorista subió 37,8% en doce meses.
Desde el ámbito privado, las perspectivas para septiembre no fueron más favorables, y así la consultora privada CCR registró el mes pasado una merma del 8,8% en el consumo general de los comercios contra el mismo mes del año anterior.
La caída es la más importante de los últimos años y la perspectiva de corto plazo tampoco es favorable: en la medición de los seis primeros días de octubre, la baja es aún mayor si se compara con los números del 2015.
Si bien aún las cifras no están desagregadas por sectores, hay otro dato que es relevante para analizar la coyuntura económica y el comportamiento del consumidor: en septiembre, no sólo cayeron casi un 9% las ventas generales, sino que, además, lo que se vendió fueron unidades de menor valor.
En otras palabras, el público que compró se volcó a las segundas y terceras marcas y las empresas no pudieron compensar pérdidas con precios más bajos.
Desde el Palacio de Hacienda relativizaron estos datos al recordar que la comparación "se realiza con la base de septiembre del 2015, cuando se estaba en plena campaña electoral, y el consumo estaba que volaba".
Las mismas fuentes explicaron que esta tendencia "muy probablemente continué hasta octubre inclusive. Una vez que se elimine el factor \'electoral\' podremos tener una visión más clara sobre cuán grande es la retracción del consumo".
En tanto, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) las ventas minoristas retrocedieron un 7,7% en septiembre y anotaron su novena caída consecutiva.
Se trató de "una tendencia que comenzó a principios de año y no muestra por ahora señales de cambio", indicó el informe de la entidad.
Con respecto al impacto que tendrá en el consumo masivo la eliminación del impuesto a las ganancias en los aguinaldos y el bono de fin de año para los jubilados y beneficiarios de planes sociales, los analistas son cautos.
El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Daniel Funes de Rioja, indicó que "todo dependerá hacia dónde irán destinados esos ingresos extras, si al consumo o a pagar deudas pendientes".
Justificó su aseveración en que con los aumentos salariales que se dieron entre abril y julio se creía que habría un repunte en el consumo, pero las familias los utilizaron para normalizar sus deudas atrasadas. "Ese escenario se puede repetir ahora", dijo en declaraciones al diario Ámbito Financiero.
Sin embargo, el dirigente estimó que "la idea general es que ya pasó la peor parte de la retracción en el consumo y que de ahora en más tenderá a estabilizarse. En 2017, se ubicará por lo menos en torno al 0% después de las caídas registradas este año".
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