Foto: Flavio Raina
Télam
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, afirmó que "si bien hay expectativas promisorias, al mismo tiempo hay una realidad de pobreza" en el país y al respecto dijo que "mucha gente se encuentra en situaciones apremiantes, como lo reflejan incluso los índices del propio gobierno".
Arancedo señaló que la Iglesia Católica, como institución, "ve con cuidado" la situación social de la actualidad y apreció que "es un momento de dificultad, pero también tiene que ser un momento de esperanza y de buscar salidas de encuentro".
"Está bien pedir prudencia. Pero la paciencia tiene que ir acompañada de un ofrecimiento, proponer cosas para enfrentar las emergencias que se tienen", declaró el titular de la CEA en nota con el diario La Nación.
Remarcó que "es necesario un diálogo responsable" por la coyuntura que se da y comentó que en estos términos fue que la conducción de la CEA dialogó con las autoridades de la CGT unificada, en ocasión de la reunión que mantuvieron la semana pasada.
"Es cierto que muchas personas que atraviesan dificultades no están encuadradas en las organizaciones gremiales: tienen trabajos informales, están en movimientos sociales. El tema de fondo es la falta de una generación genuina de empleo. La creación de trabajo es hoy en la Argentina un tema prioritario", manifestó.
En su análisis, Arancedo opinó que "lo importante es orientar un perfil de país" para poder abordar integralmente las problemáticas existentes e indicó que esta tarea "corresponde a la dirigencia política y por eso es importante el diálogo con empresarios, gremios, todos los sectores".
"En gran parte dependen de la posibilidad de recibir inversiones. Pero inversiones que no sean sólo financieras o especulativas, sino que estén ordenadas al trabajo", subrayó.
Desde otro plano, el religioso observó que el gobierno de Mauricio Macri "la intención la tiene", en el sentido de procurar respuestas a las situaciones de mayor preocupación, pero indicó que "a la gente que sufre muchas dificultades no se le puede decir solamente que espere seis meses, un año... Hoy se requieren respuestas puntuales, que se vea que hay un compromiso de la sociedad para afrontar estas urgencias".
Respecto de la posición gremial frente al momento dijo que "tiene que agotar las instancias de diálogo", pero aseveró que "el derecho de huelga es un derecho de los trabajadores".
En otro orden, monseñor Arancedo respondió ante una puntual consulta "eso no nos ha hecho bien", refiriéndose a la manera en que el gobierno aplicó inicialmente un nuevo cuadro tarifario, y recalcó que "faltaron los pasos previos que debieron haberse dado".
También opinó que hay una deuda colectiva frente al avance del narcotráfico en el país y dijo que "hace seis años la Iglesia lo advirtió en un documento y la dirigencia política, tanto el oficialismo como la oposición, nunca tuvo conciencia clara de la gravedad del hecho. Llegó el tiempo de la responsabilidad".
En cuanto a la inseguridad en general, señaló que "es un signo que preocupa" y agregó que "primero preocupa la existencia del delito y el robo. Preocupa la ausencia de una confianza en otras instancias, que llega a la defensa personal, a veces en forma legítima. Es necesaria la presencia del Estado, que le ofrezca a los ciudadanos la seguridad que necesitan".
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