por Loreley Duré / ldure@uno.com.ar
Guillermo Monteverde. Se convirtió en papá de Alejo, Lucía e Ivana el 28 de agosto de 2015.
En el Mes Internacional de la Fertilidad, y en el marco del Día del Padre, Diario UNO dialogó con dos santafesinos que cumplieron el sueño de tener hijos gracias a los alcances de la Ley Nº 26.862, de acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida.
Se trata de Emanuel Isa (32), quien de la mano de su esposa Verónica (33) se convirtió en diciembre pasado en papá de las mellizas Camila y Sol; y de Guillermo Monteverde (38), que junto a su esposa Carolina(35) logró lo mismo el pasado agosto con los trillizos Alejo, Lucía e Ivana.
Dos historias que invitan a la comunidad a reflexionar sobre las positivas alternativas científicas existentes y la consecuente legislación, sancionada en 2013, que brindó la posibilidad a cientos de parejas argentinas que luchaban por ser padres y no contaban con los medios, a acceder a un diagnóstico y tratamiento a través de la cobertura (de técnicas de baja y alta complejidad) de sus obras sociales o empresas de medicina prepaga.
Por dos
Corría el mes de mayo de 2015 cuando Emanuel viajó a Rosario para someterse a la toma de muestras previas que dieron paso al proceso de fertilización in vitro (cuándo la unión entre óvulo y espermatozoide tiene lugar en el laboratorio, lo que implica la necesidad de extraer los óvulos del organismo de la mujer) al cual debió someterse su esposa y que dio como fruto las mellizas.
"Nosotros ya habíamos intentado una vez el año anterior y no se había logrado la fecundación", comenzó a contar el trabajador gastronómico y siguió: "El lapso de tiempo que dejamos pasar tuvo que ver con la angustia que nos produjo en su momento el fracaso del proceso, pero las ganas de ser papás pudieron más y por eso decidimos volver a probar y esta vez resultaron positivos once embriones pero le pusieron solo dos".
En ese marco, al resaltar que Verónica obtuvo el diagnóstico de "obstrucción de sus trompas de Falopio" , también luego de realizarse varios estudios médicos, el santafesino hizo foco en lo importante que fue la cobertura médica (en su caso por la obra social Uthgra), debido a lo que hubiera implicado para ellos haber costeado todo.
En esa línea, al referirse al nacimiento de las peques, el 28 de diciembre de 2015, Emanuel detalló: "Todo el embarazo lo vivimos con precaución por lo que implicaban los controles, porque mi esposa también está diagnosticada con trombofilia (trastorno de la coagulación que puede provocar que el bebé no se alimente ni oxigene como corresponde)".
Y completó: "A su vez estuvimos siempre agradecidos por lo que estábamos viviendo".
Por tres
Para Guillermo, por su parte, la paternidad llegó mediante un proceso de inseminación intrauterina con semen de donante, un procedimiento de fertilización de baja complejidad que se presenta como una alternativa científica muy positiva para los hombres como él que aferrados a sus ganas de dar amor y vida, y contra todo prejuicio social, optan por esta alternativa por tener algún problema específico.
"Hace unos años, y luego de habernos realizado varios estudios médicos para detectar cuál era el inconveniente que nos impedía ser padres, me detectaron el síndrome de Klinefelter, una anomalía que consiste en la existencia de dos cromosomas X y un cromosoma Y, algo que deriva en problemas de infertilidad en la vida adulta", explicó el hombre y siguió: "En mi caso particular nunca noté nada físico que me hiciera pensar en que podía tener esto, sino quizás hubiera tomado otras medidas antes, ya que se trata de algo progresivo".
En ese sentido, consultado respecto de si le costó tomar la decisión de recurrir a la espermadonación, Guillermo describió: "Al procedimiento lo asumo como creo que lo haría si tuviera algún otro tipo de problema de salud y debiera recurrir a la donación de cualquier órgano, donde no me preguntaría quién es el papá o la mamá del donante; o como también me hubiera pasado si la alternativa fuera la adopción".
En otro aspecto, al hacer alusión al procedimiento en sí, el comerciante comentó que se buscó que el mismo tenga características físicas similares a él, sobre todo en el grupo sanguíneo. Asimismo y en consecuencia comentó que el perfil del mismo es "reservado" y sobre ello afirmó: "A nosotros solo nos queda agradecer".
Por otro lado, al hacer mención al período de embarazo en sí de su esposa Carolina, el padre por tres describió: "Fue hermoso todo el proceso. Desde el día que nos enteramos, con el acompañamiento de toda la familia y también por supuesto el momento del parto y su posterior crecimiento que día a día llega con algo nuevo, sobre todo el primer mes cuando tuvieron que estar en la neo porque nacieron en forma prematura".
Por último y en referencia al procedimiento que en su caso contó con la cobertura total de la obra social Iapos, luego de haber tenido un rechazo en un principio debido a que la entidad se adhirió al cumplimiento de la ley recién en enero de 2015, Guillermo Monteverde comentó: "Los tratamientos de fertilización asistida sin ley se hacen en Argentina desde el 78, pero a quien haya tenido que acudir a ello y le preguntés te va a contar que sus costos realmente son muy elevados y como todo tienen la posibilidad de no concretarse, por lo que es necesario repetirlo. En nuestro caso cuando habíamos averiguado hace dos o tres años, nos habían dicho que el mismo promediaba los 50 y 70 mil pesos".
Esta jornada
Para cerrar, cabe destacar que ambos papás hicieron mención a la jornada del Día del Padre que les toca vivir por primera vez con sus hijos fuera del vientre (el año pasado ambos lo festejaron con los mismos en proceso de gestación) y en ese marco aseguraron estar "felices de transitar esta etapa" porque los hijos son "lo mejor que les pasó en la vida".
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