Foto: Guillermo Di Salvatore
Ivana Fux
ifux@ellitoral.com
Por un conflicto que se arrastra desde hace un par de años, el Servicio Provincial de Catastro está paralizado desde hace más de veinte días, mientras miles de trámites están pendientes de resolución.
En diálogo con El Litoral, Osvaldo Bonadeo, miembro de la comisión directiva de UPCN y trabajador de la repartición, dijo que sería “inminente” la firma de un decreto que destrabaría la situación y pondría fin al conflicto. Pero alertó que hasta tanto ello no ocurra, las puertas de Catastro seguirán cerradas para la atención al público.
En diálogo con El Litoral, Osvaldo Bonadeo, miembro de la comisión directiva de UPCN y trabajador de la repartición, dijo que sería “inminente” la firma de un decreto que destrabaría la situación y pondría fin al conflicto. Pero alertó que hasta tanto ello no ocurra, las puertas de Catastro seguirán cerradas para la atención al público.
La razón
El plan de lucha de los trabajadores comenzó el 1° de junio, cuando el personal se declaró en estado de asamblea permanente sin atención al público por la falta de respuestas del Poder Ejecutivo a una serie de reclamos laborales vinculados con la carrera administrativa de casi ochenta trabajadores.
“Esperamos dos años -dijo a El Litoral Héctor Baños, trabajador del Servicio-. Desde entonces, reclamamos que se ascienda y promueva a personas que ya están en Catastro para cubrir las vacantes producidas por jubilaciones y fallecimientos. Porque lo que comenzaron a hacer fue ocupar esos lugares con personal ingresante. Como consecuencia de ello -ejemplificó-, hoy un ingresante firma los planos de los agrimensores”.
Baños aseguró que los expedientes para dichos ascensos “prácticamente no se movieron”, razón por la cual se resolvió el plan de lucha. “En estos últimos cuatro días, los expedientes avanzaron lo que no avanzaron en meses”, retrucó. Sobre esa base, el Poder Ejecutivo solicitó a los trabajadores que revean su medida para normalizar la situación.
“Gesto”
Ante el pedido del gobierno, los empleados decidieron en asamblea “como gesto de buena voluntad” comenzar a trabajar internamente para adelantar parte del trabajo demorado, pero resolvieron seguir con las puertas cerradas al público.
“La decisión es no levantar la medida hasta tanto no se firme el decreto. Pero empezamos a trabajar puertas adentro en los expedientes de planos de mensura y certificados catastrales para tener todo más o menos al día cuando se abra al público”, dijo Baños. Bonadeo acotó que hasta hay personal dispuesto a prestar funciones “sábado y domingo” para adelantar dicho trabajo. “Si el decreto se firma hoy, el lunes estaríamos normalizando la situación”, concluyó.
En toda la provincia hay unos cinco mil certificados catastrales demorados. El documento es esencial para hipotecas o cualquier operación comercial sobre inmuebles.
“Está parado el tráfico inmobiliario”
En diálogo con El Litoral, el vice presidente del Colegio de Escribanos de la Primera Circunscripción, Guillermo Cabello, manifestó la preocupación de la entidad por un conflicto que ha paralizado la actividad de Catastro durante “23 días” hábiles.
“Dependemos de los certificados catastrales para todo lo que sean operaciones importantes en una escribanía: compra-venta, donaciones, reglamentos de propiedad horizontal... Es básicamente un 70 u 80% de lo que se maneja en una escribanía. Esto implica un perjuicio para los profesionales pero indirectamente también, para toda la ciudadanía porque hay compromisos asumidos de parte de quien compra y vende con lo que está casi parado el tráfico inmobiliario”, describió. “Esperamos que el tema se solucione a la brevedad”, bregó.
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