De acuerdo con el testimonio de Néstor A., ayer fue golpeado por policías en una de las celdas de Tribunales. El juez ordenó que lo examine un médico forense pero el hombre no llegó a tiempo.
La Capital |
Néstor Fabián A., el hombre de 38 años que está siendo juzgado por amenazas, daño y desobediencia por hechos que tuvieron como víctima a la madre de sus cuatro hijos, denunció que ayer, durante un cuarto intermedio de la audiencia, fue golpeado por los policías a cargo de su custodia. El juez Carlos Leiva ordenó que el acusado fuera examinado por un médico forense. El informe no llegó a la hora prevista —cerca del mediodía— pero el magistrado decidió reanudar la audiencia de todas formas. Durante la tarde, el acusado lloró y discutió con sus hermanas, que fueron testigos por la parte acusadora.
El juicio en contra de Néstor Fabián A. —quien es nombrado por los testigos como Fabián— comenzó anteayer con el testimonio de Jésica B., que está casada con él. La mujer, de 29 años, dijo durante la primera audiencia del juicio que después de su separación, en 2010, Fabián no paró de perseguirla. Cada vez que la encontraba, ella se veía obligada a mudarse porque sufría golpizas, amenazas y hostigamientos.
Ayer la audiencia se reanudó a las 9 con el testimonio de personas vinculadas a asociaciones de víctimas de violencia de género que, según sus relatos, ayudaron a Jésica a escapar del acusado el 26 de marzo de 2015, cuando amenazó con matarla a ella y a sus cuatro hijos. Luego, el juez Leiva llamó a un cuarto intermedio durante el cual el acusado fue trasladado, esposado, a las celdas del subsuelo del edificio de los Tribunales provinciales.
Cuando la audiencia se reanudó, Néstor Fabián A. dijo a sus defensores y al juez que, luego de salir de la sala, el policía a cargo del traslado le dijo: "¿Así que vos sos el maltratador de mujeres?". De acuerdo con el acusado, enseguida lo guiaron a la celda, adonde había otros dos policías que, según dijo, lo golpearon.
Luego de que el procesado le enseñara las marcas en los brazos, el juez llamó a un nuevo cuarto intermedio para que fuera revisado por un médico forense que corroborara las lesiones. A la hora de reanudar el juicio, cerca del mediodía, el informe no había llegado, pero Leiva resolvió continuar con las declaraciones de los testigos y luego resolver la cuestión de los supuestos apremios ilegales.
La versión policial de lo ocurrido en el subsuelo no coincide con la del acusado. Fuentes policiales indicaron que, una vez en la celda, Néstor A. sufrió una especie de "brote", comenzó a patear cosas y debieron frenarlo.
Familia. Cuando la audiencia se reanudó, la fiscal Raquel Almada llamó a declarar a las hermanas del acusado. Primero fue el turno de Nora, quien dijo que en noviembre de 2015, cuando Néstor A. estaba con arresto domiciliario en la casa de su madre, lo llamó por teléfono para recriminarle el comportamiento que tenía hacia su mamá. "Le vendía las cosas para comprar droga y le usaba el teléfono para hacer llamadas a celulares que después teníamos que pagar con mi hermana y mi mamá", dijo la mujer.
"Me dijo que me dejara de joder, que me iba a pasar lo mismo que a Jésica", relató la mujer.
Además, Nora dijo que en una oportunidad, su hermano llegó drogado a la casa de su madre después de violar la prisión domiciliaria y se puso violento. Ese día, según Nora, Néstor A. discutió con Daniela, la hermana de ambos, que es policía y lo echó de la casa. Néstor A. denunció luego que Daniela le había apuntado con su arma reglamentaria. "Yo retiré la denuncia", le espetó en ese momento el acusado, que debió ser retirado durante diez minutos de la sala después de interrumpir la declaración de Nora con una discusión en medio del llanto.
Cuando volvió a ingresar, Leiva le advirtió que si continuaba dificultando el debate lo expulsaría de la sala.
Luego declaró Daniela, su otra hermana, quien ratificó los dichos de Nora. El trámite judicial tendrá el lunes la fase de alegatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario