Fue a raíz de una fuga de gas en un departamento que colapsó. Un hombre de 60 años quedó con el 70 por ciento de su cuerpo quemado. La tremenda explosión provocó caída de materiales sobre Balcarce y daños en las adyacencias.
La Capital |
Una potente explosión generó ayer el derrumbe del último piso de un edificio en Balcarce y Brown, donde un hombre de 60 años resultó gravemente herido con cerca del 70 por ciento de su cuerpo quemado. Otras cuatro personas resultaron afectadas por el impacto de los escombros tras el colapso estructural, una de ellas una mujer embarazada que circulaba en auto por la zona. Los investigadores creen que el incidente se produjo por una fuga de gas, presuntamente de un calefón. La estampida ocurrió a sólo dos cuadras de Salta 2141, donde el 6 de agosto de 2013 murieron 22 personas, en la peor tragedia de la historia de Rosario.
El suceso ocurrió apenas pasadas las 18.30 en Balcarce 23 bis. Allí en un pequeño edificio de planta baja y dos pisos superiores, el más elevado colapsó. Varios testigos presenciales contaron a La Capital que la explosión fue de grandes proporciones.
“Yo vivo a la vuelta, el ruido fue impresionante, me remitió de inmediato a lo de Salta 2141”, relató la periodista Sabrina Ferrarese, que vive a la vuelta de la zona del siniestro de ayer.
“Estaba en mi casa haciéndome un sándwich cuando se escuchó la explosión. Fue tremenda, vibró toda mi casa, los vidrios, el piso, todo”, contó Alexis, otro vecino de la manzana.
Sobre Balcarce, entre Brown y Güemes, se pudo ver de inmediato la magnitud de la explosión. Había escombros en toda la calzada, el cableado de alumbrado público quedó severamente dañado, al igual que el arbolado de la cuadra. Incluso departamentos de enfrente resultaron con sus vidrios rotos.
También impactó sobre los autos que estaban estacionados y los que circulaban en dirección hacia el sur. En uno de ellos viajaba una mujer embarazada que fue asistida por su pareja y trasladada a un centro de salud.
Adentro del inmueble siniestrado se encontraba Alejandro Bogado, de 60 años. El secretario de Salud Pública, Leonardo Caruana confirmó a este diario que se encontraba en grave estado, internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), con cerca del 70 por ciento del cuerpo quemado.
Vehículos. Al caer la tarde, la zona se llenó de móviles policiales, de Defensa civil, Bomberos Zapadores y Voluntarios. Se cercó la cuadra, se impidió la libre circulación y sólo pudieron pasar los frentistas.
Cuadrillas de Litoral Gas y de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) cortaron el suministro de los servicios para evitar réplicas de la explosión, mientras los bomberos pedían silencio y buscaban entre los escombros posibles víctimas atrapadas dentro de la estructura colapsada.
Autoridades municipales y provinciales se quejaban por lo bajo por la demora que tuvo Litoral Gas en llegar a la zona y cortar el suministro.
El subdirector de Defensa Civil, Gonzalo Ratner aclaró que las razones de la explosión “recién se sabrán una vez que se hagan las pericias. Hay versiones de una fuga de gas de algún artefacto que estaba siendo utilizado, pero es prematuro para confirmarlo”.
El jefe de Protección Civil provincial, Marcos Escajadillo, destacó que durante toda la noche iban a continuar las tareas de análisis de la estructura colapsada y la búsqueda de posibles víctimas.
“La prioridad es tener certezas de que no hay nadie atrapado debajo de los escombros, recién una vez que finalicemos esa tarea podremos analizar si corresponde el derrumbe o apuntalamiento de la torre siniestrada”, indicó.
“Yo vivo a la vuelta, el ruido fue impresionante, me remitió de inmediato a lo de Salta 2141”, relató la periodista Sabrina Ferrarese, que vive a la vuelta de la zona del siniestro de ayer.
“Estaba en mi casa haciéndome un sándwich cuando se escuchó la explosión. Fue tremenda, vibró toda mi casa, los vidrios, el piso, todo”, contó Alexis, otro vecino de la manzana.
Sobre Balcarce, entre Brown y Güemes, se pudo ver de inmediato la magnitud de la explosión. Había escombros en toda la calzada, el cableado de alumbrado público quedó severamente dañado, al igual que el arbolado de la cuadra. Incluso departamentos de enfrente resultaron con sus vidrios rotos.
También impactó sobre los autos que estaban estacionados y los que circulaban en dirección hacia el sur. En uno de ellos viajaba una mujer embarazada que fue asistida por su pareja y trasladada a un centro de salud.
Adentro del inmueble siniestrado se encontraba Alejandro Bogado, de 60 años. El secretario de Salud Pública, Leonardo Caruana confirmó a este diario que se encontraba en grave estado, internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), con cerca del 70 por ciento del cuerpo quemado.
Vehículos. Al caer la tarde, la zona se llenó de móviles policiales, de Defensa civil, Bomberos Zapadores y Voluntarios. Se cercó la cuadra, se impidió la libre circulación y sólo pudieron pasar los frentistas.
Cuadrillas de Litoral Gas y de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) cortaron el suministro de los servicios para evitar réplicas de la explosión, mientras los bomberos pedían silencio y buscaban entre los escombros posibles víctimas atrapadas dentro de la estructura colapsada.
Autoridades municipales y provinciales se quejaban por lo bajo por la demora que tuvo Litoral Gas en llegar a la zona y cortar el suministro.
El subdirector de Defensa Civil, Gonzalo Ratner aclaró que las razones de la explosión “recién se sabrán una vez que se hagan las pericias. Hay versiones de una fuga de gas de algún artefacto que estaba siendo utilizado, pero es prematuro para confirmarlo”.
El jefe de Protección Civil provincial, Marcos Escajadillo, destacó que durante toda la noche iban a continuar las tareas de análisis de la estructura colapsada y la búsqueda de posibles víctimas.
“La prioridad es tener certezas de que no hay nadie atrapado debajo de los escombros, recién una vez que finalicemos esa tarea podremos analizar si corresponde el derrumbe o apuntalamiento de la torre siniestrada”, indicó.
Perseguido por las tragedias
El caso de Mariano Nardi es muy llamativo. Sufrió muy de cerca la tragedia de Salta 2141, en la que murieron 22 personas, ya que vivía frente al edificio siniestrado. Perseguido por ese terrible impacto tuvo que dejar ese departamento y mudarse con su mujer a Balcarce 23 bis. Cuando pudo regresar a su vivienda en calle Salta, un tío suyo quedó alquilando en Balcarce. Ayer, el tío de Mariano fue una de las víctimas de esta otra explosión, debió ser internado en el Sanatorio Parque, ya fuera de peligro. “Mi tío Fabián estaba entrando y lo sacó la onda expansiva. Está internado pero bien, lo único que importa ahora es que se recupere”, dijo Nardi.
El rescatista impensado
Mauricio estaba tomando una cerveza en la esquina de Balcarce y Brown cuando escuchó y sintió una “tremenda explosión”. Aturdido, fue hacia mitad de cuadra, ingresó al edificio colapsado y según relató, ayudó a sacar a dos personas, las más afectadas por la estampida. “Fue como una bomba”, contó entre micrófonos y flashes. Un amigo que compartía el trago con Mauricio, no dudó en afirmar que fue el héroe de la accidentada jornada.
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