El ex gobernador santafesino y diputado provincial rescató "la vocación de diálogo" del gobierno a cien días de su llegada a la Casa Rosada, aunque aclaró que hay temas con los que no está acuerdo.
El ex gobernador santafesino y diputado provincial Antonio Bonfatti rescató “la vocación de diálogo” del gobierno nacional, a cien días de su llegada a la Casa Rosada, aunque aclaró que hay temas con los que no está acuerdo. Además, dijo que, lejos de sentir “el síndrome” de haber dejado el poder, se encuentra “disfrutando un tiempo nuevo” y que “retomó el hábito de la lectura”.
“En los primeros cien días del gobierno de Mauricio Macri yo rescato la vocación de diálogo: al día siguiente de asumir convocó a los gobernadores. Hay diálogo con los ministros. Ha tomado decisiones que marcan su ideología. Ha cometido errores y dio marcha atrás. Eso también lo rescato. Pero hay medidas que no comparto, como lo hecho con las mineras, las idas y vueltas del tema del impuesto a las Ganancias. No comparto quitarle retenciones al maíz ni el nombramiento de los ministros de la Corte por decreto; tampoco se puede modificar por decreto la ley de medios”, enumeró el ex gobernador en declaraciones al programa “La mañana entera”, de La Red Rosario.
Bonfatti aclaró que comparte “que nos abramos al mundo. Argentina no puede permanecer excluida de un mundo globalizado”.
Respecto a su alejamiento de la Casa Gris y su incorporación a la Legislatura provincial, destacó que “no le pegó el síndrome” del abandono de poder. Al contrario, aseguró que está “disfrutando un tiempo nuevo; puedo relajarme en cuanto a las obligaciones cotidianas, de las demandas de tantas cosas y cada momento de la cuestión de gobernador... Poder disfrutar de la lectura, cosa que hacía tiempo que tenía abandonada”. No obstante, admitió que aún cuenta con custodia policial en su domicilio tras el atentado que sufrió en octubre de 2013.
Sobre su pasado en la Casa Gris, afirmó que “Santa Fe fue discriminada ex profeso (por el kirchnerismo) a partir del juicio que inició por la coparticipación. Nos hicieron una cruz a partir de eso. Después Hermes Binner salió segundo en las elecciones, y esto también generó un embate contra la provincia. No hubo una sola vivienda para Santa Fe. Salvo la (avenida de) Circunvalación que hace siete años que está en obra no hubo un metro cuadrado de pavimento en la provincia, siendo que es recorrida por 2.500 kilómetros de rutas nacionales”, lamentó.
“En la época del kirchnerismo teníamos créditos otorgado al 3,5 por ciento y durante cinco años no nos dieron una simple firma para que esos fondos fueran volcados a los acueductos”, agregó.
Consultado sobre el crecimiento de la inflación en la era Macri, consideró que “en el plano de la economía se tomó una sola medida: la cambiaria, el dólar. Después no hay nada que haya acompañado esa decisión del gobierno. Ha resuelto el tema de los exportadores, fundamentalmente de los grandes grupos concentrados”.
“Creo en plantear un proyecto político que incluya la economía, y eso no es lo que se ha visibilizado hasta ahora”, se diferenció, y agregó: “Creo en un pacto social, donde los trabajadores, los empresarios, los actores de la política sepamos hacia dónde vamos. Y a partir de ese pacto construir un país que valore a la pequeña y mediana empresa, las que generan más empleo”.
El esa línea, consideró que “los primeros que se tienen que ajustar el cinturón son los grupos concentrados. Allí hay que poner todo el eje, la mayor progresividad de impuestos, resolver el tema de la canasta familiar y el IVA. Estas son cosas que no se discuten en el país”.
Bonfatti también le entró duro al kirchnerismo al afirmar que “desde que no está más en el televisor de todos los argentinos todos los días, va perdiendo fuerza ese relato en el cual muchos creyeron, y en eso van desnudando muchas cosas... Se van descubriendo estas cosas escandalosas de corrupción. La deuda externa, lo que nos perdimos de poder haber negociado en su momento, y ahora están todos con los pelos de punta por los fondos buitre, y resulta que escucho al ex presidente del Banco Central en la gestión de Cristina que lo solucionaban con 2.000 y pico millones de dólares. Por esas cuestiones de bronca, «patria sí, buitre no» terminaron dando marcha atrás con las medidas y ahora nos está costando 12.000 millones de dólares”.
De la era K, destacó “la posición en cuanto a rescatar al Estado y también rescatar a la política, pero en un Estado que en definitiva en una bonanza que se estuvo durante los primeros años, en lugar de aprovechar (la entrada de divisas) para el desarrollo del país, de crear infraestructura, se siguió subsidiando la demanda y no la oferta, hoy tenemos un índice de pobreza que oscila entre el 29% y el 30%, y eso no cambió nada”.
Fuente: La Capital
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