Casi en secreto, la provincia trasladó ayer al penal de Ezeiza a Ariel "Guille" Cantero y Jorge "Ema" Chamorro, cabecillas de Los Monos. Los doctores Varela e Irure sospechan de las denuncias anónimas y del tiroteo frente al penal de Piñero. "Estaban desesperados por sacárselos de encima", aseguraron. Salieron del penal de Piñero después de una serie de denuncias sobre una posible fuga. Estuvieron cuatro horas antes de ingresar a la cárcel federal.
Rosario 12 |
La justicia provincial ordenó ayer el traslado de la cárcel de Piñero a la cárcel federal de Ezeiza de Ariel "Guille" Cantero y Jorge "Ema" Chamorro, sindicados como cabecillas de Los Monos. El pedido fue realizado por las autoridades del Servicio Penitenciario quienes entendieron que "ameritaba esa posibilidad" porque los detenidos están procesados por delitos federales. El pasado 28 de diciembre, el juez federal Marcelo Bailaque procesó a Cantero, Chamorro y a otras 21 personas por el delito de narcotráfico agravado. En los últimos días, diferentes episodios ocurridos en el perímetro del penal provincial levantaron las sospechas de las autoridades de un posible intento de fuga de los procesados. Los abogados defensores de los detenidos dijeron que el traslado los tomó "por sorpresa" y consideraron que las denuncias por una presunta fuga fueron una "puesta en escena" para que los detenidos pasen a una cárcel de otra provincia. El ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, le bajó el tono a las acusaciones al señalar que el traslado de Cantero y Chamorro se venía tramitando desde fines del año pasado y su aprobación llegó el pasado martes. Por su parte, el secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni, consideró que "dos internos con procesamiento federal no pueden estar alojados a 18 kilómetros de su casa".
La orden de traslado de Cantero y Chamorro al penal de Ezeiza fue emitida por la jueza provincial en feria María Isabel Más Varela el martes a las 20. Ayer, se dispuso el operativo para derivar a los detenidos a la cárcel federal a la que arribaron a las 6.30, aunque tuvieron que esperar más de cuatro horas en una camioneta porque no se habían realizado los trámites para reubicarlos.
En un comunicado, desde la cartera de Seguridad provincial
indicaron que el pedido de traslado de las autoridades del Servicio Penitenciario se realizó por entender que "su procesamiento por delitos federales amerita esta posibilidad". Además, precisaron que en la Justicia provincial, Cantero está imputado de asociación ilícita, y cohecho activo, homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de participe secundario y portación de arma de fuego. En el caso de Chamorro las imputaciones son asociación ilícita como integrante en calidad de autor y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipe secundario.
Bailaque había procesado a Cantero, Chamorro, a sus mujeres, y a otras 19 personas relacionadas con el clan Los Monos como miembros de una organización de narcotraficantes. El magistrado les dictó a todos prisión preventiva, y también ordenó que los dos principales sean mudados desde la cárcel de Piñero donde seguían mandando en la banda a través de órdenes a sus compañeras a una prisión del Servicio Penitenciario Federal. Era la primera vez que los Cantero quedaron involucrados en el primer plano de una causa federal por tráfico de drogas.
Un par de episodios ocurridos en los alrededores del penal de Piñero alertaron a las autoridades sobre un posible intento de fuga. El último se produjo el pasado sábado a la madrugada cuando dos personas se acercaron con armas de fuego al penal y se produjo un tiroteo con personal del Servicio Penitenciario. También advirtieron el sobrevuelo de drones. "No eran de juguete sino profesionales", dijo Cococcioni.
Según el secretario de Asuntos Penitenciarios, los rumores sobre la posible fuga comenzaron el último día del año pasado, cuando estaban buscando a los hermanos Martín y Christian Lanatta y Víctor Schillaci, quienes se habían escapado de la cárcel bonaerense de General Alvear:
"Nos transmitieron un llamado desde el 911 el 31 de diciembre, indicando que una persona de manera anónima denunciaba que se estaría planeando una fuga masiva de la banda de Los Monos de la cárcel".
Ayer, luego del traslado se hizo público el audio en el que una mujer denuncia el posible intento de fuga. "Buenas tardes, yo llamaba para dar información de una fuga que se va a dar en la cárcel de Piñero cuyo cabecilla es padre Cantero (sic)", dice la mujer. Mientras la operadora del 911 intenta que la escuche, la conversación no es muy clara pero la mujer menciona varios apellidos, Escobar, Moisés y Bogado. Cuando la operadora deja de hablar, la mujer le dice: "Hay 12 teléfonos por las cerraduras de las puertas, 12 celulares hay, hay un jefe involucrado, Francaio".
Carlos Varela y Fausto Yrure, abogados de Cantero y Chamorro, criticaron a las autoridades del Servicio Penitenciario. "Estaban desesperados por sacárselos de encima. No los querían tener acá. A raíz de eso hicieron una serie de denuncias, todas incomprobables y que indefectiblemente terminarán en archivo sobre esa presunta fuga. Para mí fue una puesta en escena", aseguró Yrure.
"Los trasladados nos tomaron por sorpresa, y aparentemente también tomó por sorpresa a las autoridades del penal de Ezeiza porque demoraron el ingreso y, por la información que tenemos, fue por falta de cupos", dijo Varela. "Hasta ayer al mediodía, toda la situación estaba igual como antes de la feria judicial. Es decir, había traslados que había dispuesto el juez Bailaque, pero que todavía no había sido autorizado por la Justicia provincial", agregó Yrure.
Además, Varela dijo que los rumores sobre una posible fuga de sus defendidos fueron "motivados para tratar de lograr el alojamiento de los detenidos en un servicio penitenciario ajeno a la provincia. Creo que fue montado. Hay una especie de paranoia generalizada en todos los funcionarios penitenciarios a partir de lo que pasó con los Lanatta y Schillaci. Están temerosos que pueda ocurrir que se fugue, aunque sea una posibilidad en un millón, y que sean sometidos al escarnio público como ha pasado con los otros funcionarios del penal de General Alvear".
Tras la reunión que mantuvo con la intendenta Mónica Fein y funcionarios nacionales (ver aparte) Pullaro explicó que el traslado "se trabajó desde el mismo momento que se hizo un procesamiento federal por un delito federal que es el narcotráfico. La provincia hizo el pedido como lo hace con todos los presos federales, tenemos alrededor de 400 presos federales en Santa Fe y esperaríamos que todos estén en cárceles federales". El funcionario agregó: "Nunca dijimos que el tiroteo tenía que ver con la banda esta en particular, esto tiene que quedar claro. Tampoco dijimos que hubo posibilidad ni intento de fuga".
Cococcioni, en tanto, dijo que el traslado se concretó tras conseguir el aval, tanto en la justicia federal como en la provincial. "El oficio dispone resguardar la integridad física, y además que sea a Ezeiza y no a cualquier unidad del Servicio Penitenciario Federal, con lo cual en principio estarían en un régimen de aislamiento, similar al que estarían los hermanos Lanatta y Schillaci".
En este sentido, el funcionario dijo a LT8 que cuando los condenados por el triple crimen fueron trasladados a Ezeiza, "nadie discutió esto. Era lo lógico. Sin embargo acá se espera que tengamos a dos internos con procesamiento federal a 18 kilómetros de sus casas. Esto no podía ser".
No hay comentarios:
Publicar un comentario