La agrupación TGD Santa Fe trabaja en un proyecto para limitar la venta de elementos de alto impacto. Aseguran que falta concientización
Trastorno. Los ruidos fuertes provocan nerviosismo y hasta llanto en las personas con TGD. / UNO de Santa Fe: Manuel Testi
En la medianoche del 24, muchos utilizan los fuegos artificiales y los elementos de pirotecnia para anunciar el brindis. Entre colores, ruidos y estruendos, la noche se disipa. Sin embargo, lo que para la mayoría es un simple momento de festejos, para otros se convierte en un momento de incertidumbre.
En este último grupo se puede incluir a las personas con autismo, ya que en esta época (junto a los ancianos y niños) padecen los efectos de los estruendos que causa la pirotecnia.
Es por esto que ante la necesidad de concientizar a la población sobre el uso irresponsable e imprudente de estos dispositivos, la agrupación Trastornos Generalizados de Desarrollo (TGD ) Padres Santa Fe se encuentra trabajando en la campaña que bautizaron como: “No uso de pirotecnia en defensa de las personas con autismo”.
TGD Padres Santa Fe es una organización de padres, madres y familiares de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) autoconvocados que se conformó con el objetivo de dar difusión, concientización y capacitación a diferentes sectores de la sociedad buscando la inclusión y defensa de los derechos de las personas con TEA.
Ante los amargos momentos que les toca atravesar en épocas festivas, desde la agrupación se encuentran trabajando en un proyecto de ley que busca limitar el uso de pirotecnia ruidosa. Viviana Castro, integrante de este colectivo, adelantó que la iniciativa recibió el respaldo tanto a nivel provincial como desde el gobierno municipal.
Al respecto, Castro explicó que los chicos con autismo sufren de los estruendos que la pirotecnia causa, ya que ellos tienen una sensibilidad especial y frente a estos ruidos manifiestan su nerviosismo a través de gritos o el llanto.
“El efecto es similar al que causa en los animales; no en todos, sino depende del niño con autismo que es hipersensible auditivamente. Hay otros chicos que no”, explicó Castro, integrante de la entidad que busca concientizar y promover actividades en torno a las personas con autismo.
Castro agregó que el objetivo no es prohibir el uso total de la pirotecnia, sino concentrarse en los elementos como las bombas de estruendo, a las que no dudaron en calificar como “fatales”.
En Santa Fe la entidad que se aboca a la prevención y concientización sobre TEA está integrada por 30 familias, en tanto que a nivel provincial hay grupos que trabajan en la temática en las ciudades de Rosario, Rafaela, Venado Tuerto. “Estamos todos juntos en lo que nos afecta y luchamos en beneficio de los niños y la familia”, explicó.
La anticipación, la clave
Para poder pasar un momento alegre, los padres de chicos que padecen algún grado de autismo deben anticiparse al momento de los festejos para que todos los integrantes del seno familiar celebren de la mejor manera.
“En la vida general uno trata de pasar los acontecimientos familiares, hasta un simple cumpleaños, tratando en lo posible de evitar este tipo de situaciones”, explicó Castro.
La contención junto con la anticipación son los elementos claves, ya que los adultos deben explicar de manera verbal o visual cuál será el cuadro que se vivirá a futuro. “Por ejemplo yo le explico a mi hijo que es el cumpleaños de Jesús, que va a haber velas y cuetes, le hago una explicación previa y hay que tratar de estar con él desde lo afectivo para poder controlarlo en esta situación y calmarlo”, relató la integrante del grupo.
De esta manera, se evita que cualquier situación, se trate de un festejo o de un cambio que pueda generar estrés, tenga un efecto traumático sobre la persona con autismo. “Ellos no tienen la capacidad de comprender lo que va a suceder al otro día”, agregó Castro.
En ese sentido, explicó que el cerebro de una persona con autismo posee una estructura diferente a la de otras personas y de por sí siempre será necesaria una forma de trabajo y de vida marcada por la anticipación. Eso sucede, por ejemplo, en el inicio de la etapa escolar o en la llegada de las vacaciones.
“Los padres estamos formados por los equipos interdisciplinarios para manejar la situación en cada caso. No nos sentimos tan solos, entre nosotros buscamos las herramientas para que ellos estén en una fiesta tranquilos y puedan disfrutar de la familia”, explicó Castro, quien es madre de un chico de 16 años con TGD.
Al momento de analizar cuál es el nivel de concientización de la sociedad en torno a esta problemática, no dudaron en confirmar que es necesario llevar adelante actividades de difusión centradas en el uso responsable de elementos pirotécnicos.
“Lo que quisiera es que sea una fiesta para celebrar el nacimiento de Jesús. Que nosotros podamos pasar un momento unidos y tranquilos y festejar de la forma más prudente para que nadie salga dañado”, profundizó Castro.
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