Los hechos ocurrieron este domingo al mediodía en los pasillos de la Unidad de Terapia Intensiva, en el subsuelo del nosocomio. También le robaron al sacerdote de la capilla, al lado de la morgue. Una persona resultó apuñalada y escapó. Otra fue detenida. El personal sólo atiende urgencias con riesgo de vida.
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En horas del mediodía de este domingo se produjo en el Hospital José María Cullen una “guerra de pandillas”, según lo describió a Radio Universidad el médico a cargo de la Guardia, Santiago Walter. “Se encontraron dos grupos de familiares y se pelearon en los pasillos. Y además, se produjo un robo al cura párroco, así que una mujer está detenida”, relató.
“Nosotros también sufrimos la agresión. Nos patearon las puertas de la sala de espera, como siempre”, continuó. Sin embargo, “la gente continuaba su entrada y salida del hospital”, dijo, con indignación, y agregó que un integrante de una de las bandas escapó, mientras que a otro lo detuvieron.
“No sé en qué va a quedar esta situación. Hoy podemos dar gracias de que a nosotros no nos ha pasado nada, pero veremos en un futuro qué es lo que vuelve a pasar”, reflexionó Walter.
El profesional recordó que el nosocomio ya fue reformado en parte para garantizar la seguridad, pero indicó que aún hacen falta otras medidas pertinentes, tales como restringir el ingreso de gente fuera del horario de visitas.
Finalmente, señalo que a raíz del grave episodio acontecido este domingo, sólo se están atendiendo “las urgencias con riesgo de vida”. “Vamos a esperar en la sala de espera hasta que se tranquilice la situación, e iremos atendiendo a medida que pase el tiempo y que nosotros tengamos cierta seguridad. No queremos exponernos a ninguna situación de violencia. Estamos resguardando nuestra integridad física”.
“Nosotros también sufrimos la agresión. Nos patearon las puertas de la sala de espera, como siempre”, continuó. Sin embargo, “la gente continuaba su entrada y salida del hospital”, dijo, con indignación, y agregó que un integrante de una de las bandas escapó, mientras que a otro lo detuvieron.
“No sé en qué va a quedar esta situación. Hoy podemos dar gracias de que a nosotros no nos ha pasado nada, pero veremos en un futuro qué es lo que vuelve a pasar”, reflexionó Walter.
El profesional recordó que el nosocomio ya fue reformado en parte para garantizar la seguridad, pero indicó que aún hacen falta otras medidas pertinentes, tales como restringir el ingreso de gente fuera del horario de visitas.
Finalmente, señalo que a raíz del grave episodio acontecido este domingo, sólo se están atendiendo “las urgencias con riesgo de vida”. “Vamos a esperar en la sala de espera hasta que se tranquilice la situación, e iremos atendiendo a medida que pase el tiempo y que nosotros tengamos cierta seguridad. No queremos exponernos a ninguna situación de violencia. Estamos resguardando nuestra integridad física”.
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