Tras doce horas de estar inconsciente, recuperó el conocimiento en el hospital Güemes de Rosario, donde le dieron el alta el miércoles, aunque debe continuar realizándose estudios.
La Capital |
Daniel Sánchez tiene 39 años, es chofer de la línea 35/9 bandera verde y hace pocos días sobrevivió milagrosamente al ataque de tres delincuentes en Villa Gobernador Gálvez, quienes le golpearon la cabeza con un ladrillazo o trozo de baldosa al parecer. Al parecer, la gresión fue con fines de robo, aunque no lo pudieron concretar porque la víctima siguió manejando como pudo, y se desvaneció minutos más tarde en un galpón de la empresa Rosario Bus, a pocas cuadras del hecho. Tras doce horas de estar inconsciente, recuperó el conocimiento en el hospital Güemes de Rosario, donde le dieron el alta el miércoles, aunque debe continuar practicándose estudios y someterse a un seguimiento médico.
El ataque ocurrió hace una semana, alrededor de las 20, cuando el colectivero se aprestaba a estacionar el micro en la esquina de Libertador y Bomberos Voluntarios, para hacer una espera de diez minutos para retomar el circuito. “Para estacionar, primero tengo que maniobrar para adelante y luego hacia atrás y accionar el freno. En ese momento se me aparecen los tres, de entre 25 y 30 años, morochos, uno de ellos con una gorra y el otro en cuero”, recordó el conductor. Los malhechores rodearon el vehículo y uno de ellos le arrojó el proyectil desde el lado de la ventanilla del chofer, rompiendo el vidrio e impactando en el lóbulo parietal izquierdo de Sánchez.
Aunque aturdida, la víctima puso en marcha el colectivo y salió disparada hacia el galpón que la empresa Rosario Bus posee a la salida de Villa Gobernador Gálvez, a 12 cuadras de la fatídica esquina. Una vez allí Danel, que ya tenía un “huevo” en la cabeza, se mareó, comenzó a vomitar, se desmayó y no se despertó hasta 12 horas después en el mencionado sanatorio. “No me importó nada, seguí como pude, estaba sangrando pero lo único que quería era irme de ahí porque me iban a matar”. Apuntado por su esposa Lorena, el chofer asegura estar “bien, con ganas de volver a trabajar. No tengo miedo. Sólo estoy aturdido, como en la luna, debe ser por los medicamentos que me están dando”. Afortunadamente los análisis neurológicos resultaron bien y queda resolverse una pequeña sordera a raíz de una afección en el laberinto, que le afectó también el equilibrio. “La doctora me dijo que si me hubieran pegado cinco centímetros más allá, la historia hubiera sido otra, me hubieran matado”, advirtió.
“Los médicos me dijeron que me tengo que mantener ocupado, activo, que no me deje estar”, remarcó Danel, que por estos días disfruta a pleno del afecto de su esposa y sus cinco hijos de 18, 17, 14, 11 y 7 años. Si bien tiene la esperanza de volver a trabajar en una semana, debe ser sometido a una serie de estudios más, que serán posibles una vez que esté todo desinflamado y se disuelva la sangre acumulada en la cabeza.
Danel destacó la ayuda y contención de sus compañeros de trabajo, y el buen desempeño en este caso de “la empresa, los delegados gremiales, la ART y la atención de las enfermeras del Güemes, que fue excelente”.
Sánchez se desempeñó durante años como camionero y trabaja en Rosario Bus desde hace sólo cuatro meses. “Siempre quise ser colectivero y quiero seguir siéndolo”, remarcó en el living de su hogar, donde recibió a La Capital. Pese a este episodio y a protagonizar uno anterior hace apenas quince días en Rondeau al 4.400 cuando delincuentes robaron a mano armada a sus pasajeros, Danel quiere “salir adelante lo antes posible para volver a trabajar”, aseguró.
Denuncia. Llamó a atención de las autoridades municipales villagalvenses que este caso de brutal agresión a un chofer de colectivo no haya sido denunciado, “pese a que en la última reunión en la que junto a la empresa, la policía y el gremio abordamos el tema de la inseguridad y acordamos medidas de control y prevención, y a que allí específicamente se hizo hincapié en la necesidad de que se denuncien estos hechos”, señaló a La Capital el secretario de Seguridad del gobierno local, Fernando Padrone.
El funcionario comentó que ni bien se enteró de lo sucedido con Sánchez se comunicó con la comisaría 26ª para saber si estaban al tanto, y desde allí “me dijeron que no había denuncia alguna, y que ese día sólo habían recibido un llamado telefónico de vecinos alertando que al parecer había una pelea entre el chofer y otras personas. Pero cuando el patrullero llegó al lugar, ya no había colectivero, ni agresores. De allí que nos parece raro todo lo sucedido”.
Consultado al respecto, el chofer agredido aclaró que “no hice la denuncia todavía porque es personalizada y no he podido, porque estuve internado y con todo este tema de recuperación. Pero la voy a hacer”, aseguró.
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