Los camiones de comida no podrán instalarse a menos de 200 metros de un bar o restaurante y el municipio determinará en que zonas podrán funcionar, de manera rotatoria. Martín Rosúa, Comi y Boasso calificaron la propuesta gastronómica como "creativa, saludable y que se ofrece a precios accesibles".
La Capital |
Finalmente y tras un largo debate con sectores gastronómicos y dentro del mismo Palacio Vasallo, el Concejo aprobó la instalación en Rosario de food trucks, los camiones de venta de comida elaborada. La norma establece que no pueden ubicarse a menos de 200 metros de un abr o restaurante y que el municipio determinará en qué lugares de la ciudad podrán funcionar, además de que los food trucks deberán instalarse en los sitios asignados de manera rotatoria "para que los camiones no se establezcan solamente en los lugares más rentables".
El concejal Martín Rosúa, uno de los impulsores del proyecto que finalmente se unificó con las propuestas de Carlos Comi y Jorge Boasso, y las modificaciones sugeridas por los distintos sectores involucrados, sostuvo que esta nueva modalidad para la ciudad es “una propuesta gastronómica creativa, saludable y que se ofrece a precios accesibles, construida sobre un vehículo, con un diseño innovador y atractivo, priorizando la higiene y la salubridad tanto dentro como fuera de la estructura”.
Rosúa dijo que los food trucks poseen tres grandes ventajas: la posibilidad de brindar alimentación de calidad a precios accesibles, su radicación como una herramienta de generación de fuentes de trabajo y la revitalización de los espacios públicos como lugar de encuentro para los rosarinos.
“Con esta propuesta queremos estimular el consumo de comida a un precio accesible, manteniendo la calidad del servicio y con materias primas frescas. Para ello es importante abrir este tipo de espacios alternativos. Y, al mismo tiempo, posibilitar que emprendedores formados en la gastronomía tengan oportunidades laborales y de inversión”, subrayó Comi.
A su turno, Boasso resaltó que “los food trucks son un fenómeno mundial, generan movimiento, revitalizan espacios y hoy en día califican por su calidad en el servicio y la materia prima que ofrecen”, y agregó: “Es una tendencia en alza que colocaría a la ciudad en condición de pionera en la materia”.
La Municipalidad deberá ahora determinar los lugares en los cuales podrán emplazarse los food trucks y los requisitos que se solicitarán para su habilitación. En ese sentido, los autores de la iniciativa coincidieron en que será necesario “un consenso con todas las partes involucradas para que haya una convivencia correcta y sin inconvenientes entre todos”. También la decisión sobre si un determinado food truck puede contar con mesas correrá por cuenta del Ejecutivo: "Hay lugares de la ciudad donde queremos revitalizar el espacio público y quizás se les permite poner mesas, y hay otros lugares de la ciudad que tienen más afluencia de público donde se va a prohibir expresamente la istalación de mesas".
Asimismo, los concejales aclararon que los camiones de comidas sólo podrán comercializar alimentos y bebidas acreditando que la procedencia de los productos o sus insumos, provengan de establecimientos debidamente registrados y habilitados. Además adelantaron que deberán hacerse estudios para establecer las zonas de ubicación y las distancias de los mismos entre sí y con los comercios existentes.
“Lo que distingue a los food trucks de cualquier otro puesto callejero es el concepto de ofrecer alimentos de calidad a buenos precios para quienes almuerzan fuera de casa todos los días. Además, en su mayoría son emprendimientos de jóvenes cocineros y chef calificados. A quienes pretendan ejercer esta actividad se les requerirá que acrediten formación en materia de gastronomía. Este sistema fue desarrollado con éxito en grandes ciudades del mundo como respuesta a la demanda creciente de comida al paso, sana, económica y de calidad.”, finalizaron los impulsores de la flamante ordenanza.
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