El Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo recorrieron la obra, también manifestaron su preocupación "por las condiciones actuales en que dan clases docentes y alumnos".
La Capital |
Todo indica que el 30 de septiembre próximo la obra de la Escuela Secundaria Nº 574 de Cabín 9 estará finalizada. Es la escuela que lleva 10 años construyéndose. Actualmente, los 470 estudiantes dan clases repartidos en un establecimiento primario y salones de una ONG que alquila la provincia. La semana pasada delegados regionales del Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo recorrieron la obra, también manifestaron su preocupación "por las condiciones actuales en que dan clases docentes y alumnos".
Tanto desde la dirección del establecimiento como desde la empresa constructora Adobe SRL confirmaron a LaCapital que la fecha de fin de este mes se mantiene firme respecto a la terminación y entrega completa de la obra.
"No he tenido otra novedad diferente de parte del Ministerio de Educación", señaló la directora, Amelia Paz, para confirmar esa fecha final. En tanto que uno de los representantes de la constructora aseguró "que se se mantiene el 30 de septiembre próximo" como plazo de entrega. De ser así, en octubre los chicos estarían estrenando la escuela tan esperada para el barrio de Pérez.
La semana pasaba delegados regionales del Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo de Amsafé recorrieron el edificio que se levanta en Las Gaviotas y El Ombú y observaron el avance de las tareas. "Vimos que se estaba trabajando", comentó uno de los delegados de este comité, Daniel Couselo, quien describió que se hacía a un ritmo intenso.
Sin embargo, Couselo compartió "la preocupación por las condiciones en las que desempeñaban sus tareas los compañeros y los alumnos". No sólo porque deben repartirse las clases entre los salones que les habilita la Primaria Nº 1.209 (Hudson y Perito Moreno) y las instalaciones de la ONG Cuatro Vientos, sino también por la precariedad que afecta seriamente a toda la comunidad educativa: "No hay porteros ni preceptores, disponen de dos baños químicos y la sala para los docentes presenta situación de hacinamiento".
El dirigente anticipó que la situación de este secundario será tema prioritario en la próxima reunión provincial del comité mixto, no sólo por lo que pasa hoy sino para garantizar las condiciones a futuro.
Emblemática. La secundaria de Pérez es un emblema de la educación santafesina por los olvidos y abandonos sistemáticos a la que es sometida desde hace diez años.
Luego de una extensa seguidilla de postargaciones, la última promesa oficial de la provincia era comenzar las clases en este ciclo lectivo en la nueva escuela. Luego llegó el anuncio de que el plazo de terminación de obra era el 1º de julio pasado. Y en esa fecha se conoció la postergación hasta el 30 de septiembre próximo. En ese ir y venir, los únicos perjudicados han sido estudiantes y profesores.
Recién en mayo pasado los casi 500 adolescentes pudieron comenzar las clases "regularmente". Los dos primeros meses fueron "contenidos" con "tareas semipresenciales", horarios reducidos de clases y un grupo de Facebook para avisar de las novedades.
Así, fue en mayo cuando desde el Ministerio de Educación santafesino se decidió dividir los cursos de alumnos para garantizarles la educación obligatoria: los de los primeros años permanecen en la primaria, los de los últimos tres años asisten al predio de Cuatro Vientos, una institución que depende de la Asociación Rosarina de Ayuda Solidaria (Aras). Un espacio que el gobierno provincial alquila pero que se niega a decir cuánto paga por mes por el espacio. Información que, hay que recordar, es pública y se negó, al menos a este medio.
Promesas. Entre las tantas promesas que escuchó la comunidad de Pérez estaba la posibilidad de habilitar este año parte de los salones que ya están terminados y comenzar a dictar clases en ese sector.
La Nación no entrega obras parciales, por eso no se pudieron ocupar los salones finalizados" fue la respuesta oficial reiterada.
Sin embargo, la explicación ofrecida desde el Programa Nacional Más Escuelas (que financia la construcción), advierte que también se trata de una transferencia (total o parcial) de responsabilidades.
Acta. "La escuela se puede inaugurar una vez que la obra está terminada en su totalidad. Este acto ocurre con la firma del acta de recepción provisoria de obra", explicaron desde la Nación.
También aclararon que "cuando se celebre dicho acto cesa la responsabilidad de la firma contratista de mantener la vigencia de los seguros de obra exigidos en la documentación licitatoria de referencia".
"Este acto tiene otro efecto, no sólo la incidencia sobre los seguros, que es más importante aún: se produce la transferencia de la posesión del predio en el que está la escuela. El mismo pasa a ser de la jurisdicción provincial en condiciones de ser inaugurada cuando sus autoridades lo decidan", precisaron finalmente a La Capital desde el Programa Nacional Más Escuelas.
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