La Intendenta enviará esta semana un mensaje al Palacio Vasallo. Promoverán sanciones más duras con caducidades inmediatas de habilitaciones a infractores y simplificación de rubros. Para el municipio, la norma que regula la noche está desactualizada y hay que aplicar sanciones más severas.
La Capital |
La intendenta Mónica Fein enviará esta semana al Concejo un mensaje solicitando a los ediles una "reforma integral urgente" a la actual regulación de la noche rosarina. Entre otros aspectos, el Ejecutivo propondrá sanciones más severas, con caducidades inmediatas de las habilitaciones a los empresarios que incumplan la norma. Además se promoverá una simplificación de los rubros y se buscará eliminar la diferenciación entre locales con o sin actividad bailable para facilitar los controles. También se sugerirá unificar el horario de cierre de todos los espacios con movida nocturna.
Fein hará esta jugada política en medio de la polémica en torno a la noche de Rosario: denuncias opositoras de faltas de controles, situaciones de violencia en el entorno de los boliches, tergiversación de rubros y reiterados padecimientos de los vecinos.
El texto que llegará al Palacio Vasallo no contendrá un articulado explícito de medidas sino "ejes centrales para avanzar cuanto antes con la reforma de la ordenanza que regula la noche, que quedó anacrónica y desactualizada", precisó Claudio Díaz, subsecretario de Gobierno.
El funcionario fue designado por la intendenta para elaborar el borrador que se remitirá a los concejales. Díaz remarcó que ya existen en el cuerpo "varios proyectos presentados por distintos bloques que deben sumarse para que salga la mejor norma posible".
El subsecretario de Gobierno recordó que en varias oportunidades, "desde hace algunos años hubo intenciones en el Concejo y en el propio Ejecutivo de reformar la ordenanza 7.218" que fija los parámetros para habilitar locales nocturnos, sancionada en el año 2001.
Sin embargo, nunca se avanzó. "Y la ordenanza quedó muy desactualizada, aparecieron nuevas formas de diversión y se ha tornado difícil de controlar algunos locales por no estar contemplados en el texto original", apuntó.
El primer aspecto que la Intendencia intentará modificar son los rubros que se pueden habilitar. "Hay que ir hacia una simplificación de rubros, sin tantas distinciones que después se hacen difícil de fiscalizar", indicó Díaz.
Además se promoverá eliminar la distinción entre locales con o sin actividad bailable que instaló la norma sancionada en 2001. "Esa distinción perdió sentido a la luz de los cambios que hubo en la nocturnidad, donde en muchos casos se corren las mesas y se busca bailar aunque sea un pub", explicó el subsecretario de Gobierno.
Al respecto, el Ejecutivo propondrá ir hacia un esquema con "establecimientos con actividad permanente, como bares, boliches, salones de fiestas; los no permanentes que puede ser un baile que se pretende autorizar en un club un fin de semana y los transitorios, que podría ser un circo que llega a la ciudad por un mes".
El municipio sugerirá también endurecer las sanciones a aquellos empresarios que incumplan la normativa. "La convivencia entre quienes salen a divertiste y los vecinos que pretenden descansar requiere de un compromiso de todos. En primer lugar apelamos a la responsabilidad de quien tramita la habilitación para un rubro determinado", enfatizó.
Para el gobierno local, "se deben aplicar sanciones más severas como la caducidad de la habilitación ante determinadas faltas graves como tergiversar el rubro".
Según Díaz, la diferencia entre determinadas categorías no es menor ya que se exigen en algunos casos más medidas de seguridad y hasta se establece la obligatoriedad de consultar la opinión de los vecinos, que pueden frenar el proyecto si juntan una determinada cantidad de firmas en contra.
Finalmente, el subsecretario de Gobierno mencionó que se apuntará a "trabajar con todos los actores sociales involucrados en la temática de la noche, desde los empresarios, pasando por los jóvenes, los promotores culturales, los artistas y los vecinos".
"El control del Estado municipal es un aspecto, clave, pero no el único para garantizar una convivencia pacífica entre actores que pueden tener intereses encontrados. Necesitamos el aporte de todos", cerró el funcionario.
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