Esta unidad es una repartición nacional que controla los buques extranjeros para prevención de enfermedades como ébola, fiebre amarilla y otras dolencias infectocontagiosas.
La Capital |
Un promedio de 15 barcos diarios llegan a las terminales portuarias del complejo agroexportador San Lorenzo, cada uno de ellos tienen una tripulación promedio de 25 integrantes de diversas nacionalidades, africanos, tailandeses, coreanos, chinos, asiáticos y peruanos, entre otros, que llegan a pasar hasta seis meses de travesía en ultramar sin contacto sanitario.
La misión de esta Unidad de Frontera es el control higienico-sanitario del buque y sus integrantes que consiste en el control de vacunación de fiebre amarilla y el desarrollo de un protocolo médico con cada uno de los embarcados para establecer que no son portadores y garantizar salubridad a la población local.
Generalmente la carga de las bodegas de los buques, llevan 24 horas de demora y los tripulantes acceden a tierra, particularmente en Puerto San Martìn, San Lorenzo y Rosario a realizar compras, cortarse el cabello o visitan locales comerciales. Antes de esta inauguración no se realizaba un control real de su estado de salud y sólo se confiaba en una declaración jurada de los capitanes, que muchas veces ocultaban patologías o enfermos para evitar demoras. Incluso escondían polizones que tampoco alcanzaban a blanquear para no tener inconveniente con migraciones.
Trascendental. Este es el hecho trascendental para una ciudad portuaria que gana un escudo de control, antes inexistente y que tienen la particularidad de ser uno de los pocos puertos de Argentina en los que se realiza una inspección. Este tipo de relevamientos se efectua en rada, con ayuda y colaboración del Centro Cooperativo de Rescate de la Cooperativa Portuaria (CCREP) que con sus lanchas ambulancias permite el acceso a los barcos graneros.
Durante el acto inaugural Gollán expresó que "la salud no tiene fronteras y desde la Nación se lleva adelante un plan de fortalecimiento en todas las unidades similares de nuestro país que responden a las normas del Reglamento Sanitario Internacional 2005, que exige dispositivos de control utilizando protocolos sanitarios estandarizados con similares procedimientos de control para dar respuesta a posibles amenazas a la salud pública internacional".
El ministro aseveró que "Puerto general San Martin sostiene un flujo de tripulantes cosmopolitas muy dinámico, era una necesidad imperiosa que a partir de su inauguración esta unidad comenzara a operar en simultáneo con sus pares, como Mercosur y Unasur".
Gollán, quien en la oportunidad fue distinguido por la Facultad de Medicina de Rosario por ser el primer egresado en ocupar un cargo ministerial en la Nación, agradeció a la Cooperativa de Trabajos Portuarios por la colaboración con sus recursos para que los inspectores y médicos puedan inspeccionar los buques en rada.
Por su parte, el presidente de la Cooperativa Portuaria, Herme Juárez, dijo que "por años observamos el riego de contagio en nuestros propios estibadores, en los que trabajan en los muelles y en los vecinos que interactúan normalmente. Por eso impulsamos el proyecto para la instalación de esta oficina de control, que fue posible gracias a un Estado que sabe escuchar las necesidades regionales. A esto sólo podemos hacerlo los justicialistas que pensamos en el bienestar de la población, destacando que es la primera vez que un ministro de salud visita Puerto San Martin. Esto nos convierte en proactivos, buscamos potenciar el puerto con seguridad para ser competitivos al mundo.
El director del Hospital Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria, Eduardo Codino, expresó a la prensa que el nosocomio cuenta con un sector especial adaptado para recibir enfermos que sean derivados por Sanidad de Frontera, con aislamiento y tratamiento de enfermedades bajo las exigencias del reglamento sanitario internacional.
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