El Tate y el Taladro empataron sin abrir el marcador por la 18º fecha del Torneo de Primera División. En el equipo local fueron amonestados Emanuel Brítez y Diego Villar, mientras que Luciano Civelli y Fabián Noguera vieron la tarjeta amarilla en Banfield.
Diario UNO |
Los comandados por Leonardo Madelón contaron con varias ocasiones en la primera parte, mientras que los de Matías Almeyda tuvieron dos claras con Gio Simeone –una increíble– en el complemento. Ninguno pudo concretar y por eso se llevaron un punto por lado, donde el Rojiblanco llegó a los 27 y en la próxima jornada visitará en la Bombonera a Boca, en lo que será una importante prueba. En tanto el Taladro suma 26 unidades.
En el primer cuarto de hora Banfield planteó el cotejo de igual a igual; incluso tuvo la pelota en mayor poder que el Rojiblanco, que le costó hacerse amigo de su mejor arma: la tenencia. La clave estuvo en el buen dominio de balón que mostró el Taladro con el trabajo del ecuatoriano Juan Cazares, más la movilidad por las bandas que aportaron Mauricio Cuero y Facundo Castillón.
Un arranque cauteloso
Por el lado de los santafesinos, el objetivo fue el ya conocido: intentando salir jugando con Mauricio Martínez junto con Diego Villar e Ignacio Malcorra. Pero lo poco en ofensiva que mostró fue cuando la pelota le llegó a Lucas Gamba. Es más, la posibilidad más clara en los primeros 20’ favoreció al elenco de Leonardo Madelon a los 6’, cuando después de una mala salida de Enrique Bologna, el mendocino la ganó y siguió hasta la impecable habilitación de Nacho Malcorra para Villar que, totalmente desmarcado definió mal frente a un arco que no tenía dueño.
A pesar de que fue elenco del Sur del Gran Buenos Aires el que más tuvo la pelota, recién la opción más neta fue a los 24’ cuando Giovanni Simeone quiso sorprender un atento Nereo Fernández, que se quedó con su tiro liviano. Así, con las ideas bien claras, los dos equipos intentaron sobreponerse, pero desde lo futbolístico el que más efectivo se mostró fue la formación de Matías Almeyda.
Pasado lo 30’ y, desde lo estratégico, el entrenador local intercambió posiciones entre Malcorra y Villar para intentar darle un dolor de cabeza a los laterales visitantes. Pero aunque el juego se emparejó, las cosas se tornaron imprecisas y aparecieron los constantes yerros. A pesar de ese juego intenso, el equipo que terminó con chances claras de gol fue Unión. Incluso la más concreta fue a los 43’, cuando Gamba habilitó a Claudio Riaño, que encaró solo hacia la valla de Quique Bologna, pero falló en el mano a mano al sacar un disparo anunciado y fácil de controlar por el arquero.
De esta manera concluyó el primer acto, donde Banfield tuvo mayor tiempo la pelota, pero fue el Tate quien terminó siendo el que generó más peligro. Igualmente, no fue suficiente para ponerse arriba en un marcador que no arrojó festejos.
Luchó hasta el final
En contrapartida a lo que sucedió en el tramo inicial de los primeros 45’, en el complemento fue el Tate el que presionó con mayor intensidad y por eso Lucas Gamba casi convierte, pero el botín derecho de Enrique Bologna lo impidió. Después probó Diego Villar, pero el remate rebotó en un contrario. La clave fue el adelantamiento de los mediocampistas por sobre la línea se los hombres de Almeyda.
Aunque la iniciativa fue del Tatengue, a los 12’ y 14’ Sergio Vittor y luego Juan Cazares probaron de media distancia y los tiros se fueron desviados, pero cerca de la valla defendida por Nereo Fernández.
Luego de esas aproximaciones, Unión retomó las riendas del juego con el trabajo de Nacho Malcorra, el criterio de Caramelo Martínez para jugar, más la presión constante de Manuel De Iriondo para marcar, a lo que se agregó por momentos la sociedad Gamba-Riaño.
Pero Leo Madelón no se conformó ni mucho menos con la intención que tuvo su equipo de buscar el resultado sino que apostó a generar más fútbol con el ingreso de Juan Gabriel Rivas por Manuel De Iriondo. La superioridad en cuanto a las intenciones para el Tatengue duró hasta los 30’, porque luego el Taladro igualó el trámite y, además, quedó la sensación que la salida de De Iriondo desequilibró al mediocampo. Así fue como Banfield casi llega en un par de oportunidades al gol; la más neta la tuvo Gio Simeone, que sacó un remate mordido que terminó fuera.
Los últimos minutos se le fue complicado en forma alarmante a los santafesinos, pero no se resignaron para buscar el triunfo y casi lo logra el ingresado Facundo Affranchino a los 47’, pero otra vez Bologna tapó y no dio para más. Final y empate en la Avenida.
Pese a que no se pudo ganar, el saldo sigue siendo positivo en casa para Unión, ya que sigue sumando y progresando en la tabla, con rendimientos convincentes que invitan a seguir soñando con ingresar a una copa internacional. Igualmente, queda la sensación de que con un poco más de puntería tendría tranquilamente más puntos en la grilla valorativa, donde luce muy bien y con total merecimiento. Ahora se viene Boca.
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