Los fieles que se acercan a la iglesia fueron quienes descubrieron el cambio en el rostro de la Virgen y el hecho milagroso comenzó a tomar trascendencia, según informa El Diario de la Republica. La Virgen de los Dolores tiene un puñal clavado en el pecho y el típico manto celeste, acompañando a otra imagen de su hijo Jesús, coronado de espinas y cargando la cruz rumbo al calvario.
Quién menos cree en esta versión es el párroco de la Iglesia, Padre Ignacio Daminato, ya que supone que la escultura fue realizada con esa lágrima. Los fieles que la descubrieron insisten en que antes no la poseía y que se trata de un milagro.
Fuente: MinutoUno
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