El jueves estuvieron casi 12 horas en la terminal de ómnibus aguardando el micro que los lleve al sur, una espera repleta de excusas y engaños. Escracharon al dueño de la agencia.
La Capital |
Los damnificados fueron ocho integrantes del Círculo Social Cultural y Deportivo de Sordos de Rosario, de entre 30 y 40 años, acompañados por una madre intérprete. Y también alumnos de dos escuelas, una de ellas la Bernardino Rivadavia, con sus respectivos padres tutores.
Marcela, madre de Danilo, uno de los asistentes al Círculo de Sordos contó a LaCapital que el viaje fue contratado "en enero de este año con la empresa Grupo G, que funciona en calle Mendoza 3645, local 7".
Según el relato de la denunciante, "Danilo y sus compañeros pagaron todos casi 4 mil pesos para ir unos días a Bariloche. El viaje estaba programado para junio, se postergó por algunos inconvenientes meteorológicos, y se fijó para el 30 de julio".
El jueves había llegado el gran día. "Mi hijo y sus compañeros estaban todos realmente muy ilusionados con concretar este viaje. Llegamos a la terminal a las 12.30 y el colectivo no aparecía", señaló.
"En un primer momento —continuó— nos dijeron que el problema era con un chofer que no podía llegar para manejar por problemas personales. Después plantearon que el colectivo que debía trasladarnos había tenido un desperfecto, las horas pasaban, no había novedades y cada dos por tres aparecía otra excusa nueva".
Más tarde les dijeron que si juntaban entre todos unos 17 mil pesos se podía conseguir un micro para viajar en el momento a Bariloche. "Empezamos a juntar el dinero, unos 300 pesos por persona, pero nos dimos cuenta de que debíamos averiguar qué pasaba con el hotel porque podíamos llegar al sur y no tener donde alojarnos", sumó.
Se comunicaron telefónicamente con el hotel contratado y allí se encontraron con otra desagradable sorpresa. "Nos dijeron que la estadía estaba señada, pero no cancelada por la agencia. Ahí la bronca fue muy grande y después de casi 12 horas de espera estresante, a eso de la 0.30 decidimos no viajar y nos fuimos cada uno a su casa", indicó Marcela.
Ayer concurrieron a primera hora al Centro Territorial de Denuncia (CTD) del gobierno provincial que funciona en Echesortu para hacer la imputación contra la agencia. Y al caer la tarde fueron hasta la propia casa del dueño de la empresa de turismo, en Constitución al 1000, para escracharlo.
En el lugar se hizo presente un funcionario judicial, quien conversó con el dueño de la agencia de turismo, en un intento por acercar a las partes, destrabar el conflicto y arribar a un acuerdo pacífico.
"No sólo queremos que nos devuelva la plata que nos cobró por lo que no pudimos hacer el viaje tan soñado, sino también que se haga cargo del daño psicológico, de la angustia por la ilusión que nos hicimos y no pudimos concretar el viaje con nuestros hijos", exigió una de las personas damnificadas.
Custodiado por la policía, el dueño de la agencia habló con Canal 5. Se comprometió a devolver todo el dinero "entre martes y miércoles de la semana próxima" y aclaró que hubo "un malentendido porque faltaban aportar fondos para excursiones" que fue lo reclamado en la estación de ómnibus.
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